El futuro de Beatriz Sánchez

El futuro de Beatriz Sánchez

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Iba camino a dejar a sus hijos al colegio cuando, mientras manejaba, Beatriz Sánchez escuchó en la radio las declaraciones del candidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Piñera. Eran pasadas las ocho de la mañana del lunes 4 y el abanderado opositor aseguraba que en la primera vuelta presidencial -del 19 de noviembre- varios votos estaban previamente marcados por la preferencia de Sánchez o el candidato oficialista, Alejandro Guillier.

La periodista se comunicó con su ex jefe de campaña Sebastián Depolo y le pidió que esa misma tarde de reunieran para analizar los dichos del ex presidente: había decidido adelantar su definición ante el balotaje.

Horas después, la otrora abanderada presidencial del Frente Amplio estaba rodeada de periodistas y anunció que el 17 de diciembre votaría por el candidato presidencial de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier.

El anuncio generó las primeras reticencias en el bloque sobre su ex candidata y -en definitiva- se transformó en un paso en falso: varios partidos y movimientos manifestaron su incomodidad por el anuncio, entre ellos, uno de sus principales aliados, el diputado del Movimiento Autonomista (MA) Gabriel Boric, quien al día siguiente escribió en su blog que “difiero de la estrategia de ir entregando apoyos individuales como cuentagotas”. Otros apuntaron a que con las palabras de Sánchez se cerraba un ciclo y la posibilidad de presionar a Guillier por la incorporación de ideas programáticas del Frente Amplio.

La propia abanderada distribuyó horas más tarde una carta interna en la que explicó las razones de su decisión. “Guillier debe hacer más para acercarse a quienes creen en nuestro programa como esperanza de un Chile distinto. Pero esa es su responsabilidad”, señala en la misiva.

El inesperado éxito electoral que alcanzó Sánchez -con un 20,03% de las preferencias- abrió en el Frente Amplio un intenso debate respecto de cómo capitalizar el tercer lugar en la primera vuelta presidencial. Hasta ahora hay consenso en que la periodista mantiene el favoritismo para liderar una segunda aventura presidencial del bloque en 2021. El desafío -afirman- son los cuatro años en los que debe mantener influencia sin un cargo público.

Un intento en el que -por ejemplo- el otrora abanderado del PRO Marco Enríquez-Ominami, quien en 2009 logró el 20% de los votos en las elecciones presidenciales, falló.

“Desde hoy ella ya es una posible candidata presidencial para el 2021 y creo que tenemos que cuidar que ella represente a esta coalición, por sobre posturas personales, contrarias a las definiciones que el colectivo ha determinado”, dice el diputado electo y presidente del Partido Ecologista Verde, Félix González.

“No me cabe duda de que cuando termine la segunda vuelta el personaje mejor evaluado y con mayor proyección para ser presidenta va a ser Beatriz, y creo que el Frente Amplio debe atender a eso. Me encantaría una Bea activa en la articulación de nuestras posiciones y que entienda que la próxima campaña para ser gobierno parte el 18 de diciembre”, agrega el presidente del Partido Humanista, Octavio González.

Periodo de reflexión 
Públicamente y en conversaciones con sus más cercanos, la periodista ha transmitido que no tiene resuelto su futuro. Sánchez decidió que se tomará un tiempo para descansar y analizar su porvenir. Hasta ahora, de hecho, la abanderada no tendrá nuevas apariciones públicas y estará de vacaciones hasta el 31 de diciembre.

Su última actividad fue el miércoles 6 en el Teatro Municipal de Valparaíso, durante la cuenta pública del alcalde de esa comuna, Jorge Sharp. La ex candidata, además, estuvo realizando una serie de entrevistas a medios internacionales que se interesaron por su fenómeno en primera vuelta.

Su ex equipo de campaña, en tanto, formó una especie de “comando de continuidad” post 19 de noviembre.

El círculo lo componen Depolo, la ex directora ejecutiva de la campaña Giovanna Roa y la encargada de prensa Tanya Cafena. Otros integrantes del comando -dirigidos por Depolo- realizan un informe de desglose de votación, donde esperan confirmar ciertas hipótesis que se manejan respecto del electorado que en noviembre se inclinó por Sánchez: que una amplia cantidad de mujeres votó por la periodista y que se trató de un voto joven y primerizo.

La ex conductora radial, por su parte, ha recibido una serie de invitaciones para participar de foros, seminarios o reuniones con organizaciones sociales durante enero. Y si bien aún no ha confirmado su participación, en su entorno aseguran que estaría interesada en hacerlo.

En el próximo verano -dicen sus cercanos-, la ex abanderada espera poder reflexionar y tomar una decisión definitiva en marzo. Quienes han conversado con ella comentan que necesita procesar su debut en política.

