DC y el balotaje: «Camino propio» o seguir en la Nueva Mayoría

DC y el balotaje: «Camino propio» o seguir en la Nueva Mayoría

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La tarea de ustedes en estos 53 días es marcar cada día con una rayita en el calendario. Lo que les quiero pedir es que cada noche, antes de dormir, algunos rezamos, otros que no creen están a punto de empezar a rezar… Antes o después del rezo, cada uno de ustedes saque la cuenta de cuántos votos consiguió para Carolina Goic. Entonces, si consiguió algunos votos, porque uno es ninguno, si consiguió algunos puede dormir tranquilo. Esa es la tarea que tienen en estos 53 días. Si vamos multiplicando como una cadena de favores, yo no tengo duda de que pasamos a segunda vuelta”.

El restaurante Lucila, ubicado en el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), se llenó de aplausos por parte de los más de 150 comensales tras escuchar a Carolina Goic, el miércoles 27. Estaban allí por una razón: aportar dinero para financiar la campaña de la senadora y abanderada de la Democracia Cristiana.

Luego de su discurso, que se extendió por cerca de 15 minutos, la candidata se devolvió a su mesa, en el centro del restaurante, cuyos integrantes no habían sido elegidos al azar: estaban su madre, Mary Boroevic, y su hermana Marcela Goic, por parte de su familia. También estaban la ex senadora Carmen Frei, el ex vicepresidente ejecutivo de la comisión de reforma agraria durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva y ex senador Rafael Moreno; el ex ministro de Hacienda y quien lidera el equipo económico de la candidata DC, Alejandro Foxley; el ex ministro y líder de “los chascones”, el sector más progresista del partido y quienes se mostraron reacios en un principio a ir directamente a primera vuelta, Belisario Velasco y Matías Walker, presidente subrogante de la DC y quien es reconocido como uno de los parlamentarios más cercanos a la senadora por Magallanes.

Durante su discurso, la alusión a una “segunda vuelta” fue señalada en numerosas ocasiones. Goic reconocería, incluso, que se trata del desafío más importante. Lo que ocurra con el balotaje puede definir también la suerte de la DC.

El tema había sido reflotado ese mismo miércoles 27, sólo unas horas antes de que se iniciara la cena de recaudación de fondos para la candidata DC en el GAM. “Estoy clara que a partir del 19 de noviembre (…) todas las fuerzas democráticas vamos a estar, sin duda, en condiciones de poner en frente la mirada país. Y sobre eso vamos a generar acuerdos”, planteó Goic al ser consultada por la prensa respecto de la disponibilidad de la DC a un acuerdo con el otro candidato oficialista, Alejandro Guillier.

Goic ha insistido en no adelantar un pronunciamiento hasta después de las elecciones. “Yo no suelo anticiparme a las situaciones, a hacer política de ficción”, dijo la candidata DC el jueves 28 en el debate presidencial de la Asociación Nacional de la Prensa -ANP- cuando se le preguntó sobre la forma en que enfrentaría el balotaje si es que era Guillier el que pasara a segunda vuelta. “Somos un partido serio y como partido serio no le quepa duda de que después del 19 de noviembre nos vamos a poner de acuerdo”, añadió.

El motivo para retrasar la definición, aseguran en su entorno, más allá de no dar señales de debilidad ante una postulación que la aventaja en las encuestas, es no reabrir la pugna al interior de la DC por la continuidad del partido en la Nueva Mayoría. Esto, luego de que la compleja convivencia en el segundo gobierno de Michelle Bachelet incentivara a algunos sectores de la DC ha impulsar la tesis del “camino propio” y de retomar la esencia del partido.

La tensión que existe al interior de la DC ya había quedado en evidencia a inicios de año, con ocasión del debate para definir si irían a primarias con quienes habían sido sus aliados por más de 30 años o sí, por primera vez desde el retorno de la democracia, la DC llevaría directamente a un candidato a primera vuelta, generando un escenario inédito en el oficialismo. La decisión de la junta nacional de llevar Goic a la elección de noviembre, lejos de cohesionar al partido de la flecha roja, sólo postergó el fantasma de un nuevo quiebre en la DC, el tercero en su historia.

Por eso, reconocen dirigentes democratacristianos, la discusión volverá a surgir con miras al balotaje. Algunos, incluso, pretenden que se sinceren antes las posiciones.

