La noticia de una posible salida del analista Roberto Méndez de la presidencia de su histórica encuesta Adimark GFK, empieza a correr fuertemente por los pasillos del mundo de los sondeos y análisis político, así como también en el barrio El Golf.
Esto, luego de que La Segunda publicara que en noviembre podría arribar –hasta el edificio ubicado en El Golf 99, conocido como «El Descanso»– Roberto Méndez, quien llegaría a desarrollar «asesorías empresariales y políticas», con el objetivo de terminar su periodo en Adimark GFK.
Una situación que, de ser cierta, terminaría con un ciclo relevante para la historia de las mediciones políticas y económicas en el país, entendiendo que Adimark tiene más de 40 años de historia y fue fundada como una empresa de estudios de mercado en 1974.
Roberto Méndez estudió Ingeniería Comercial en la Universidad Católica y luego partió a Estados Unidos, en donde realizó un doctorado en Investigación del Consumidor de la Universidad de Stanford. Allí se impregnó de quien sigue siendo su gran referente hasta hoy: George Gallup, el creador de los estudios de opinión pública y fundador de la empresa que lleva su apellido.
En el año 2005, Méndez vendió una parte de la empresa a la consultora alemana GFK en un precio aproximado de US$ 10 millones, con la condición de seguir siendo su director, una posición importante que le ha llevado a tener conexiones en distintas esferas de poder, y a pesar de que su fortuna lo aleja de aquellas que poseen los peces gordos con los que se encuentra cada vez que va a exponer en Icare, Paz Ciudadana o el directorio del Banco Santander, al que pertenece, sin duda mantiene lazos relevantes bien afianzados.
Varias de sus conexiones pasan por la prestación de sus servicios, entre las cuales se han encontrado asesorías al directorio de la Fundación Paz Ciudadana, y una pasada fuerte relación con el ex Presidente Sebastián Piñera, la que se resintió tras la negativa de Roberto Méndez a ser en encuestador privado de La Moneda y luego de que en diciembre del 2010, desde Palacio, filtraran a La Tercera los resultados de la encuesta Adimark correspondiente a ese mes, luego que “por cortesía” estos llegaran a La Moneda antes de ser conocidos por la opinión pública.
En ese estudio, la aprobación presidencial de Piñera cayó 13 puntos. Ese hecho, junto a la negativa de Méndez a transformarse en el encuestador privado del Gobierno, y los posteriores números de Adimark, que dieron cuenta del derrumbe de la popularidad del entonces Presidente, en medio de las movilizaciones del 2011, terminaron por alejar a Méndez del ex Mandatario.
La relevancia e incidencia de Méndez en distintos mundos ligados a la derecha se evidencia en la cercanía con el mundo económico. “Siendo un liberal, los grandes empresarios confían en él, porque es discreto e influyente”, comentaron a este diario quienes lo conocen de cerca hace años.
El Mostrador intentó contactarse con él para confirmar la información difundida, pero no obtuvo respuesta.
El Mostrador/Agencias
