Un nuevo ajuste a la dotación de personal sorprendió por estos días a los trabajadores de la Casa Matriz de Codelco. Se trata de un grupo de 62 profesionales, 58 supervisores y 4 ejecutivos, pertenecientes a la sede central de la cuprífera estatal, que salieron entre el lunes y viernes de la semana pasada.
La cifra equivale al 7,8% del total de la dotación con que contaba la cabeza organizacional de la compañía, que cerró 2023 con un total de 799 trabajadores, según consigna la memoria correspondiente a dicho ejercicio.
La información fue confirmada por Codelco a Pulso, detallando que se trata de un proceso que busca armonizar la conformación de los equipos con la realidad económica que vive la compañía.
“Como es de público conocimiento, Codelco atraviesa una desafiante etapa productiva, económica y financiera. Con el objetivo de optimizar la organización en concordancia con la situación de la compañía, la dotación de la Casa Matriz fue revisada de forma transversal en todas las áreas para identificar sinergias y perfeccionar las funciones y procesos”, indicaron en una declaración por escrito a este medio.
Agregaron que el grupo de cerca de 60 personas corresponde a “posiciones que no serán reemplazadas, de una dotación de alrededor de 800 personas de este centro de trabajo”.
“Como toda empresa, Codelco debe viabilizar la sostenibilidad de su negocio, y para eso es necesario que los equipos de trabajo se configuren acorde a la realidad de cada momento”, enfatizaron en su respuesta.
Este grupo se suma a 36 personas desvinculadas el agosto del año pasado, con lo que ya van 98 despidos.
Según revelan las memorias de los últimos años de la estatal, la dotación de Casa Matriz alcanzó su peak en 2022, con un total de 854 trabajadores. El crecimiento en los trabajadores de la sede central comenzó en 2020, cuando Octavio Araneda era el presidente ejecutivo de Codelco, y creó gerencias que fueron eliminadas en medio de este proceso, como la de analítica. En ese año, la dotación pasó de 468 a 512 trabajadores en Casa Matriz, y en 2021 llegó a 626. Araneda dejó Codelco el 29 de agosto de 2022, siendo reemplazado por André Sougarret.
En este nuevo ajuste de personal, también salieron integrantes de las áreas de ventas, abastecimiento y otros servicios que están centralizados en Casa Matriz.
La presidenta del Sindicato de Supervisores Rol A Casa Matriz, Rosario Bustos, detalló que de los 62 trabajadores, 37 estaban afiliados a su agrupación sindical.
“Estos despidos se suman a los del año 2023, cuando en agosto despidieron 36 supervisores, 21 de ellos sindicalizados”, recordó la líder sindical. Según especificó Bustos, en los sindicatos de la estatal no existen certezas respecto a si el proceso de ajuste de personal continuará o no.
“La administración nos ha indicado que al menos por este año no, pero siempre que han ocurrido despidos, solo nos enteramos el mismo día que se produce la desvinculación, nunca antes. No tenemos claridad que área podría verse afectada. Para temas tan importantes como la protección del empleo, los trabajadores organizados no conocemos criterios, ni si existen mediciones transparentes y objetivas de los/as trabajadores/as afectados/as”, señaló.
Agregó que dicha situación mantiene a los trabajadores en alerta. “Las personas están muy inquietas y preocupadas por los despidos, debido a que no se tiene real claridad cuál es el criterio que utiliza la empresa, solo se les indica que es por reestructuración aplicando el artículo 161″.
Bustos sostiene que aunque en general la relación con la administración encabezada actualmente por Rubén Alvarado es “buena” a la hora de establecer mesas de trabajo para la implementación de leyes como 40 horas, Ley del cuidador y Ley Karin, “cuando se trata de desvincular trabajadores la situación es distinta”.
“No tenemos como sindicato ninguna incidencia, ninguna información previa, ni explicación respecto a por qué y a quiénes se despide. No existe diálogo con la administración para poder velar y proteger a nuestros trabajadores”.
“La política sindical es agotar el diálogo. Espero que esto no se transforme en un diálogo de sordos y que la administración asuma y comprenda que nuestra labor como dirigentes no se limita sólo a la aplicación de normativas, sino que nos corresponde también un rol de defensa de la estabilidad laboral. Además, no puedo desconocer que en un sector tan especializado como es la minería, el reclamo, la protesta es vista como un factor que puede cerrar puertas en momentos complejos para todos”, concluyó. (Pulso)