La Corte Penal Internacional emitió hoy una orden de arresto contra el Presidente ruso, Vladimir Putin, por crímenes de guerra debido a su presunta participación en los secuestros de niños de Ucrania.
También se emitió una orden de arresto contra la funcionaria rusa Maria Alekseyevna Lvova-Belova, comisionada para los Derechos del Niño en la Oficina del Presidente de la Federación Rusa, por acusaciones similares.
El tribunal dijo en un comunicado que Putin “es presuntamente responsable del crimen de guerra de deportación ilegal de población (niños) y del traslado ilegal de población (niños) de las áreas ocupadas de Ucrania a la Federación Rusa”.
La CPI dijo que su sala de instrucción encontró que había “motivos razonables para creer que cada sospechoso es responsable del crimen de guerra de deportación ilegal de población y transferencia ilegal de población de áreas ocupadas de Ucrania a la Federación Rusa, en perjuicio de niños ucranianos”.
Varios niños han sido deportados a la fuerza a Rusia, lugar donde se mandan a hogares para convertirse en ciudadanos rusos, o son alistados a campamentos en los que se les reeduca, reforma, e incluso entrena militarmente, según investigaciones hechas por The New York Times.
El informe hecho por la Universidad de Yale y el programa Observatorio de Conflictos del Departamento de Estado de EE.UU detallaron que al menos 6.000 niños de origen ucraniano se encuentran retenidos en 43 campos rusos. Por otro lado, la Oficina Nacional de Ucrania afirmó que, en marzo, la cifra podría ser más de 16.000. “Los niños no pueden ser tratados como botín de guerra”, comentó al medio estadounidense el fiscal Karim Khan, jefe de la acusación contra Rusia en la Corte Internacional.
Por su parte, el Kremlin no ha ocultado la existencia de un programa infantil del estilo, aludiendo a que es una medida humanitaria para proteger a los niños de la guerra. En este escenario, la imagen pública del programa, Maria Lvova-Belova, ha promocionado las adopciones en Rusia, sumado a los cambios hechos por el Kremlin en mayo de 2022, en las que se acelera el proceso de nacionalización de ciudadanos ucranianos.
“Está prohibido trasladar por la fuerza a civiles a través de una frontera, y durante un conflicto puede ser un crimen de guerra. También puede constituir crímenes contra la humanidad si forma parte de una política generalizada y sistemática. Deportar a niños podría incluso formar parte de una intención genocida”, detalló a The New York Times Mark Ellis, director ejecutivo de la Asociación Internacional de Abogados.
MOSCÚ: «ORDEN ES NULA JURÍDICAMENTE»
Rusia calificó de “nula jurídicamente” la orden de arresto del jefe del Kremlin, Vladimir Putin, ordenada este viernes por la Corte Penal Internacional (CPI).
Lo anterior, por la deportación ilegal de niños y su traslado de zonas ocupadas en Ucrania hacia Rusia, lo que supone un crimen de guerra.
“Las posibles ‘prescripciones’ de arresto que salgan del Tribunal Internacional serán para nosotros jurídicamente nulas”, escribió María Zajárov, portavoz de Exteriores rusa, en su canal de Telegram.
En la misma línea, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, tachó la orden de “indignante” e “inadmisible”.
El tribunal, creado en 2002 para juzgar los peores crímenes cometidos en el mundo, investiga desde hace más de un año posibles crímenes de guerra o contra la humanidad cometidos en Ucrania durante la ofensiva rusa.
Ni Rusia ni Ucrania son miembros de la CPI, pero Kiev aceptó la competencia del tribunal sobre su territorio y trabaja con el fiscal.
“Rusia, como otros países, no reconoce la jurisdicción de ese tribunal. Por lo que cualquier decisión de ese tipo es para Rusia insignificante desde el punto de vista del derecho”, dijoel portavoz del Kremlin, según la agencia RIA Nóvosti.
La sala de cuestiones preliminares de la CPI también emitió una segunda orden de detención contra la política rusa María Lvova-Belova.
Se tata de la comisionada presidencial para los Derechos del Niño en Rusia, con la misma acusación.
Putin se ha reunido en varias ocasiones con Lvova-Belova para abordar temas como la situación de los menores en los territorios ucranianos ocupados por las tropas rusas.
Al respecto, Lvova-Belova se congratuló hoy de que la comunidad internacional aprecie la labor que Rusia hace para que los niños no permanezcan en zonas de guerra y crear para ellos “buenas condiciones de vida”.
“Hubo sanciones de todos los países, incluso de Japón, contra mí. Ahora, una orden de arresto. Interesante qué vendrá después. Seguimos trabajando”, dijo a la prensa local.(La Tercera Agencias)