“Son conversaciones privadas”. Esa es la frase que más repitió el hombre de confianza del Presidente Gabriel Boric y asesor del Segundo Piso de La Moneda, Miguel Crispi, durante su exposición ante la comisión investigadora por el caso Manuel Monsalve para dar cuenta de la cadena de decisiones y su rol político en el manejo de la denuncia por violación en contra el exsubsecretario del Interior.
La presencia de Crispi en la Cámara de Diputado se da tras los fuertes cuestionamientos a la asesoría que le brindó al Mandatario, ya que se enteró el 15 de octubre de las acusaciones contra el otrora jefe de la policía civil, y pese a esto, Monsalve continuó hasta dos días después en su cargo, fecha en que La Segunda destapó la investigación alojada en la Fiscalía Centro Norte.
Así, la gran interrogante que intentaban despejar los parlamentarios –principalmente de oposición– era saber si Crispi recomendó al Presidente la renuncia inmediata de Monsalve, sin embargo, el asesor evitó responder argumentando que se tratan de “conversaciones privadas”.
Ante las reiteradas consultas de los legisladores, Crispi constantemente respondió que no era posible responder y citó el discurso de la ministra de Interior, Carolina Tohá, ante la misma comisión.
“No puedo como asesor del Presidente de la República compartir conversaciones que son por su naturaleza privadas. Respecto a las comisiones investigadoras que evalúan actos de gobierno, esas son cosas formales. Podemos hablar de la política al hacer esas evaluaciones. En mi rol, tengo muy restringida la posibilidad de poder compartir conversaciones que son de carácter privado”, repitió.
Las evasivas de Crispi generaron molestia entre los diputados, entre ellos, la parlamentaria oficialista Alejandra Placencia (PC), quien señaló que el funcionario no estaba respondiendo las interrogantes, mismos alegatos que fueron compartidos por casi la mayoría de los integrantes, a excepción de algunos parlamentarios como Daniel Manouchehri (PS) que vociferó que la instancia era un “interrogatorio de la CNI”, al igual que Daniella Cicardini (PS) que acusó que estaba en presencia de un cuestionario “policial”.
Respecto a la autocrítica en el Ejecutivo, Crispi manifestó que “las evaluaciones políticas que se hacen dentro de La Moneda o a las conversaciones que se tienen con el Presidente, son privadas. Lo que puedo señalar es que como principio hay un proceso de aprendizaje permanente”.
Además de sus respuestas, el asesor remarcó los detalles que entregó Tohá sobre la cronología: “Las instrucciones que da el Presidente van a recabar antecedentes, de tener una especial preocupación por la víctima y denunciante; en segundo lugar, lo que se nos instruye de manera más directa a sus colaboradores de la presidencia respecto a comenzar a buscar nombres para un reemplazo”. (La Tercera)