El lado oscuro de Instagram

El lado oscuro de Instagram

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Según un estudio, los jóvenes modifican palabras relacionadas con la autolesión y otros trastornos depresivos para subir sus fotos.

Instagram, la famosa red social para compartir fotografías, es sin duda uno de los sitios más utilizados por los adolescentes, estrellas del fútbol y la televisión para exponer sus vidas a través de una imagen.

El problema es que esta glamorosa red social, también es usada por algunos jóvenes para compartir crudas imágenes relacionadas con depresión o trastornos de la alimentación.

Asi lo revela  estudio hecho por el Instituto de Investigaciones del Hospital de Niños de Seattle (EE.UU.) y la doctora Megan Moreno, especialista en medicina adolescente de la U. de Washington.  donde se describe cómo los jóvenes están utilizando distintos hashtags   (etiquetas) para mostrar sus trastornos de autolesión, como cortes o quemaduras.

“Este tipo de contenido es un fenómeno generalizado en los medios sociales a pesar de los intentos de las plataformas para controlar el problema”, explica la doctora Moreno a La Tercera. .

De acuerdo al estudio, en el que también participó la investigadora Adrienne Ton, los jóvenes cambian algunas palabras, añadiéndoles más letras o tergiversando su sentido, para no ser descubiertos por los mayores.

La etiqueta #selfharmm, por ejemplo, que proviene de la palabra selfharm (autolesiones en inglés), es la más utilizada para comunicar este tipo de problemas con sus pares.

“Elegimos estudiar este hashtag y los otros hashtags relacionados encubiertos para aprender más sobre cómo y por qué los usuarios de Instagram utilizan este contenido”, explica Moreno.

La investigación, publicada en el Journal of Adolescent Health, también descubrió algunas palabras claves como #Ana utilizada para demostrar anorexia, #Deb para la depresión, #Olive para comunicar el trastorno obsesivo compulsivo y #Cat para cortes, siendo esta última la más utilizada por los jóvenes usuarios, llegando a repetirse 56 millones de veces en 2015.

La doctora Megan Moreno  advierte que “los padres deben usar esta información como una manera de abrir conversaciones con sus hijos sobre lo que los niños ven y sobre lo que los niños publican en los medios sociales”.

La red social está al tanto de este comportamiento y al momento de buscar este tipo de etiquetas, muestra un mensaje que permite al usuario entrar a una página en la que se puede conseguir ayuda para este tipo de problemas.

“Instagram es una plataforma de gran alcance tanto de manera po sitiva y negativa. En este caso, ha permitido compartir algunos  contenidos potencialmente dañinos. Ellos deben pensar en la mejor manera de proteger a la comunidad a la que sirven, incluyendo aquellos que publican este contenido y los que acceden él”, plantea Moreno.

Esta red social ha alcanzado tal popularidad que cuenta con más de 400 millones de usuarios en todo el mundo.

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