Un proyecto de ley y una campaña en conjunto con apoderados de liceos emblemáticos iniciará Evópoli, en el marco de una ofensiva para «salvar» a dichos establecimientos «de su muerte final» tras la aprobación en el Congreso del fin al lucro, el copago y la selección.
El diputado Felipe Kast explicó que antes de ingresar la iniciativa espera socializar la idea con los partidos de la oposición, «para lo cual hoy mismo les he enviado el proyecto de ley a los presidentes del PRI, RN y la UDI».
Además, en marzo pretenden lanzar una campaña junto con los apoderados bajo el lema «Excelencia e Inclusión son posibles: Salvemos los Liceos Emblemáticos».
Evópoli espera sumar apoyos de diputados de la Nueva Mayoría al proyecto de ley, con el objetivo de que «finalmente vayamos a conversar con un bloque transversal con el ministro Nicolás Eyzaguirre para entregarle la propuesta», dijo Felipe Kast.
La moción establece un sistema de «selección con inclusión» para los establecimientos educacionales reconocidos como emblemáticos o de alta exigencia.
En concreto, se propone que los colegios de excelencia o de rendimiento en el ámbito académico, artístico o deportivo podrán hacer pruebas de selección similares a las que realizan actualmente. Ello, sin perjuicio de que deberán asegurar que al menos un 40% de los estudiantes aceptados pertenezca al 40% de las familias más vulnerables del país.
«Existen establecimientos que históricamente han impartido una educación sólida y de calidad, y cuya excelencia se basa en buena medida en el establecimiento de reglas de selección claras, objetivas y que premian el mérito para su ingreso», hace ver la iniciativa de Evópoli.
«El reconocimiento de este hecho incontestable, hace que sea necesaria una reflexión profunda y que se dispense un tratamiento especial para ellos, tal como lo han reclamado, de manera que, en justicia, no sean obligados a reemplazar el esfuerzo por la suerte. Es el mérito de cada uno de sus estudiantes el que debe ser estimulado y promovido, sin discriminación de ningún otro tipo», plantea.
Uno de los argumentos que se utilizó para terminar con la selección por mérito -se hace ver en el proyecto- fue el hecho de que los alumnos de sectores más acomodados tendrían ventajas para ser aceptados toda vez que tuvieron más recursos y herramientas para preparar la prueba de ingreso. «Para enfrentar esta preocupación no es necesario terminar con el mérito en los mecanismos de ingreso. Este proyecto presenta una alternativa concreta que permite alcanzar ambos objetivos; premiar el mérito y promover la integración», remarcan. (La Segunda)