Clima extremo registrado en enero deja al país en condición de “megasequía”

Clima extremo registrado en enero deja al país en condición de “megasequía”

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“La última década es la más seca desde que hay registros en la mayor parte del país. Y si bien a nivel histórico se han presentado sequías más extremas (como las de 1924, 1968 y 2007), la particularidad de la actual es su extensión temporal y espacial”.

La Dirección Meteorológica de Chile usa esta definición para establecer que climáticamente hablando el país enfrenta una “megasequía”. Esto es parte de un informe donde analizó en detalle las distintas situaciones climáticas récord registradas en enero, donde junto a temperaturas máximas inéditas, se produjeron lluvias inusuales en el altiplano, la Isla de Pascua y la Región de Aysén.

La entidad refiere comportamientos atípicos de sistemas meteorológicos como la causa de estas manifestaciones, que ubicaron a ese mes como el más caluroso de la historia.

Un desplazamiento más al sur del Anticiclón Subtropical de Pacífico Sur, que casi permanentemente está frente a la costa chilena, provocó buen tiempo, escasa nubosidad y una disminución de los vientos costeros en el extremo norte y un aumento de estos en el centro-sur, lo que deriva en alzas de las temperaturas, mayor calentamiento y sequedad ambiental.

Se detectó también la presencia de una zona de aire más cálido, que indujo a un descenso y un calentamiento de éste. Esto explicaría las máximas récord registradas en Santiago y Curicó entre el 25 y 28 de enero.

La vaguada costera incidió a su vez sobre las temperaturas, que en los casos máximos superaron los 38°C al menos un día en el mes entre las regiones de Valparaíso y La Araucanía. De las 125 estaciones que reportaron datos, 32% marcó más de 38°C y 12% sobre 40°C.

En lo que respecta a la duración de los fenómenos climáticos, la Dirección también alerta, ya que indica que una ola de calor usualmente puede extenderse cinco días, pero en enero en Curicó, por ejemplo, hubo 20 días consecutivos sobre el umbral considerado extremo, mediciones que no se vieron influidas por los incendios forestales, aclara la entidad.

IMPACTO

Las actividades agrícolas, ganaderas y forestales, esta última por el riesgo de una mayor propagación de incendios, como sucedió desde mediados de enero, son las que se verán más impactadas por esta “megasequía”.

Sobre lo primero, la Dirección Meteorológica explica que las altas temperaturas elevan la demanda hídrica de los cultivos por la “evapotranspiración” que se incrementa. “Durante enero, los cultivos anuales de secano aún sin cosechar, están en fase de llenado de granos, normalmente bajo déficit hídrico en la zona central. Un incremento de las temperaturas intensifica el nivel de estrés, tanto hídrico como térmico, derivando en reducciones de rendimiento”, advierten.

El jefe de Estudios de la Sociedad Nacional de Agricultura, Francisco Gana, explicó que hasta ahora el riego no ha presentado déficit, por lo que cualquier efecto sobre los cultivos podría darse hacia la próxima temporada y en áreas específicas.

Meteorología añadió que algunas plantaciones de frutales, viñas u hortalizas, podrían sufrir “golpes de calor”, derivados de este tiempo inusual, lo que merma la eficiencia de la fotosíntesis y lleva al vegetal a niveles sobre el umbral de daño, “situación que puede ser agravada con la radiación directa del sol y el estrés hídrico por falta de agua” lo que puede reducir la calidad de los frutos o las semillas.

En cuanto a la ganadería, el estrés térmico reduce la ganancia en peso de los animales, que requieren más agua para reducir su temperatura corporal y la calidad de su alimento también podría verse alterada por la pérdida de humedad del vegetal. (DF)

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