Diversos economistas analizaron el Presupuesto 2023 anunciado por el gobierno que comprende un aumento del gasto de 4,2% para el próximo ejercicio considerándolo adecuado, aunque advierten que se avecina un año complejo por las presiones que van a existir para elevar el gasto.
La economista de Libertad y Desarrollo, Macarena García, indicó que “se requiere saber cuál es el balance estructural del próximo año y cómo se enmarca este en la trayectoria de consolidación fiscal a la cual este gobierno se comprometió hacia 2026. Estos detalles aún no se han dado a conocer”.
Agrega que se valora el anuncio de comprometerse a no generar mayor inflación a través del gasto público. “Es de esperar, por la compleja situación que se prevé para 2023 que el Ejecutivo mantenga su posición ante presiones de elevar el gasto público. De lo contrario, Chile enfrentará nuevas presiones inflacionarias, una de las mayores preocupaciones de la ciudadanía; y mayor déficit fiscal que obligará a nuevos incrementos en la deuda pública, que disminuye nuestra capacidad de enfrentar shocks adversos”.
PROGRAMAS MAL EVALUADOS
Para el economista y director de Ideas Republicanas, Eduardo Guerrero, “frente a un escenario caracterizado por una alta inflación, recesión económica y un desempleo creciente, la pregunta debe ser si el proyecto de presupuesto del Ejecutivo y las reformas anunciadas en el horizonte van en la dirección adecuada. A mi modo de ver no”, planteó «En tiempos complejos resulta extremadamente necesario ser doblemente responsables con los recursos públicos. En este sentido, quisiera ver esfuerzos reales por sacar la grasa del Estado, eliminando los programas mal evaluados e incorporando nuevas tecnologías que permitan una gestión y administración más eficiente y transparente de la billetera fiscal, pero al menos con la información disponible a la fecha no hay nada en esa dirección».
Guerrero consideró “una buena noticia lo que se ha señalado en materia de inversión pública. Sin embargo, no podemos olvidar las dificultades que han tenido en su ejecución durante este año, como tampoco que el verdadero partido se juega en lograr reactivar la inversión privada, que va a ser la que va a posibilitar en último término generar mayores y mejores empleos, así como también que podamos salir de la desaceleración económica que enfrentamos”.
FACTORES EXTERNOS
La economista y directora de Mazars Chile, Gabriela Clivio, sostiene que “en estos momentos la prioridad es frenar la inflación que nos afecta a todos. La baja expansión del gasto ayuda en esa dirección. La realidad es que la política monetaria es poco lo que puede hacer si no va a acompañada de medidas de este tipo”.
El economista de Rojas & Asociados, Patricio Rojas, indicó que “el presupuesto tiene una parte enfocada a la inversión pública y para que tenga efectos en la actividad y pueda servir para contrarrestar la baja actividad, tiene que ser obras de rápida ejecución, no podemos estar pensando en grandes obras como aeropuertos o grandes carreteras, porque eso toma tiempo, así que tenemos que dedicar los recursos que no son muchos a obras con alta demanda de empleo y posiblemente en sectores del país donde la situación laboral sea más compleja”.
Además, “vamos a tener una economía mundial muy compleja con una caída de la demanda de nuestro sector exportador, con precios que van a estar débiles e internamente la inversión privada va a venir con precios negativos, que es donde va a estar gran parte de la creación de empleos, y estamos en un proceso en que el consumo se viene desacelerando y el próximo año será más fuerte, el presupuesto es contracíclico, pero eso no va a evitar que tengamos un año 2023 muy complejo”, anticipó.
EJECUCIÓN PRESUPUESTARIA
En tanto la directora del Centro de Estudios financieros de la Universidad de Los Andes, Cecilia Cifuentes, dijo que el 4,2% se hace sobre el presupuesto del año anterior y “en realidad desde el punto de vista macro la cifra que es relevante saber es cuánto crece respecto a lo efectivo que se ejecute este año y eso aún no se conoce”.
Fundamenta que “si la cifra sobre gasto efectivo es 4,2% desde el punto de vista que la economía va a estar en un contexto recesivo sería una política que es contracíclica, en ese sentido sería razonable, sobre todo por el énfasis en inversión que es de esperar que lo cumplan, porque este año no han logrado ejecutar el presupuesto de inversión que está cayendo en los primeros siete meses y no sé si lograrán revertirlo”.
Asimismo, señala que “el tema es que tenemos también el problema de la inflación y podríamos haber recomendado un crecimiento del gasto un poco más prudente, aunque no sabemos la cifra de crecimiento de gasto respecto al gasto efectivo, pero la cifra me parece razonable, aunque un poco más alta de lo deseable, será relevante conocer con que inflación estimada se calcula esta cifra de crecimiento real, debería ser con el rango de inflación promedio que estima el Banco Central”. (DF)