Luego de que la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) oficiara a Enel Américas, pidiendo más detalles respecto al aumento de capital por US$ 3.500 millones anunciado el miércoles, la compañía respondió detallando que el fondo de pensión de Eletropaulo tiene un déficit que alcanza los US$ 1.000 millones.
“Los principales riesgos del fondo de pensión que impactan a Eletropaulo están relacionados con tasas de descuento, tabla de mortalidad, y tasas esperadas de retorno de los activos. Las obligaciones actuariales al día 31 de diciembre de 2018 eran de US$ 3,3 mil millones y el déficit de US$ 1,0 mil millones”, señala en el escrito enviado al regulador financiero.
Enel Américas advierte que, en caso de mantener las condiciones actuales de los planes “sin hacer nada”, el déficit tiende a crecer debido al aumento de la expectativa de vida y/o reducción de la tasa de descuento del pasivo del fondo de gestión. Para mitigar esta situación, la compañía indica que Eletropaulo está desarrollando un plan para reducir el gasto de pensiones y evitar el abultamiento del déficit.
Sobre los fondos contingentes o provisiones por litigios en Brasil, la compañía informó que las distribuidoras controladas por Enel Américas en ese país tienen 70 mil juicios vigentes a diciembre del año pasado.
En cuanto al aumento de capital, Enel Américas también se encargó de aclarar que “no está contemplado utilizar recursos recaudados mediante esta acción en potenciales fusiones y adquisiciones y compras de participaciones de minoritarios, sino que al perfeccionarse este aumento de capital se alcanzará la finalidad de aprovechar oportunidades de inversión mediante el fortalecimiento del balance de Enel Américas”.
La italiana reforzó los efectos financieros que podría generar el aumento de capital, destacando que al pagarse los compromisos pendientes se aliviaría la carga financiera en forma «considerable», lo que repercutiría en un menor gasto financiero y una mayor utilidad. En esa línea, la compañía también proyectó mayores dividendos a recibir en Enel Américas y mayor capacidad crediticia.
DESPLOME DE LA BOLSA
Pese a un resultado relativamente bueno en semanas anteriores, el último tranco de febrero dejó a la bolsa nacional con una mella relevante, en un contexto de alta volatilidad para algunas de sus acciones más pesadas.
Durante esta semana, el índice S&P/CLX IPSA se contrajo un 3,82%, cerrando la sesión de hoy en 5.274,66 puntos. Esto representa su mayor baja semanal desde la segunda semana de febrero de 2018.
Entre los 30 papeles que componen al índice selectivo, sólo cinco lograron ganancia, mientras que fuertes bajas en algunos de los títulos más pesados del indicador lo arrastraron a la baja.
El caso más vertiginoso fue el de Enel Américas, que se desplomó en bolsa luego de que la firma anunciara un controversial anuncio de capital de US$ 3.500 millones. Además de la caída inicial de 10,3% el día en que notificó al mercado, la compañía siguió profundizando las caídas en los días siguientes.
Con todo, el papel perdió un 16,07% de su valor durante la semana, lo que le significó una contracción de US$ 1.877 millones en valor de mercado durante ese período.
Esta caída, que se generó entre dudas de los inversionistas en torno a la operación y la perspectiva de que se coloquen más acciones, que presiona el precio por el lado de la oferta, fue la mayor baja semanal desde 2012, año en que Grupo Enersis también anunció un voluminoso aumento de capital.
Pero Enel no estuvo solo. La segunda compañía que más cayó en la semana fue SQM, que perdió un 9,6% de su valor a través de la serie B, que vivió jornadas turbulentas en bolsa tras la publicación de sus resultados trimestrales y de una consecutiva rebaja de la recomendación por parte de JPMorgan.
La minera metálica también es uno de los títulos más pesados dentro de la nómina del IPSA. (DF)