En la votación donde este jueves se aprobó en general la reforma tributaria, Raúl Soto se transformó en uno de los pocos diputados de la Democracia Cristiana que se opuso al proyecto del Gobierno, tanto en el articulado general como en algunas de sus indicaciones.
El parlamentario otra vez se manifestó en contra de la iniciativa del Ejecutivo, en especial en la reintegración, punto que fue visado precisamente con respaldo de la falange para ser despachado.
Por lo mismo, cuando supo del nuevo triunfo que se anotó La Moneda con apoyo de su colectividad, Soto tomó una drástica decisión, que hace tiempo venía meditando: renunciar a su militancia en la DC.
«La gota que rebasó el vaso fue la situación de hoy con la reintegración tributaria. Yo hace meses que me había declarado en reflexión y señalé que el límite que no se podía cruzar era justamente aprobar la reintegración, por lo que ésta implicaba, y hoy día me vi en la obligación de actuar en consecuencia y tomar una decisión, así que eso es lo que estoy haciendo ahora«, sostuvo en diálogo con Emol.
Soto afirmó estar «totalmente defraudado» con el Partido Demócrata Cristiano y con las determinaciones que han tomado sus principales líderes, ya que, según acusa, la colectividad se ha convertido en otra fuerza oficialista en el Congreso.
«Esto es para cerrar un ciclo. Había tomar una decisión que no podía postergar más porque en definitiva hay una postura partidaria y una estrategia política que va a seguir aplicándose, y la cual yo no comparto, y por lo tanto tenía que tomar la decisión para ser consecuente con todo lo que he dicho durante los últimos meses. Yo creo que ya se sobrepasó todo límite», expuso.
Asimismo, Soto aseguró que la falange «ya se pasó a la vereda de al frente», y que «hoy día está cogobernando» con el Ejecutivo y «negociando en prácticamente todos los proyectos del Gobierno». «Esa es una situación que yo simplemente no comparto y que no podría avalarla, no podría simplemente mirar para el techo y hacerme el leso», puntualizó.
¿Qué va a pasar ahora con el diputado? Según indicó, su primera tarea será formalizar su renuncia a la DC, hecho que se concretaría el lunes de la próxima semana. Luego, se tomará «las cosas con calma». «Creo que voy a estar un tiempo como independiente para ver bien qué pasa al interior del partido. Tengo que hablar con mucha gente también que ha respaldado nuestra postura y ver cómo se van dando los hechos», concluyó. (Emol)
«ESTADO DE REFLEXIÓN»
El “estado de reflexión” en el que se encontraba el diputado Raúl Soto sobre su militancia en el Partido Demócrata Cristiano se acabó.
En los próximos días el parlamentario concurrirá hasta las oficinas del Servicio Electoral para hacer efectiva su renuncia al partido que le posibilitó lograr un escaño en la Cámara Baja. ¿La gota que rebalsó el vaso? La votación de sus pares democratacristianos, que permitió al gobierno anotarse un triunfo aprobándose el proyecto de modernización tributaria, con reintegración incluida.
Su partido hoy -tras un acuerdo con el gobierno- aprobó la reintegración en el proyecto de modernización tributaria, algo que usted ha criticado en numerosas ocasiones. ¿Está decepcionado de la DC?
Estoy muy decepcionado de la DC, este no es el partido al cual yo ingresé. Por su historia y principios pensé que desde acá era posible construir una opción de vanguardia para impulsar los cambios sociales que Chile requiere. Sin embargo, bajo la conducción de Fuad Chahin se ha convertido justamente en lo contrario, hoy es un partido que ha renunciado a sus principios y a su vocación popular, para pasar a ser un partido de puro pragmatismo donde todo es negociable, donde la justicia social y el combate contra la desigualdad dejaron de ser las banderas de lucha y no importa terminar beneficiando a los más ricos del país con un perdonazo tributario, como el aprobado hoy con la reintegración. Eso es dispararnos a los pies, es pasar un límite ético y político que no podíamos pasar porque es sin retorno. Hoy la DC es un partido que está cogobernando, es un partido más de derecha que solo busca administrar el status quo y perfilarse comunicacionalmente.
Usted calificó como “una vergüenza” que su partido apoye la reforma tributaria del gobierno. Incluso, en su Twitter planteó que se están trasgrediendo las bases y lo planteado por el Congreso Ideológico de la DC. ¿Eso es un incumplimiento por parte de la mesa de Chahin?
Es una vergüenza porque no solo negocian a costa de los principios del partido, sino que con ello terminan generando una consecuencia nefasta que es la profundización de la desigualdad en Chile. Y eso es un evidente incumplimiento a lo que señala el Congreso Ideológico y la Junta Nacional. El Congreso dice que la DC debe luchar por la justicia social y tributaria a través de cambios que impliquen impuestos progresivos, es decir, que los que más tienen contribuyan más al fisco para que esos recursos sean redistribuidos con políticas sociales. Acá se hace justo lo contrario, se avala en los hechos una rebaja de la carga tributaria de los súper ricos en más de 800 millones de dólares anuales. Eso para mí no era transable, ni siquiera compensable. Hay cosas en la vida que no son negociables y ésta era una de ellas. Además, la Junta Nacional nos fijó el marco de acción que es la defensa de las transformaciones sociales en beneficio de los más vulnerables y acá lo que hicieron fue arrodillarse ante los poderes económicos para alivianar su carga tributaria, justo en la dirección contraria a lo establecido en el gobierno anterior. El domicilio político en el cual nos puso la ciudadanía y las bases de la DC es la oposición, pero acá se está actuando en cogobierno, se cruzó la vereda. Desde el momento que traicionas tus propios principios ya no hay excusa de “oposición constructiva” que valga, la DC actúa como el cuarto partido de gobierno en la Cámara de Diputados, y cuando le hacen un guiño a la oposición es solo para lavar la imagen.
