La debilidad de China, la caída en el precio del cobre, pero sobre todo las expectativas de crecimiento de EEUU para este 2025 empujaron el dólar a nivel global, lo que se tradujo en Chile en un alza de dos dígitos del tipo de cambio en la primera jornada del año, llevándolo a cerrar por sobre la barrera sicológica de los $1.000. Cifra que, además, pone presión sobre el Banco Central.
El tipo de cambio inició el año con un fuerte repunte frente al peso chileno, en una jornada marcada por el dato de Imacec de noviembre, que se ubicó por sobre las expectativas del mercado (2,1% versus 2%). En este contexto, la divisa estadounidense cerró en $1.005,2 lo que implicó un alza de $12 respecto al cierre del lunes (el martes no hubo transacciones en Chile por el feriado bancario).
Este es su mayor nivel desde julio de 2022, y es la cuarta vez que cierra la sesión sobre los $1.000. Anteriormente, ocurrió en las jornadas del 12, 13 y 14 de julio de 2022. Fue ese último día cuando tocó su máximo histórico de $1,051, tras lo cual el Banco Central intervino.
Más allá de las causas, el alza del dólar tiene un impacto en la inflación y, por tanto, presionaría las futuras decisiones del Banco Central respecto de la Tasa de Política Monetaria, pues al recortar los tipos se produce un diferencial de tasas de EEUU, que están más altas que en Chile, profundizando un debilitamiento del peso.
QUÉ DICEN LOS ECONOMISTAS
Alejandro Fernández, socio de Gemines Consultores, señala que el Emisor “no debería bajar la TPM en varias reuniones más. Tal vez hasta junio o lo que sea necesario. El panorama de la inflación se ve complicado”.
Por su parte, Sergio Lehmann, economista jefe de BCI, explica que en su entidad “estamos afinando proyecciones”, pero explica que “de cualquier forma se reconoce un desalineamiento (del dólar). Debería bajar el tipo de cambio, aunque sostendrá una alta volatilidad por factores externos”.
Con este telón de fondo, agrega que “naturalmente pone presión a la inflación, dado los efectos sobre bienes importados. El impacto dependerá del plazo que tarde en ajustarse a un valor más coherente con sus fundamentos”.
Según Fernández, “todo parece indicar que el peso seguirá débil la mayor parte del año, por lo que no será raro verlo en o por sobre los $1.000. Va a depender mucho de lo que pase con el dólar en los mercados internacionales y el precio del cobre. Puede mostrar alguna tendencia a la baja en el año, pero es difícil que baje de los $950 a fin de año”.
Tomás Flores, economista de Libertad y Desarrollo, explica que “en el IPoM de diciembre se señala a la devaluación del peso como un factor de riesgo para la evolución de la inflación y dado que el precio del cobre cayó bajo los US$4 por libra, el dólar a $1.000 se hizo realidad. A diferencia de julio de 2022, en esta ocasión no habrá intervención cambiaria por lo cual $1.000 por dólar será el nuevo valor frecuente”.
Por su parte, Fernando Suárez, senior portfolio manager en Fintual, señala que “esperamos que el dólar permanezca fuerte en relación al resto del mundo durante 2025″, pero también sostiene que “un dólar más elevado puede poner más presión al Banco Central, sobre todo si la depreciación se vuelve más idiosincrática, es decir, que el peso se desacople del resto de las monedas emergentes. Recordemos que, en dichos escenarios, el coeficiente de traspaso del tipo de cambio a la inflación es mayor”.
RAZONES DEL ALZA DEL DÓLAR
La fortaleza de la economía de EEUU y los límites que ello le impone a la Fed a la hora de recortar la tasa es el principal factor detrás del fortalecimiento de la divisa a nivel global. De hecho, al cierre de esta edición, el dollar index – que mide a la moneda de EEUU frente a una canasta de divisas globales-, se había empinado 0,74% en la jornada, lo que implica un alza en 12 meses de 6,57%.
De hecho, el nivel de 109,9 puntos que marcó es el mayor nivel desde los 112 puntos del 1 de agosto de 2022.
“Este fuerte aumento en el tipo de cambio se debe principalmente al cambio en las perspectivas de tasas de la Reserva Federal, que ahora proyectan que cierren en 2025 en un 3,9%, frente al 3,4% proyectado anteriormente. Asimismo, las solicitudes de desempleo más bajas de lo esperado sugieren un aumento de la inflación”, dijo Felipe Tiznado de XTB Latam.
El jueves, EEUU reportó que el número de estadounidenses que presentaron nuevas solicitudes de prestaciones por desempleo cayó inesperadamente la semana pasada, lo que apunta a un bajo nivel de despidos a finales de 2024. Este dato empujó a los operadores a anticipar mayores presiones para la Reserva Federal al momento de recortar la tasa. Adicionalmente, la Fed ya ha indicado que será más cautelosa a la hora de recortar los tipos de interés, ya que la inflación se mantiene obstinadamente por encima de su objetivo anual del 2% y la economía sigue fuerte.
La caída del peso, se produce además en una jornada donde el precio del cobre en la Bolsa de Metales de Londres cayó. Según datos de Cochilco, el valor del metal rojo cerró en US$US$3,94 por libra, una caída de 0,23% respecto de la jornada del martes.
Emanoelle Santos, analista de mercados XTB Latam, señala que “el comportamiento del dólar en 2025 estará influenciado por una combinación de factores globales y domésticos, siendo clave las políticas económicas de Estados Unidos”.
No obstante, apunta que si bien el tipo de cambio “podría mantenerse por encima de $1.000 en momentos de mayor presión global o ajustes locales, su sostenibilidad a largo plazo en estos niveles dependerá de la dinámica entre los fundamentos económicos chilenos y globales. La recuperación del comercio internacional, liderada por la demanda de cobre desde China, y una eventual estabilización de las tasas de interés en EEUU serán determinantes para una posible apreciación del peso chileno hacia el mediano plazo”. (Pulso)