Desarrollos de I+D «made in Chile» se diversifican

Desarrollos de I+D «made in Chile» se diversifican

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Chile es el país de la OCDE que menos invierte en Investigación y Desarrollo (I+D). Apenas un 0,77% del Producto Interno Bruto (PIB). A eso se suma una débil vinculación entre empresas y entidades generadoras de conocimiento. Pese a ello, existen programas que incentivan la investigación e innovación tecnológica.

Uno de ellos es el Programa de Atracción de Centros de Excelencia de Corfo, cuyo objetivo es mejorar vinculación entre estas entidades, atrayendo a Chile las mejores prácticas internacionales en la materia. Su ejecución no ha sido en vano, y las investigaciones de carácter internacional allí generadas comienzan a dar resultados, demostrando el potencial del desarrollo local.

Un caso emblemático de estos centros es el del Centro de Excelencia en Medicina de Precisión de Pfizer (CEMP), donde se está desarrollando el estudio Nirvana, que busca validar un nuevo método de diagnóstico en cáncer de pulmón, mediante secuenciación y análisis bioinformático. En este contexto están desarrollando una biopsia líquida. ¿Cómo? A través de plataformas tecnológicas de secuenciación masiva y bioinformáticas, buscan marcadores tumorales presentes en los ácidos nucleicos libres en el plasma de los pacientes. Un desarrollo que permitiría, a futuro, diagnosticar el cáncer únicamente mediante una muestra de sangre.

Pero en suelo chileno no sólo hay desarrollos en medicina, también los hay en energía y agricultura. Así, por ejemplo, investigadores de Fraunhofer Solar y Fraunhofer Biotec crearon AgroPV, un sistema que permite utilizar la energía solar en cultivos chilenos.

En materia energética, en tanto, Engie Laborelec Chile y First Solar llevaron a cabo la primera prueba en Latinoamérica, y la segunda en el mundo, para la participación activa en servicios complementarios de una central fotovoltaica. Estos demostraron las capacidades reales de la Central Luz del Norte, de 141 MW, para brindar servicios complementarios. Además, se realizó una simulación de la conexión de la planta al sistema de Control Automático de Generación (AGC), del Sistema Eléctrico Nacional.

¿El impacto? La prueba, demostró que las ERNC tienen la capacidad de brindar servicios de balance, necesarios para la estabilidad y confiabilidad del sistema eléctrico, y que por lo mismo, sí es posible su participación en un mercado de servicios complementarios.

BALANCE

Aunque estos desarrollos podrían marcar un antes y un después en materia de salud, energía y agricultura, no son los únicos resultados. Al cierre de 2017, el programa contabilizó 12 Centros de Excelencia Internacional, que presentan más de 35 líneas de I+D y más 80 proyectos vinculados, en los sectores de minería, TIC, industria alimentaria, energía y eficiencia energética, diagnóstico molecular, ciencias para la vida y nanotecnología, entre otras.

A ello se suman más de 40 patentes solicitadas, 16 licenciamientos, tres spin off, además de cerca de 150 contratos con la industria, y 36 con el sector público.

Marcela Angulo, gerente de Capacidades Tecnológicas de Corfo al momento de dar esta entrevista, comenta que a estas métricas se suma una red de más de 130 investigadores (en jornada completa equivalente, FTE) con grados de PhD y Magíster, y más de 800 metros cuadrados por parte de los CEIs para el desarrollo de I+D.

Aunque reconoce que los resultados son positivos, la ejecutiva afirma que se puede hacer más, mejorando determinadas falencias. “Si bien se ha avanzado mucho en esto en los últimos años, las empresas aún invierten poco y las universidades hacen poca investigación aplicada que pueda transformarse en resultados concretos que impacten en la productividad de las empresas o permitan crear nuevas de base tecnológica”, argumenta.

Agrega que el Programa de Atracción de Centros de Excelencia de Corfo fue creado precisamente con el objetivo de mejorar esta vinculación, trayendo a Chile las mejores prácticas para hacer investigación, desarrollo e innovación tecnológica, así como también se esperaba ampliar redes entre los actores internacionales y las universidades y centros de investigación chilenos y generar casos de éxito que provoquen un efecto demostrativo en nuestro ecosistema.

Todos, dice, objetivos que se han cumplido gracias al aporte de los 12 centros de excelencia que forman parte del programa y a la generación de 25 alianzas con universidades chilenas.

Desde la agencia de gobierno también destacan la participación de Inria, Leitat y UC Davis en Hubs de Transferencia Tecnológica, la homogenización de indicadores de desempeño críticos y re-definición de metas y, alineamiento con programas estratégicos clave para focalizar y potenciar impacto de la I+D liderada por los CEIs.

Estos, dicen, constituyen importantes avances en la conexión con universidades, centros de investigación, Programas de Ing2030 y amplios vínculos con la comunidad de emprendedores, además de la implementación de un Modelo de Acompañamiento Estratégico para contribuir al impacto en el sistema de innovación y alineamiento con prioridades estratégicas del país. (DF)

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