Aunque muchos judíos fueron masacrados u obligados a convertirse al catolicismo, también un gran grupo abandonó el país. Sus descendientes que puedan probar un vínculo con Portugal pueden aspirar a un pasaporte de ese país.
Pero Portugal no está para nada solo en haber echado a los judíos de sus fronteras. Mucho antes del holocausto, con el intento de exterminarlos por parte de la Alemania nazi, ya los judíos eran perseguidos en Europa. De hecho, fue una práctica común en las monarquías medievales que buscaban expropiar sus riquezas.
La siguiente es una lista de los momentos clave de la historia del antisemitismo europeo.
INGLATERRA Y GALES
Los judíos fueron expulsados de Inglaterra por Eduardo I en 1290, en parte por una cuestión de dinero. Una vez en el exilio, las posesiones de los judíos pasaron a manos de la corona, que estaba pasando dificultades económicas.
Inglaterra se convirtió así en el primer país en expulsar a los judíos. Su presencia estuvo prohibida durante 366 años.
FRANCIA
En 1306, el rey de Francia, Felipe IV, pasaba también por problemas financieros, así que planeó la expulsión de los judíos para confiscar y vender sus propiedades.
Unos 100.000 judíos fueron arrestados el 22 de julio de 1306 y sentenciados al exilio, obligados a dejar el país con la ropa que llevaban y una pequeña suma de dinero.
El heredero de Felipe IV, el rey Luis X, derogó en 1315 el decreto de su padre. Sin embargo, sucesivos retornos y expulsiones terminaron con la expulsión en 1394.
ESPAÑA
En el siglo XV, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón querían que sus reinos fueran enteramente católicos. Por ello, emitieron en 1492 el edicto de expulsión en el que ordenaban a judíos –y musulmanes– convertirse al catolicismo o dejar el país.
En total, unos 100.000 judíos dejaron los territorios españoles a lo largo del siglo XV. La mayoría se asentó en la potencia económica de la época, el Imperio Otomano.
España considera en la actualidad una oferta similar a la de Portugal de ofrecer la ciudadanía a los descendientes de los expulsados.
PORTUGAL
Cuatro años después de que los judíos fueran expulsados por los Reyes Católicos, Portugal hizo lo mismo. El 5 de diciembre de 1496, bajo la presión de la reciente unificación de las coronas españolas, el rey Manuel I decretó la misma conversión o expulsión. No todos salieron inmediatamente y en 1506 dos millares de judíos fueron masacrados en Lisboa.
La mayoría de los judíos de la península ibérica se asentaron en lo que era el Imperio Otomano, así numerosas comunidades judías de Turquía todavía hablan ladino o judeoespañol.
ALEMANIA
En 1012, el emperador Enrique II expulsó a los judíos de la ciudad de Mainz. Durante la Primera Cruzada, a finales del siglo XI, los judíos fueron perseguidos y asesinados en muchas ciudades alemanas.
Con la peste bubónica (1346-1353), se expandieron los rumores de que los judíos envenenaban los pozos de agua y muchos tuvieron que huir a Polonia.
En 1510, Brandemburgo expulsó a los judíos y en 1593 Bavaria hizo lo mismo. Frankfurt se sumó en 1614.
ITALIA
Después de la expulsión de los judíos por los Reyes Católicos en 1492, siguieron los territorios en Italia que estaban bajo su soberanía. Los judíos primero dejaron Sicilia, luego Calabria en 1524 y más tarde en Nápoles en 1540.
En 1569, el papa Pio V ordenó que todos los judíos abandonaran los territorios papales. El rey Felipe II los expulsó de Milán en la primavera de 1597.
LITUANIA
Un decreto del rey Alejandro en abril de 1495 ordenó a todos los judíos que abandonaran el país. La mayoría se trasladó a localidades cercanas, al otro lado de la frontera polaca, y regresaron cuando la decisión fue derogada poco después.
Se desconocen las causas de la inesperada expulsión, pero la hipótesis más probable es que tuviera algo que ver con la necesidad de confiscar sus riquezas para nutrir las arcas reales.
HUNGRÍA
En plena plaga de peste negra, los judíos fueron expulsados del país en el siglo XIV. Aunque fueron inmediatamente readmitidos, volvieron a sufrir persecuciones y otra vez expulsados por el rey Luis el Grande de Anjou en 1360, tras fracasar en sus intentos de convertirlos.
Aunque los judíos pudieron regresar poco después, volvieron a ser expulsados de ciudades concretas tanto de Hungría como de Austria a lo largo de los siglos. (BBC Mundo)