Entre las alternativas que la líder del Frente Amplio baraja están las ofertas de al menos dos editoriales que ya le ofrecieron publicar un libro donde relate sus experiencias en la campaña. Quienes han conversado con Sánchez aseguran que esta posibilidad le es muy atractiva.

De todas maneras, cercanos a la periodista afirman que ésta ha manifestado interés en tres temas en particular:una agenda que defienda los derechos de las mujeres, destacar la bancada femenina del Frente Amplio y liderar el debate por una nueva ley de medios que permita diversificar ese mercado.

Una fundación para el FA 
Fue uno de los temas que se conversaron de manera informal en el Frente Amplio, incluso antes de la elección del 19 de noviembre: cómo mantener y proyectar el liderazgo de Beatriz Sánchez en caso de que no superara la primera vuelta presidencial.

Varios coincidían en que sin un cargo de representación popular a la periodista se le complejizaba permanecer en el escenario público. En ese contexto, ha cobrado fuerza la idea de generar en torno a la ex candidata una fundación o centro de pensamiento del Frente Amplio. Bajo ese plan subyace la convicción de que la otrora abanderada es la llamada natural a administrar y armonizar la diversidad del naciente conglomerado.

El think tank sería un lugar de formación para nuevos militantes y una plataforma para que Sánchez se mantenga activa en el escenario político, con capacidad de despliegue territorial que le permita recorrer el país.

“La diversidad del Frente Amplio tiene que estimularse y no evadirse. En ese sentido, las distintas miradas que hay debieran expresarse en fórmulas tipo centros de estudio, fundaciones. Nosotros al menos con Nodo XXI (Fundación de Izquierda Autónoma) hemos hecho una contribución significativa y esperaríamos que otros se sumaran a ese esfuerzo”, señala el presidente de Izquierda Autónoma, Francisco Figueroa.

En el Frente Amplio han transmitido que la fundación sería una plataforma para que la ex candidata mantenga un vínculo con distintas agrupaciones o líderes internacionales de la izquierda latinoamericana o bien con figuras políticas, como Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, del Podemos de España.

Se trataría de una iniciativa en la que Sánchez podría trabajar con ex colaboradores de su campaña, como su jefe de estrategias, Sebastián Kraljevich, o los economistas y ex jefes programáticos de la campaña, Nicolás Grau (Movimiento Autonomista) y Claudia Sanhueza.

Entre las fórmulas para financiar la nueva fundación, en el Frente Amplio explican que hay al menos dos opciones: por una parte, el nuevo instituto se podría configurar como un espacio para darle contenido a la nueva bancada parlamentaria del bloque. Por lo tanto, buena parte de los recursos para la fundación podrían ser a través de las asignaciones parlamentarias que entrega el Congreso por concepto de asesorías legislativas. Por otro lado, las propias colectividades que forman el bloque también podrían realizar aportes por medio de sus financiamientos basales. En este caso, por concepto de legalidad y por mayor representación parlamentaria, el Partido Humanista y Revolución Democrática aparecen como las mejores opciones.

“Beatriz es expresión de un proyecto que puso sobre la mesa la posibilidad de una sociedad distinta y una nueva forma de hacer política, y por ello creo debe proyectarse como una de las líderes mas relevantes del Frente Amplio”, apunta la secretaria general del Movimiento Autonomista y vocera del Frente Amplio, Constanza Schönhaut, quien agrega que “eso puede hacerse al calor de una fundación, que me imagino mucho más de acción, con un rol de fortalecimiento de este actor político a lo largo de Chile, desde los territorios y distintos espacios de organización social, y también como espacio de encuentro para dialogar en torno a una mirada de mayor largo plazo del Frente Amplio”.

Mantener la independencia 
Conscientes de que tiene las mejores posibilidades de convocar a los 14 movimientos y partidos que componen el bloque, es que de manera casi unánime los frenteamplistas creen que Sánchez no debería militar en ningún partido y mantener su independencia.

“Ella no necesita militar. Ella tiene su militancia, que es la frenteamplista. Sería absolutamente innecesario”, afirma González. De todas formas, la ex abanderada ha transmitido a sus cercanos que prefiere mantener esa calidad.

El carácter “no militante” de Sánchez buscaría cuidar estratégicamente su transversalidad. Ella misma, dicen en el bloque, se ha declarado como frenteamplista, condición que le ha permitido dialogar libremente con todos los partidos y movimientos del conglomerado.

Una tarea que será clave para los próximos cuatro años será potenciar los liderazgos emergentes del FA. En el bloque han señalado que los 21 parlamentarios -20 diputados y un senador- deben poder ser reconocidos por la ciudadanía. En esto, Sánchez podría jugar un rol, debido a su nivel de conocimiento popular: una alternativa es que se desplace junto a ellos en sus respectivos territorios durante las semanas de trabajo distrital.

La Tercera/Emol

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