A través de su cuenta oficial de Twitter, el portavoz del departamento de información del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Zhao Lijian, lanzó gruesos dardos hacia Estados Unidos, al compartir un video con parte de la declaración de Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., ante el comité del Congreso de ese país, realizada el 11 de marzo.
En su declaración Redfield confesó un hecho de alta complejidad, y es que algunas muertes por influenza en EE.UU. se identificaron más tarde como casos de COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
Pese a esto, el funcionario de salud evitó entrar en detalles, como el número de personas fallecidas, aunque se sabe que las cifras previas respecto a muertes por influenzas habían llamado la atención por su alto número en contraste a años anteriores.
Pero más allá de la omisión de esta importante información por parte de los servicios de salud estadounidenses Zhao fue más allá, y a través de su cuenta de Twitter apuntó incluso al Ejército de Estados Unidos como potencialmente responsables por la pandemia que afecta al globo.
Específicamente el funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores chino escribió lo siguiente: “Los CDC fueron atrapados en el acto. ¿Cuándo comenzó el paciente cero en EE. UU.? ¿Cuántas personas están infectadas? ¿En qué hospitales? Puede que haya sido el ejército de EE. UU. el que trajo la epidemia a Wuhan. ¡EE.UU. nos debe una explicación!”.
En tanto, el día de ayer, Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, al que pertenece el departamento de información -del que es a su vez portavoz Zhao Lijian-, señaló que “opiniones variadas” sobre el origen del virus en la comunidad internacional, y que “China siempre considera esto como una cuestión científica, que debe abordarse de manera científica y profesional”, evitando profundizar en las acusaciones directas contra EE.UU.
En esa línea CNN en español reportó que hace 10 días, el 4 de marzo, Zhao había señalado en una conferencia de prensa que “aún no se ha llegado a ninguna conclusión sobre el origen del virus”, y que los científicos chinos todavía están rastreando de dónde proviene, algo similar a lo ocurrido el 27 de febrero, cuando el destacado experto chino en enfermedades infecciosas, Zhong Nanshan, apuntó que “La infección se detectó por primera vez en China, pero el virus puede no haberse originado en China”.
Igualmente el embajador de China en Sudáfrica, Lin Songtian, dijo en Twitter el 8 de marzo que aunque la primera epidemia se registró en China, no significa que el virus “se originó en China”.
Cabe destacar que sectores conservadores en Estados Unidos han protagonizado una campaña para llamar al COVID-19 como «virus chino» o «virus de Wuhan», en lo que algunos analistas interpretan como una maniobra para apuntar hacia una responsabilidad externa y así reducir los daños a la administración Trump que ha causando su propio manejo de la pandemia.
Pero más allá de las acusaciones cruzadas, Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Chino, afirmó que “No esperamos que nadie resuelva este problema para estigmatizar a otros países” y que “Con el COVID-19 convirtiéndose en una pandemia, el mundo debería unirse para combatirlo en lugar de lanzar acusaciones y ataques entre sí, lo cual no es constructivo en absoluto”. (SoyChile)
Aquí el tweet de Zhao Lijian:
2/2 CDC was caught on the spot. When did patient zero begin in US? How many people are infected? What are the names of the hospitals? It might be US army who brought the epidemic to Wuhan. Be transparent! Make public your data! US owe us an explanation! pic.twitter.com/vYNZRFPWo3
— Lijian Zhao 赵立坚 (@zlj517) March 12, 2020