Ejército: Profunda modernización de procesos de control tras fraude

Ejército: Profunda modernización de procesos de control tras fraude

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Los últimos dos años han sido complejos para el Ejército de Chile. La revelación de un millonario desfalcó en la institución utilizando fondos de la Ley Reservada del Cobre -conocido coloquialmente como “Milicogate”- generó un remezón de proporciones al interior de la institución castrense, que a la fecha registra una comisión investigadora en el Congreso y procesos penales abiertos contra varias ex autoridades en el período 2010-2014, cuando se cometieron los ilícitos avaluados en casi US$ 3 millones.

La institución no se ha quedado de brazos cruzados, y a un año y cuatro meses de las relevaciones ha llevado a cabo una verdadera revolución interna, modernizando los procesos de control de una institución acostumbrada a cierto nivel de opacidad al amparo de la polémica Ley Reservada, que en la práctica está sujeta a mínimos estándares de transparencia y control.

Estas medidas fueron explicadas en detalle por el comandante en jefe del Ejército, Humberto Oviedo, el pasado 29 de noviembre ante la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados.

El proyecto tiene seis ejes: implementar un modelo de gestión de riesgo en el Ejército; fortalecer el sistema de control institucional; modernizar los procesos en el Comando de Apoyo a la Fuerza (CAF) y la Tesorería del Ejército; mayor especificación de los decretos de inversión; establecer un sistema de prevención de delitos y denuncias al interior de las Fuerzas Armadas; y actualizar el registro especial de proveedores de Defensa.

En el punto sobre gestión de riesgo, la entidad castrense contrató una auditoría externa para analizar los procedimientos bajo los cuales el Ejército desarrollaba las capacidades militares y administraba el ciclo de vida del armamento, primero en las tres etapas: idea y evaluación de inversiones, licitación y adjudicación, y materialización de la inversión.

En una segunda etapa, se auditará lo relativo a la operación y mantención del armamento, y la baja, disposición o enajenación del mismo. La auditoría -a cargo de Surlatina Consultores- finalizará este mes y el control está a cargo de un nuevo departamento del Ejército especializado en auditorías de proyectos y fichas de fundamento de gasto.

Respecto al CAF y la Tesorería de Ejército, se creó una base de datos con verificación de firmas de mando y autoridades institucionales que firmen resoluciones de pago y facturas tramitadas hacia la Tesorería castrense. También se implementará un proceso de revisión y verificación de los documentos emitidos en el Servicio de Impuestos Internos (SII).

Precisamente, a través del mecanismo de facturas falsas fue que se realizó el millonario desfalco al amparo del poco control de la Ley Reservada del Cobre.

TRAZABILIDAD Y DENUNCIAS

Una de las principales fallas que reveló el Milicogate fue la debilidad de los mecanismos de control y seguimiento de las compras realizadas en el Ejército con los fondos de la Ley Reservada.

Tomando en consideración aquello, la institución estableció maneras para realizar una trazabilidad a dichos documentos: la fase inicial comenzará en la Dirección de Proyectos e Investigación del Ejército, pasará a aprobación vía decreto en el Ministerio de Defensa, realizará una solicitud interna de compras en el CAF, se licitarán y evaluarán ofertas en la nueva División de Adquisiciones del Ejército y pasará diversos trámites y pruebas hasta finalizar en la revisión en la Contraloría del Ejército y la fiscalización y rendición de cuentas ante Defensa.

“En coordinación con el ministerio, se modificaron los procedimientos para solicitud, empleo y rendición de cuentas con los fondos de la Ley del Cobre. Cada proyecto tendrá su propio decreto supremo”, dijo Oviedo en la comisión.

Otro de los puntos clave de la nueva política de transparencia del Ejército será la implementación de un sistema de prevención de delitos y denuncias internas. En julio de 2015, el Ejército comenzó a adoptar el Reporte de Observaciones Sospechosas (ROS) que implementa la Unidad de Análisis Financiero del Ministerio de Hacienda. Dicho procedimiento está a cargo de la Contraloría de Ejército (Cotrae).

A la par se creó un sistema informático de Sugerencias de Fiscalización -que operará desde marzo del 2017- para que cada integrante del Ejército aporte con ideas a través de formularios on-line diseñados con reserva de identidad.

Junto con crear la División de Adquisiciones -a cargo de ejecutar, controlar y seguir las compras de armamento-, la entidad estableció un Departamento de Auditoría para proyectos y fundamentación del gasto financiado con la Ley Reservada.

«EL EJÉRCITO HA SIDO VÍCTIMA DE UN FRAUDE»

 El comandante en jefe del Ejército, Humberto Oviedo, dedicó las últimas cuatro diapositivas de su presentación (de un total de 42) ante la comisión de Defensa para realizar sus descargos ante el escándalo que ha puesto en entredicho la probidad y la transparencia de la institución castrense.

La autoridad señaló que el organismo se hace cargo «de todas las observaciones y recomendaciones» que realizó la comisión investigadora de la Cámara y que las lecciones aprendidas en este caso han permitido generar «oportunidades» para «fortalecer» las áreas de gestión del riesgo y el sistema de control interno institucional.

«No obstante, es propio reiterar que el Ejército ha sido víctima de un fraude cometido por un grupo reducido de ex integrantes, quienes con la experticia y cargos asociados, vulneraron los sistemas de control entonces vigentes, coludidos con algunos empresarios», aseguró Oviedo.

El titular del Ejército enfatizó que la rama castrense «no protege delincuentes», como tampoco «ampara ninguna situación» que atente contra la probidad «propia de una institución fundamental de la República».

Junto con reconocer que el Milicogate ha «afectado» al Ejército en su imagen institucional y percepción ciudadana, el comandante señaló que el grupo involucrado es «pequeño» y «no representan» a las más de 45 mil mujeres y hombres que ejercen en las filas de la institución.

«Lo anterior, implica que el Ejército no es inmune a problemas similares que presenta la sociedad en su conjunto, realizando todos los esfuerzos para solucionarlos», planteó la máxima autoridad de la institución.

Por último, Oviedo concluyó su presentación con un llamado a «censurar» el actuar «de unos pocos» y que «valoren y reconozcan» las acciones que se han adoptado y la contribución diaria del Ejército. (DF)

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