Los representantes de las naciones del G7 presentes en la Cumbre de Energía respaldaron este lunes (10.04.2017) en Roma su compromiso en el cumplimiento del Acuerdo de París de diciembre de 2015 para limitar el calentamiento global, con la excepción de Estados Unidos.
La reunión concluyó en Roma sin una declaración conjunta por la posición de EE.UU. manifestada por el representante de ese país en la cita, Rick Perry.
El presidente de la reunión, el ministro italiano de Desarrollo Económico, Carlo Calenda, dijo que Perry informó a los demás participantes de que «Estados Unidos está en el proceso de revisar muchas de sus políticas y que se reserva su posición en este asunto».
El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó hace dos semanas un decreto con el que se reducen o se derogan las principales normativas de protección del medio ambiente vigentes en el país. Sin embargo, el Gobierno no ha decidido aún si se retirará del Acuerdo de París.
«Los otros jefes de delegación reafirmaron su compromiso hacia la implementación del Acuerdo de París para limitar de manera efectiva la temperatura global bastante por debajo de los 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales», agregó la presidencia.
El Acuerdo de París fue adoptado en diciembre de 2015 por 195 países y la Unión Europea. El convenio establece que se debe mantener la temperatura media mundial por debajo de los dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales, además de desarrollar esfuerzos adicionales que hagan posible que el calentamiento global no supere los 1,5 grados.
Los participantes reconocieron también el «papel clave» que juega la transición energética en este objetivo, por medio del «desarrollo de nuevas tecnologías de energías limpias basadas en el mercado y a través de medidas de apoyo que no distorsionen este».
Asimismo, consideraron que la investigación en tecnologías innovadoras es «crucial para el futuro, reconociendo que el crecimiento económico y la protección del medio ambiente pueden y deben conseguirse simultáneamente».
Los reunidos hablaron sobre la situación de crisis entre Rusia y Ucrania y reafirmaron que «la energía no debería ser usada como medio de presión política ni como amenaza a la seguridad» y que las diferencias en ese terreno «se deberían resolver a través del diálogo basado en la reciprocidad, la transparencia y la cooperación continuada».
La cumbre, que se inició este domingo (09.04.2017) en Roma, reúne a los responsables de Energía de las naciones que conforman el Grupo de los Siete países más industrializados (G7, integrado por Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Japón, Alemania, Italia y Canadá) más la Unión Europea. (DW, EFE, dpa)