GUERRA DE POSICIONES

La idea ya estaba circulando desde hace casi un mes y medio: redactar una carta pública pidiendo que las dos candidaturas de la Nueva Mayoría -Carolina Goic y Alejandro Guillier- comprometan apoyo mutuo para quien sea que pase a la segunda vuelta. Finalmente, la carta se publicó el viernes con apoyo de dirigentes y representantes no solo de la DC, como el ex senador Mariano Ruiz Esquide, los consejeros nacionales Nolberto Díaz, Dinka Tomicic, Alejandra Miranda, Pilar Gutiérrez y Marcela Labraña, los diputados Yasna Provoste, Víctor Torres, Gabriel Silber, Aldo Cornejo, Juan Morano, Sergio Ojeda, José Miguel Ortiz y Patricio Vallespín. A ellos se suma el ex intendente y candidato a senador por La Araucanía Francisco Huenchumilla y el presidente de la juventud DC, Diego Calderón, y la ex vicepresidenta DC Soledad Lucero y el ex alcalde Raúl Donckaster, quienes comenzaron las gestiones para sumar apoyos a la misiva. Asimismo, la carta -titulada “Para seguir construyendo”- fue firmada por el presidente del PPD, Gonzalo Navarrete, junto a parlamentarios del PPD, por la diputada PC Karol Cariola, el ex ministro radical Isidro Solís y líderes PS como Isabel Allende y el timonel Álvaro Elizalde, entre otros.

La carta plantea que “no logramos coincidir en un solo candidato presidencial que nos representara. Esta es una grave falla que hemos cometido y debemos intentar minimizar las consecuencias”. A eso agrega que “una vez superada la primera vuelta, en la que cada uno de nosotros hará el mayor esfuerzo por aquel que más directamente lo identifica, nos comprometemos a que en la segunda vuelta apoyaremos a la candidata o candidato que represente a las fuerzas de centroizquierda e izquierda y nos desplegaremos por el país para el éxito que será común”.

Entre quienes apoyaron la misiva se comentaba que adelantar un acuerdo de apoyo recíproco entre las dos candidaturas de la Nueva Mayoría era un gesto de “transparencia” con el electorado de la centroizquierda al momento de votar por los candidatos DC respecto de cómo estos actuarán en el balotaje.

En ese mismo sector, que en su mayoría defendió la opción de participar en primarias de la Nueva Mayoría para elegir al abanderado único del oficialismo, sostienen que el debate en torno al apoyo que la DC le brindaría al candidato de la centroizquierda que pase a segunda vuelta es más bien “ficticio”, porque el partido, en la junta nacional del 11 de marzo, la misma que proclamó a Carolina Goic como la candidata presidencial DC, aprobó un voto político que definía el “domicilio político” de la DC en el espacio de la centroizquierda.

“No cabe duda de que las fuerzas de centroizquierda se van a unir en torno a la candidatura que pase a la segunda vuelta. Ya sea Carolina o la de Alejandro (Guillier), y ese es el acuerdo político que tiene el partido y creo que, además, es un acto de responsabilidad para darle continuidad al proceso de cambio que ha estado viviendo Chile bajo nuestros gobiernos sencillamente”, plantea el senador DC y ex presidente de la colectividad Jorge Pizarro, quien estaba al tanto de las gestiones que estaban realizando los impulsores de la carta, aunque no la firmó. Además, argumentan que el tiempo entre la primera -el 19 de noviembre- y la segunda vuelta -el 17 de diciembre- es muy breve, menos de un mes, para recién comenzar “a ponerse de acuerdo”.

Una postura diferente ha mostrado la mesa directiva, particularmente Matías Walker. El parlamentario por Coquimbo aboga porque este tema sea abordado después del 19 de noviembre, argumentando que ahora la principal responsabilidad y deber del partido y del comando es hacer todos los esfuerzos porque sea Goic quien pase al balotaje. A juicio de Walker, esa es, además, la única forma de garantizar que habrá una segunda vuelta e impedir un eventual triunfo de Piñera el 19 de noviembre.

En la misma línea se ha mostrado el diputado Fuad Chahín. El ex vicepresidente DC y líder de los “colorines”, quien busca dar el salto al Senado por La Araucanía, suma a los argumentos esgrimidos por Walker la necesidad de esperar a conocer con la elección de noviembre “el peso” real que tendrá cada partido, y el tamaño de las respectivas bancadas de legisladores en el Congreso, lo que permitiría construir alianzas para un eventual futuro gobierno. De todas formas, Chahín ya estaría definiendo apoyar a Alejandro Guillier si es que no es Carolina Goic quien pase a segunda vuelta, postura por la que podría abogar ante el consejo nacional -del que es miembro-, instancia partidaria que estaría facultada para resolver el apoyo del partido a una candidatura en segunda vuelta.

