Mediante la publicación de sus habituales reflexiones, el vicepresidente PS Camilo Escalona buscó dar ayer por cerrada la tensión generada con la presidenta del partido, Isabel Allende, a propósito del debate presidencial al interior del oficialismo.

Fue en el marco del último congreso de la colectividad, hace dos semanas, que el ex senador comentó las fortalezas de las cartas presidenciales con que cuenta el socialismo: el ex presidente Ricardo Lagos; el agente de Chile ante La Haya, José Miguel Insulza, y la propia senadora Allende. “Todos tienen un lado bueno: Lagos, una reflexión sobre el  país muy desarrollada, Insulza, una amplia convocatoria, y Allende es mujer”, señaló Escalona por esos días.

El comentario causó el rechazo de la parlamentaria, quien acusó “machismo” por parte de Escalona, además de escribir en su cuenta de Twitter: “Triste ver cómo algunos dirigentes no pueden evitar ninguneo a mujeres. Creo que valgo más que ser mujer solamente”.

Por lo mismo, ayer el líder de la corriente interna Nueva Izquierda difundió un texto titulado “Paridad de Género”. En esa carta pública, junto con asegurar que “las leyes de cuotas de mujeres son necesarias e invariablemente las he respaldado”, dedicó un apartado en el que alude directamente al conflicto con Allende, aunque sin mencionarlo explícitamente.

“En la etapa histórica actual, el valor de ser mujer tiene un fundamento positivo en sí mismo. Se trata que la mujer debe estar, porque el sólo aumento de su presencia contribuye a superar las barreras de discriminación que aún la afectan, a doblegar esas trabas y dejarlas atrás”, dice en uno de sus párrafos. Y remata, defendiéndose de las quejas recibidas, que “creo que ninguna persona puede sentirse afectada por dicha aseveración”.

En la misma línea, Escalona apela en el documento a “abrir el poder político, que ha sido masculino y rígidamente hermético, cada vez más a la participación de la mujer”. Así, finaliza adelantando sus posturas para las próximas elecciones. “Con estos criterios he abordado y abordaré los debates relativos a la configuración de las postulaciones electorales del próximo período: en las municipales, parlamentarias y presidenciales”, plantea.

Desencuentros

Allende y Escalona han protagonizado las posturas más divergentes al interior del PS. Y últimamente las divergencias tienen un solapado cariz electoral.

En los apoyos a las figuras presidenciales del PS, Escalona no ha ocultado su simpatía por la figura del ex presidente Lagos, en contraposición a la alternativa de la propia senadora. “Ante la ausencia de un liderazgo intelectual, me convenzo que lo más probable es que quien esté jurando en marzo de 2018 sea Ricardo Lagos”, dijo en noviembre. Esto, pese a que Escalona tuvo una relación distante con el ex mandatario durante su administración.

Otro foco de diferencias se produjo el año pasado, durante la dura contienda interna para presidir la colectividad.

En la campaña, Escalona -candidato de la lista “Juntos Somos Más”- acusaba un presunto afán de Allende por usar la plataforma partidaria para proyectar una carrera presidencial. Además, al inicio del caso Caval Escalona criticó a Allende por no rechazar desde el comienzo la crisis política que se gestaba en La Moneda, tal como lo hicieron miembros de la Nueva Izquierda como los diputados Juan Luis Castro y Osvaldo Andrade.

Con todo, el día de la elección, la lista Nueva Mayoría Socialista que encabezó Allende triunfó con más del 58% de los votos, propinando la derrota más estrepitosa del escalonismo en la interna socialista.