La Corte Penal Internacional (CPI) condenó este jueves a 25 años de cárcel al que fuera niño soldado y ex comandante ugandés del Ejército de Resistencia del Señor (ERS) Dominic Ongwen por 61 crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos entre 2002 y 2005.
Los jueces, en una decisión por mayoría, recordaron «la extrema gravedad de los crímenes» por los que ya fue considerado culpable el pasado febrero, entre los que se encuentran ataques contra la población civil, asesinatos, reclutamiento de niños soldado, matrimonios y embarazos forzados.
El ERS atacó, en su lucha contra el gobierno del presidente Yoweri Museveni, campamentos de desplazados internos localizados en el norte de Uganda que, supuestamente, eran defendidos por el Ejército.
En la vista celebrada hoy en la CPI, Ongwen se puso de pie para escuchar la sentencia, tal y como le pidió el magistrado Bertram Schmitt, y no hizo ningún gesto cuando se dictaminaron los 25 años de prisión.
La CPI descartó que Ongwen, de 43 años, sufriera alguna enfermedad mental en el momento de los ataques contra los campamentos de desplazados en el norte de Uganda. «Las evidencias demuestran que estaba en posesión total de sus facultades mentales y ejercía su rol como comandante», se dijo en la sentencia.
La defensa argumentó durante el juicio que su cliente era un subordinado del líder y fundador del ERS, Joseph Kony, pero los jueces negaron esa circunstancia y añadieron que Ongwen «actuaba de forma independiente con frecuencia y se opuso a algunas de sus órdenes».
La gravedad de los crímenes llevó a la Oficina Pública de Defensa de las Víctimas a solicitar la cadena perpetua, una pena que se aplica de manera excepcional en el campo de la justicia internacional. No obstante, los magistrados rechazaron imponerla debido al pasado de Ongwen como niño soldado, pues fue reclutado por el ERS cuando tenía nueve años, en un trayecto entre su casa y su escuela.
«Su socialización se produjo en un ambiente tan violento como el del ERS», donde tuvo que «presenciar crímenes terribles» y fue «forzado a participar en incidentes violentos», añadió el juez Schmitt.
La pena de Ongwen es la segunda más alta impuesta hasta ahora por el tribunal con sede en La Haya, solo por debajo de los 30 años a los que fue sentenciado el ex jefe guerrillero Bosco Ntaganda por crímenes en la República Democrática del Congo.
Ongwen lleva detenido en el centro de detención de la CPI más de seis años, desde enero de 2015, por lo que ese tiempo se le descontará de los 25 años de su sentencia, que puede ser apelada.(Emol EFE)