Dicho organismo se reunirá mañana y ya hay quienes han sugerido que el tema debería ponerse en tabla, aunque la mesa no había confirmado que así sería.

Quienes han optado por diferir la definición -sin embargo- también han comenzado a tomar más fuerza. Parte de ellos son quienes han resentido las esquirlas de las tensiones que ha vivido la coalición oficialista en el último tiempo, como las intensas tratativas para lograr un acuerdo parlamentario que les permitiera competir unidos, lo que finalmente no prosperó y terminó en una lista “guillierista” en la que participan el PR, PS, PPD y PC y otra lista con la DC, la Izquierda Ciudadana (IC) y el MAS, ambos partidos que también proclamaron a Guillier como su candidato.

Parlamentarios como Marcelo Chávez o Iván Flores, en privado han mantenido en suspenso su eventual apoyo al senador por Antofagasta en caso de que sea él quien pase a segunda vuelta. Ambos, además, han esgrimido argumentos similares, como que los partidos que han apoyado a Guillier jugaron un rol importante en el fallido intento de un acuerdo parlamentario entre todos los partidos de la Nueva Mayoría, lo que, además, demostró la incapacidad de Guillier para ordenar a la coalición.

Donde sí parece haber mayor claridad sobre su postura es en los sectores del partido que han sido muy críticos de la opción de Guillier, quienes en privado reconocen abiertamente no estar disponibles para reorganizar a la Nueva Mayoría.

Aunque hace un año la ex ministra de Educación Mariana Aylwin dijo que un apoyo de su partido a Guillier podría terminar con su militancia en el partido, a medida que se acerca la elección ha decidido mantenerse más cautelosa. En su grupo Progresismo con Progreso, uno de los sectores que más defendieron la opción de ir directamente a primera vuelta con la candidatura de Carolina Goic, han preferido mantenerse en silencio hasta la elección presidencial y se comenta la “reticencia” que genera en algunos la idea de votar por Guillier, aunque tampoco se ven seducidos por la idea de apoyar a Piñera. Hasta ahora se ha puesto en conversación la opción de la “libertad de acción”, aunque no es algo que esté zanjado.

LA VOZ DE GOIC

Pese a que la abanderada y su comando han optado por diferir el debate, es un hecho que el tema ha sido abordado de manera informal varias veces.

En el equipo cercano de Goic hay quienes han sido enfáticos en descartar su eventual apoyo al candidato PR, PS, PC, PPD, IC y MAS, como es el caso del ex ministro del Interior Jorge Burgos, actual coordinador político del equipo de Goic, quien ya ha puesto en duda públicamente su eventual apoyo a Guillier en segunda vuelta. Sin embargo, también ha preferido mantenerse en silencio hasta el momento de la elección, en noviembre, y ha reiterado, en público, la conveniencia de que el tema se resuelva después de los comicios. “Cada día tiene su afán”, se le ha oído decir. En una postura similar está el coordinador programático del comando, Eduardo Saffirio, quien -en todo caso- ha sido un crítico de un entendimiento con Guillier cuando se le pregunta en privado por este tema. El ex diputado señala en reserva que prefiere una DC “pequeña”, pero depurada en sus prácticas y políticas de alianza.

“Obviamente que la DC ha vivido momentos complejos y es ilógico creer que esas tensiones no se vivan en los próximos seis meses”, comentó Saffirio.

La propia abanderada -en tanto- aún no resuelve la posición que adoptará en el balotaje. Pese a que ha sido una ferviente partidaria de domiciliar a su partido en la “centroizquierda” -lo que descartaría de plano un acuerdo con Sebastián Piñera-, a Goic le hacen sentido las voces que sostienen que la decisión de levantar una opción propia en la carrera presidencial no tiene mucho sentido si se corre a reavivar alianzas -como la de la Nueva Mayoría- cuyas consecuencias políticas terminaron por debilitar a la DC.

Y en ese sentido no son pocos quienes creen que la postura que tomará la colectividad respecto a si apoyar o no a Alejandro Guillier en caso de ser el candidato que enfrente a Piñera en segunda vuelta reflotará la discusión que ha estremecido a la DC en los últimos años y le haga mirar a la cara una vez más la amenaza del quiebre partidario. (La Tercera)

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