Estaba a punto de terminar la entrevista que hacía el periodista Iván Valenzuela a la candidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, en T13 Radio, cuando ella le pidió “un minuto” para hacer un “comentario muy cortito”.
Entonces lanzó: “A mí de Canal 13 me han invitado muchas veces al programa ‘En Buen Chileno’. Yo quiero decir que la razón por la que no voy a ‘En Buen Chileno’ es por una razón valórica. Hay un panelista en el programa que fue integrante de la dictadura y que sigue siendo panelista en el programa. Y ante esa situación, no voy a ir, porque no quiero validar que en televisión haya una persona que fue panelista y que fue ministro de un dictador. Creo que en un país decente una persona que fue ministro, subsecretario de un dictador, no puede estar en un gobierno y no debería estar en un programa de televisión”.
Pese a que sus dichos levantaron una serie de comentarios, la periodista volvió a afirmarlo en Radio Bio Bio de Concepción, diciendo que “lo que señalé es que no voy a un programa donde uno de los panelistas fue ministro del dictador. Esto significa que tuvo responsabilidad política y es de confianza del dictador, eso es así antes y hoy”. Además la abanderada señaló que “la dictadura es un momento de la historia de Chile que se torturó, miles de familias salieron al exilio, hay ejecutados políticos y desaparecidos”.
Sus dichos sobre Sergio Melnick le valieron la crítica de distintos personeros de la Nueva Mayoría y de Chile Vamos, pero también de los conductores y copanelistas del programa dominical, ya que al cuestionar la calidad del panelista y no reconocer su derecho de estar ahí, se instala un especie de manto de duda sobre todos.
Pero en sus declaraciones se puede observar también un misil al candidato del pacto Fuerza de la Mayoría, Alejandro Guillier, y uno de sus principales contendores, dado que él sí se sentó con Melnick no una vez, sino que muchas mientras compartían panel en el programa Tolerancia Cero de Chilevisión. El periodista participó del programa entre 1999 y 2008, y Melnick entre 2005 y 2008, por lo que durante tres años se encontraron cada semana en el mismo estudio de tv.
Si bien no hay evidencia de que lo de Beatriz Sánchez haya sido un ataque deliberado hacia el candidato del PS, PC, PPD, PR, IC y MAS, es un hecho que lo pone en una posición incómoda. Guillier, al ser consultado sobre el episodio sólo dijo que “en el fondo de la crítica, yo por lo menos soy de la convicción de que en un país, cuando uno gana una elección presidencial, pasa a ser Presidente de todos los chilenos, para bien o para mal, para los buenos y para los malos y para cómo sean”, y agregó “uno tiene que escuchar a todos los sectores, y tener la paciente alocución con todos los sectores, porque así se van acercando las diferencias, traumas del pasado se van superando y por lo tanto me parece que yo tengo un criterio diferente. Yo soy más abierto en eso a nunca negarme a un diálogo”.
Las críticas a sus declaraciones
Una vez que Sánchez terminó de hablar, Valenzuela le dijo: “es una situación incómoda…” (dado que es el animador del programa en cuestión) y agregó, “sólo una pregunta sobre eso. ¿Cómo se dialoga, entonces, siendo presidenta de la República, siendo que el país también está integrado por gente que participó en la dictadura?”; Sánchez contestó que “lo que pasa es que son cosas distintas, cuando tu tienes opciones o no. Hoy como candidata yo tengo la opción de visitar un programa. O no. Y esa es una decisión mía. Y valórica”.
Todo esto contrasta con los llamados a unidad que ha hecho Guillier. El jueves dijo que “llamo a todos los sectores progresistas a que hagamos un solemne compromiso: vamos a estar juntos en la segunda vuelta, quien pase adelante tendrá el apoyo de todos para derrotar a los conservadores”, y agregó en radio Cooperativa que busca dialogar con “los otros cinco candidatos y sus equipos programáticos para ver cómo podemos ir acercando posiciones, preparando la segunda vuelta”.
El mensaje apunta a los otros candidatos de centroizquierda, que son Beatriz Sánchez, Carolina Goic, Marco Enríquez-Ominami, Alejandro Navarro y Eduardo Artés, ya que el abanderado sabe que la unidad es clave para poder vencer al candidato de la centroderecha, Sebastián Piñera, que hoy es el mejor posicionado en las encuestas.
Pese a esto, el clima de hostilidad después del mensaje de Sánchez ha ido acrecentando la guerrilla dentro del sector. Uno de los primeros en responder al veto a Melnick fue el diputado Pepe Auth, quien trabaja desde el comienzo en la candidatura de Guillier, a través de su cuenta de Twitter diciendo que “Bea Sánchez no va a programa del 13 porque validaría presencia de ex ministro de dictadura. ¿A cuántos de ellos invitó a sus programas?”, y añadió: “Bea Sánchez dice que país decente debe impedir participación en medios al que participó en dictadura. Yerra el camino si quiere gobernar el país”.
La ex ministra de Educación y también panelista del programa de Canal 13, Mariana Aylwin (DC), fue más allá y en conversación con “El Líbero” sostuvo que los dichos de Sánchez “revelan una intolerancia rayana en el totalitarismo” y agregó que “lo encuentro un muy mal signo de un sector de la sociedad que se arroga una supuesta superioridad moral para argumentar un problema de valores y de decencia, negándose a dialogar con personas que piensan distinto o han tenido una trayectoria distinta a ellos”.
En tanto, el candidato presidencial del PRO, Marco Enríquez-Ominami, señaló que “creo que es un error que quien fue periodista de un canal que fundó Sergio Melnick, Melnick fundó La Red, ella trabajó en La Red. Ahí nuevamente una vieja política, antigua, algo enredosa, transformar la indignación de los chilenos en confusión es un error” y agregó que “cómo no va a ir a un programa si trabajó en el canal que él mismo fundó, por qué aceptó el dinero y el sueldo de La Red si le parecía tan grave Melnick”.
El Líbero/Agencias