La tasa interanual de inflación en Estados Unidos siguió bajando en enero, por séptimo mes consecutivo, y se situó en el 6,4%, una décima por debajo de la de diciembre, según los datos publicados este martes por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés).
Sin embargo, en términos mensuales los precios de consumo subieron medio punto, en un momento en el que se analiza si las subidas de los tasas de interés de la Reserva Federal (Fed) tienen efecto en la caída de los precios.
En términos mensuales, la tasa de inflación se aceleró al 0,5% en enero -tal como lo esperaba el mercado-, después del incremento del 0,1% registrado en diciembre. En la comparación interanual, los precios al consumidor subieron un 6,4% frente a enero de 2022, superior a lo que estimaba el consenso del mercado (6,2%).
La subida de precios interanual de la energía experimentó en el primer mes del año un alza del 8,7%, mientras que los alimentos se encarecieron un 10,1% interanual. De esta forma, la inflación subyacente de Estados Unidos, que es el resultado de excluir del cálculo los precios de los alimentos y la energía, se situó en enero en el 5,6%, la más baja desde diciembre de 2021.
«El índice de vivienda fue, con mucho, el que más contribuyó al aumento mensual de todos los artículos, lo que representa durante casi la mitad del mes aumentan todos los rubros, con los índices de alimentos, gasolinas y naturales el gas también contribuye«, indicó en su informe la BLS. El índice de alimentos aumentó un 0,5% durante el mes con el índice de alimentos en el hogar aumentando un 0,4%.
En tanto, el índice de energía aumentó un 2,0% durante el mes, ya que todas las principales energías los índices de los componentes aumentaron durante el mes, explicó la entidad.
El IPC subyacente, sin incluir alimentos y energía, subió un 0,4% mensual en enero, tras aumentar 0,4% en diciembre, mientras que en la comparación interanual subió un 5,6%, superior a lo esperado por el mercado (5,5%). (Emol)
