En su primer año la iniciativa beneficiará a más de cuatro mil personas que padezcan alguna de las enfermedades pocos frecuentes y de alto costo. Los pacientes serán derivados por sus médicos tratante a Fonasa donde dependiendo de la patología determinará un prestador encargado de confirmar el diagnóstico y aplicar el protocolo de tratamiento.
Desde este viernes 4 de diciembre la iniciativa que entrega cobertura financiera y garantía de oportunidad a los tratamientos de alto costo y poco frecuentes -que por ende no cumplen con los criterios del AUGE- conocida como la Ley Ricarte Soto (Ley 20.850) entra en vigencia. Por lo que quienes padezcan algunas de las once enfermedades consideradas, ya podrán acceder a sus beneficios.
Tras la publicación en el Diario Oficial realizada hoy, el decreto pone en operación la primera fase de regulación (hasta el 31 de diciembre de 2016) con un presupuesto que contempla $30 mil millones para este año y $60 mil millones para el próximo, hasta alcanzar los $100 mil millones en 2017 cuando esté en total régimen. La Ley considera como catastrófico un umbral de gasto en diagnósticos, tratamientos, terapias o fármacos de $250 mil al mes, es decir $2.418.399 al año.
Con esto se espera que la iniciativa promulgada en junio de 2015, beneficiará en su primera etapa a más de cuatro mil personas. Para eso los prestadores, acreditados por la Superintendencia de Salud y aprobados por una comisión técnica del ministerio de Salud, deberán confirmar el diagnóstico del paciente para activar el sistema. A continuación las once enfermedades que la Ley Ricarte Soto considera: – Mucopolisacaridosis Tipo I – Mucopolisacaridosis Tipo II – Mucopolisacaridosis Tipo IV – Tirosinemia Tipo I – Artritis Reumatoide Refractaria – Esclerosis Múltiple Refractaria – Enfermedad de Gaucher – Enfermedad de Fabry – Hipertensión Arterial Pulmonar Grupo I – Virus Respiratorio Sincicial en recién nacidos prematuros – Cáncer de Mamas que sobreexprese el gen HER2
