La decisión fue esperar a que ocurran los comicios del 17 de diciembre para hacer, luego, un análisis en conjunto de los desfavorables resultados parlamentarios de la UDI. La senadora Jacqueline van Rysselberghe ha dicho que la colectividad se debe concentrar en la campaña presidencial de Sebastián Piñera y que, entonces, después vendrán las autocríticas.
Sin embargo, en el partido ya hay trazos de un posible plan para enfrentar la crisis interna de la UDI. “El 17 en la noche nos ponemos recién a pensar qué vamos a hacer. Viene un tsunami para bien o para mal y debemos estar preparados”, es el análisis que varios deslizan por estos días.
La UDI esperaba elegir 35 diputados, pero finalmente sólo logró obtener 30 -hoy tiene 28- disminuyendo su representación en la Cámara Baja en 4,1% (antes tenían el 24,1%). Renovación Nacional le quitó, así, la supremacía del sector en la corporación.
Pese a que han mantenido hermetismo respecto de los pasos que deberá seguir el partido o de los análisis que ya se han hecho en privado, lo claro es que si se gana la elección presidencial del próximo domingo, señalan, cambiaría el eje central del problema de la UDI.
Tras la elección del pasado 19 de noviembre, sectores de la incipiente disidencia del partido, como la diputada María José Hoffmann, pidieron, incluso, la renuncia de la senadora Van Rysselberghe, idea que, en todo caso, se ha diluido durante los últimos días.
De hecho, otros sectores de la misma disidencia han planteado que no se debe instalar la idea de que cada vez que alguien comete un error, se pida una dimisión. “No se puede ser despiadado”, dicen, sobre todo desde la premisa que el grupo que conforman, entre otros, Jaime Bellolio, Ernesto Silva, Guillermo Ramírez, buscan liderar la UDI, en un corto plazo, para hacer cambios profundos que, dicen, sin duda, serán “duros”.
Por ahora, el grupo aún no se reúne para ajustar el plan que propondrán a la hora del debate partidario. Algunos dicen que ese encuentro se podría concretar la semana que viene. Incluso, se le pidió al abogado de la Fundación Jaime Guzmán, Max Pavez, que coordine la cita.
Bellolio, dicen, ha insistido en que el grupo debe tomar una decisión colectiva respecto del futuro del partido.
Mientras, la diputada Hoff-mann, tras meses sin almorzar los martes con la bancada de su partido, se reintegró la semana pasada a esa instancia. En mayo, cuando la mesa de la UDI decidió no concederle el cambio de distrito a Las Condes, la diputada acusó arbitrariedad de parte de la timonel UDI.
CAMBIOS EN LA MESA
En paralelo a la petición de renuncia de Van Rysselberghe, varios diputados y dirigentes, en privado, han sugerido, al menos, la salida del secretario general, Pablo Terrazas, quien perdió la competencia distrital en Las Condes. No obstante, la propia senadora Van Rysselberghe ha planteado que si Terrazas deja el cargo, ella no podría continuar. Es su brazo operativo en Santiago, de confianza, ha dicho, al explicar que su residencia está en Concepción.
Varios dirigentes resienten que aún la ex alcaldesa no haga autocríticas y que, más aún, el martes pasado, en una entrevista en radio Duna, haya dicho que “si no hubiese ido José Antonio Kast (ex UDI) a primera vuelta, estaríamos mucho más tranquilos”.
La senadora ha afirmado que los resultados parlamentarios tuvieron “causas compartidas” y ha transmitido que se mantendrá en el cargo “hasta el último día”.
En el Congreso, por estos días, comentan que la ex intendenta ha explorado cambios de escenario que logren aplacar la crisis interna. Por ejemplo, diputados comentan que alistaría la salida de algunos vicepresidentes de la directiva para integrar a otros dirigentes con “mayor peso político”. De hecho, dicen que Van Rysselberghe resiente que la vicepresidenta Macarena Santelices, alcaldesa de Olmué, haya apoyado la reelección del senador RN Francisco Chahuán, en desmedro de la opción de la diputada Andrea Molina (UDI), quien perdió en la circunscripción de Valparaíso. Sobre esa derrota, el martes, Van Rysselberghe expresó: “No solo me dolió, (sino que) me sorprendió mucho”.
Los dirigentes, en todo caso, descartan que este cambio se haya abordado en una instancia formal del partido, como en las últimas reuniones de mesa. Al respecto, el actual diputado, vicepresidente y senador electo por Magallanes, David Sandoval, dijo a La Tercera: “Estoy disponible si hay que salir (de la vicepresidencia). No creo que sea la solución, pero estaría disponible para que entre gente con peso político, porque yo estoy lejos del epicentro y eso es un problema”.
En tanto, miembros de la “disidencia” han planteado que solo serían cambios cosméticos y que no ayudarían a la unidad de la UDI.
Sandoval, la semana pasada, a través de un correo electrónico a la mesa, propuso crear un “equipo complementario” a la directiva, que entregue experiencia a lo que se viene, pues, dijo, cualquiera sea el escenario -triunfo o derrota presidencial- hay que estar preparado. De hecho, se ha hablado de nombres como los ex presidentes del partido Patricio Melero y Hernán Larraín.
No solo les apremia dilucidar la situación interna, sino que afrontar el sentir del partido respecto de que, en esta segunda fase de campaña, la UDI no ha tenido protagonismo. Y, asimismo, resolver cómo deberá influir el partido en un eventual gobierno de Sebastián Piñera.
Otros señalan que no solo se debe analizar, poselecciones, el resultado de la elección parlamentaria, sino que, además, revisar por qué ha bajado la votación histórica de la UDI, replantear la identidad del partido, ver los efectos que han tenido la llegada de colectividades como Evópoli y la eventual pérdida de votos del sector socioeconómico ABC1.
Con todo, en enero de produciría un encuentro partidario para abordar la situación. (La Tercera)