Anteriormente ya había planteado que estaba en “estado de reflexión” sobre su permanencia en el partido. ¿La mesa le dio el espacio para plantear sus críticas?
La DC hoy carece de diálogo interno, las distintas sensibilidades al interior no conversan, más bien los que tienen el poder interno y la conducción buscan permanentemente poner el pie encima e invisibilizar las posiciones disidentes. Lo hicieron conmigo en la reforma previsional cuando me sacaron injustamente de la presidencia de la Comisión de Trabajo por no avalar un mal acuerdo con el gobierno. Y lo hicieron ahora otra vez en la reforma tributaria. Fui censurado, no me otorgaron la posibilidad de hablar en la Sala, me negaron expresamente ocupar parte del tiempo de la bancada para expresar mi postura, quien es además la de varios otros parlamentarios y la de la gran mayoría de las bases. Entonces hay un actuar antidemocrático y autoritario en la conducción del partido y la bancada DC. Espero, sin embargo, hacer mis descargos formalmente en las instancias partidarias internas, sobre todo ante la militancia.
Entonces, con lo que ocurrió hoy en la Cámara, ¿va a renunciar a la DC?
Llevo varios meses en periodo de reflexión, justamente me declaré en ese estado cuando mi partido aprobó la reforma tributaria en la Comisión de Hacienda. En ese momento dije que el límite que no se podía pasar era respaldar la reintegración en la sala y fue lo que finalmente ocurrió. Entonces, en la vida y en la política hay que ser consecuentes y tomar las decisiones por más difíciles que sean. Es el momento de actuar en consecuencia y voy a renunciar a la DC. No me siento representado por esta DC, soy de oposición y mi partido actúa como uno de gobierno. Llegué a la política para contribuir a cambiar la realidad en beneficio de la ciudadanía, de los más vulnerables y de la clase media, y mi partido actúa permanentemente transando esos valores. No me representa. Desde acá no se puede contribuir a que se produzcan cambios relevantes, porque priman otros intereses, principalmente económicos y políticos que lo impiden.
Y más allá de la reforma tributaria, ¿por qué toma esta decisión?
No es solo la reforma tributaria, pasó algo similar en pensiones y prácticamente en todos los proyectos de ley del gobierno. Hay una estrategia política detrás donde lo que se busca es jibarizar el partido, transformarlo en uno pequeño y controlable, un partido bisagra que no esté basado en principios, sino que actúe solo por pragmatismo. Esa estrategia es la continuidad del camino propio de las anteriores elecciones y de quienes sostienen que la DC se debe ubicar en el centro, incluso coquetear con la centroderecha. Quienes manejan la DC desde el poder político y económico están hace años en esa estrategia y hoy la están ejecutando a través de la conducción de Fuad Chahin y con la colaboración de una parte de la bancada de diputados. Ante eso me revelo, siempre lo hice, es un tremendo error, es poner la lápida a la DC como la hemos concebido hasta ahora. No estoy disponible para ser cómplice de aquello. Y en el estado actual de cosas si no te sumas te vetan, como ocurrió conmigo. Por eso prefiero dar un paso al costado y seguir siendo consecuente con los principios y valores del humanismo cristiano, pero desde afuera.
¿Cuándo haría efectiva su renuncia?
Tengo que hablar con mucha gente, principalmente dirigentes y militantes de todo el país que de alguna manera durante estos meses nos han manifestado su apoyo y se han sentido representados. A ellos les debo gratitud infinita. También espero tener la posibilidad de conversar en las instancias partidarias que correspondan y con la bancada, porque no es un tema de diferencias personales, sino que de diferencias políticas irreconciliables. Luego de eso lo formalizaré. Debería ocurrir en los próximos días.
¿Ha conversado con sus compañeros “díscolos” de la bancada como Víctor Torres, Manuel Matta y Mario Venegas sobre su decisión? ¿Podrían hacer lo mismo?
Lo hemos conversado muchas veces y sé que también tienen niveles de decepción altos. Sin embargo, esta decisión es muy personal, fue un proceso interno muy largo y difícil. Espero que lo comprendan porque valoro mucho la consecuencia que ellos han tenido a pesar de muchas presiones que han recibido. Respeto el proceso personal y político de cada uno de ellos, y sé que también entenderán el mío.
¿Y ha estado en conversaciones con otros partidos de la oposición para entrar a sus filas?
Hay mucha buena onda con el resto de los partidos de oposición, varios me han manifestado que tengo las puertas abiertas, pero la verdad hoy no estoy pensando en una nueva casa política, quiero ser muy prudente y tomarme las cosas con calma.
¿Qué riesgo ve en la estrategia de la mesa de Chahin de un “perfilamiento propio”? ¿Le está haciendo daño a la Democracia Cristiana?
Le hace mucho daño. Los riesgos son muchos. Desde el punto de vista externo es volver a aislarse del resto de la oposición y del punto de vista interno hay una olla a presión que en algún momento va tener que encontrar una válvula de escape. Lo que ocurre conmigo es un claro síntoma de eso. Están provocando una crisis que en algún momento va estallar muy fuerte.
La Tercera