La acusación constitucional del oficialismo, en concreto, del PS, contra la ministra de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, vive por estas horas -y en la misma jornada de la instalación de las comisiones revisoras en el Congreso-, una serie de cuestionamientos que han complicado al sector.
Y es que lo que era una ofensiva contra la suspendida ministra en cuatro capítulos en materias de probidad y tráfico de influencias, prontamente ha dejado ver trasfondos políticos, los mismos que la Cámara de Diputados en su totalidad ha aseverado que dejará de lado para el impulso y avance de los libelos acusatorios. Esto, sumado a otros errores como un copy-paste detectado en el texto y la invocación errada de una causal.
Así, el libelo oficialista no llega en buen pie a la instalación de las comisiones, que además están lideradas por personeros de oposición, lo que inevitablemente les permitirá encauzar más cómodamente las discusiones y, de paso, defender a personeros del sector, como el exministro del Interior, Andrés Chadwick, quien no fue mencionado en la AC de Chile Vamos.
Incluso, algunas voces, como el diputado Carlos Bianchi (Ind.) ya prevén que el libelo se puede caer y se termine respaldado el de la oposición, por «falta de prudencia«, como el que se evidenció en un presunto copy-paste que se hizo de una planilla de acusación contra ministros de Estado, cuando se debió ajustar una causal hacia los jueces.
LA «IMPUTACIÓN» A CHADWICK
El lunes, tras el ingreso del texto a la sala de partes, los parlamentarios oficialistas ya interpelaban a la derecha sobre si la acusación que ellos también interpusieron contra la ministra Vivanco menciona en algún momento al exministro del Interior, Andrés Chadwick.
El jefe de bancada PS, Daniel Melo, dijo ese día que «si uno revisa los capítulos en que se fundan cada una de las AC, en nuestro caso se fundamenta en el caso Hermosilla, e inclusive, en las relaciones que se establecen en este proceso de investigación en relación al señor Chadwick. Yo quiero leer el texto de la oposición, a ver si existe alguna referencia al señor Chadwick y su relación con Hermosilla».
La respuesta de la derecha, en voz de la diputada Ximena Ossandón (RN) fue que «él no es el acusado».
Pero la insistencia del oficialismo, y la mención de Chadwick en la acusación constitucional, llevó a que el exministro anunciara acciones legales en contra de los diputados patrocinantes, pues según acusa, se le imputan «falsamente delitos».
Esto, porque parte del libelo del oficialismo señala que «el instigador y motor del tráfico de influencias para la comisión de delitos e irregularidades siempre es Andrés Chadwick (…)».
Consultado por este tema, Melo dijo este miércoles a Tele13 Radio que todos los antecedentes que se conocen hasta ahora, incluyendo los chats intercambiados, «llevan al señor Chadwick».
En esa línea, argumentó que «nosotros lo que estamos haciendo es tomar esos antecedentes, describir esos hechos, y, por lo tanto, fundamentar la acusación constitucional».
Esto, junto con aseverar que «nosotros no le estamos imputando absolutamente ningún tipo de delito penal al exministro Chadwick, él tendrá que especificar, si es que llega a materializar esta amenaza… en qué se sustenta esta querella».
No obstante, reconoció que «no existe el ánimo de injuriar a nadie, esto es parte de la contienda política; esto es un libelo que apunta a una crítica política respecto a un juicio político que se da en un contexto que fundamenta esta AC«.
EVENTUAL COPY-PASTE
Un presunto error de redacción en la primera página del libelo acusatorio del oficialismo y la DC -contra Vivanco- también ha incomodado la presentación. Se trataría de un posible copy-paste de otras acusaciones, donde se utilizó la plantilla para acusar a un ministro de Estado, y no se habría modificado correctamente en el caso de un juez.
De acuerdo a lo que consignó El Mercurio, en el texto se lee: «que de conformidad con lo prescrito en el artículo 52 N° 2 de la Constitución, en relación al articulo 37 y siguientes de la Ley N° 18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional, y los arts. 329 y siguientes del Reglamento de la Cámara de Diputados venimos en deducir acusación constitucional, por la causal prevista consistente en ‘haber infringido la Constitución o las leyes o haber dejado éstas sin ejecución'».
Sin embargo, esa causal corresponde exclusivamente a los secretarios de Estado, el «haber infringido la Constitución o las leyes o haber dejado éstas sin ejecución»; y, contrariamente, para los jueces se debe invocar otra causal específica «por notable abandono de sus deberes» contenida en el artículo 52, número 2, letra C, de la Constitución Política de la República.
Sobre este tema, el diputado Carlos Bianchi (Ind.), dijo a EmolTV, que esto ocurrió «porque la amiga prudencia no estuvo, no se hizo presente, porque alguien imprudentemente agarra, pone y presentan (…) aquí a veces somos medios narcisistas, con una mirada muy de uno, de protagonismo, en fin… Ahora, nada de esto, puede significar que uno vaya a defender lo indefendible, lo de la ministra Vivanco es impresentable con mayúscula».
Consultado por si queda la sensación de que los parlamentarios se apuraron en presentar las acusaciones, Bianchi reflexionó que «ni siquiera se apuraron, se corretearon para ver quién la presentaba primero, quién hacía el primer punto. Entonces es probable, no digo que así sea, que se termine con la acusación que hizo la oposición, se termine respaldando esa porque la otra se puede caer».
EFECTOS DEL COPY-PASTE COMO CAUSAL «ERRADA»
El presunto copy-paste llevaría a que, inevitablemente, el texto comience invocando una causal errada en la acusación constitucional. Esto, porque en lugar de aludir al «notable abandono de deberes» a la ministra de la Suprema, se invoca como causal el «haber infringido la Constitución o las leyes o haber dejado éstas sin ejecución».
Sobre este tema, el diputado Melo defendió que de las 48 páginas que tiene el texto, «en más de cinco oportunidades, inclusive, en la primera página, se enuncia cuál es la causal concreta (…) hay una nota de prensa que señala que es todo lo contrario, pero si uno revisa el libelo, y cuáles son los sustentos y fundamentos, es la transgresión del principio de probidad, de imparcialidad e independencia, con los que deben actuar todos los ministros de la Corte Suprema y el Poder Judicial».
De hecho, el parlamentario socialista descartó que la defensa de la ministra Vivanco pudiera eventualmente pedir la nulidad del acto, puesto que «la causal que se invoca está correctamente expuesta y desarrollada en cada uno de los capítulos, en más de cinco oportunidades, y en el petitorio, que es lo que importa según nuestros asesores. Nosotros estamos tranquilos, no tiene ningún problema de admisibilidad».(Emol)