Cuarentena, salud y libertad

Cuarentena, salud y libertad

Compartir

La columna de Cristián Warnken (ayer) toca el aspecto esencial de lo que la tradición liberal clásica ha defendido históricamente, a saber, que es la libertad lo que hace que nuestra vida tenga sentido, entre otras, por las razones que él señala. Vivir aterrados y encerrados, en verdaderas dictaduras sanitarias por el riesgo de contagiarse un virus de letalidad moderada, habla de una disposición alarmante de la ciudadanía y la clase política a sacrificar lo que hace que la vida misma tenga sentido.

Lo cierto es que el virus no afecta a todos por igual y en nada a los niños; por tanto, la mayor parte de la población podría y debería llevar una vida relativamente normal.

Hay cada vez más evidencia de que las cuarentenas causan más daño a la salud mental y física de las personas —sin mencionar la economía— que el mismo virus. Peor aún, cada vez más estudios indican que el contagio del virus no se deja afectar por las cuarentenas de manera sostenible, algo que se refleja en el caso de Nueva Zelandia, considerado modelo de cuarentena el año pasado y que hoy enfrenta un escenario de colapso en su sistema de salud (NZ Herald, 25.03.2021). Algo similar se podría decir de Alemania.

Así las cosas, toda la política de cuarentenas ha sido no solo inútil, sino contraproducente y tremendamente destructiva desde el punto de vista humano. Más voces debieran sumarse a restaurar el sentido común abogando por esquemas de protección focalizada en lugar de una represión generalizada e infundada de nuestras libertades.

Axel Kaiser

Dejar una respuesta