Prácticamente acorralado quedó el obispo evangélico Eduardo Durán Castro, luego de que su hijo, el diputado RN Eduardo Durán Salinas, renunciara a la junta de oficiales de la Catedral Evangélica de Santiago, quitándole uno de los principales soportes para la continuidad en el cargo.
Durán Salinas confirmó su salida durante esta madrugada, citando diferencias irreconciliables con su padre, quien se ha vuelto involucrado en una serie de polémicas respecto de su patrimonio y, más recientemente, el anuncio de separarse de su mujer -la madre del parlamentario- para volver a casarse.
Este último antecedente habría sido clave en su distanciamiento, gatillando una fuerte discusión entre ambos luego de que Raquel Salinas le exigiera al obispo Durán renunciar al cargo si quería divorciarse de ella.
Con la salida del diputado Durán, quien recibía una “mesada” de 4 millones de pesos en palabras de su propio padre, la continuidad de Duran Castro a la cabeza de la Primera Iglesia Metodista Pentecostal, se ve cada vez más comprometida. (Bio Bio)