Tras 34 años de militancia en la DC, el ex intendente de La Araucanía Andrés Jouannet fue el martes pasado, junto a su padre, a la sede del Servel en Temuco, a presentar su renuncia al partido. Cercano al ex diputado Gutenberg Martínez y a la ex senadora Soledad Alvear, Jouannet venía meditando la decisión desde hace meses, tras haber perdido la elección parlamentaria en la Región de La Araucanía en noviembre pasado.
«Renunciar es doloroso pero coherente, porque en la DC se ha ido deteriorando la fraternidad de forma muy fuerte. La DC siempre se caracterizó porque, más allá de sus diferencias de ideas, se conservaba un espíritu fraterno. Pero, los últimos años, las relaciones ya no obedecen a ideas, sino que a cuestiones personales», explica.
La ex autoridad además afirma que en la campaña tuvo «escaso apoyo del partido a nivel regional y nacional, y varios de mis, entre comillas camaradas, terminaron trabajando por otras candidaturas fuera del partido».
Así, en los últimos días, Jouannet ha transmitido a sus cercanos que la llegada de Fuad Chahin a la presidencia del partido -quien fue diputado por La Araucanía mientras Jouannet era intendente- fue «la gota que rebalsó el vaso».
«Un elemento también es la última elección, que no ha hecho más que reafirmar la decisión de irme, dado que tengo diferencias de fondo con quien dirigirá la DC, por su falta de fraternidad y los constantes ataques en mi contra cuando fui intendente y candidato», dice Jouannet.
CRÍTICAS
Es incluso más duro con Chahin en la carta a la directiva del partido en la que comunica su salida. «Sus ataques no solo fueron en mi contra; muchos camaradas han sufrido lo mismo y más, y ni siquiera por desavenencias político-ideológicas, sino que por cuestiones meramente relativas al poder. El partido no puede ser convertido en un campo de Marte, en el que serán considerados enemigos aquellos que no se ven alineados con ciertos intereses», escribió.
DOCTRINA PARTIDISTA
Finalmente, Jouannet también reclama que al partido últimamente ingresan personas que no tienen vinculación doctrinaria con la DC.
«Personas que uno conversa con ellas y no tienen idea de qué es el humanismo cristiano, pero entran al partido como una fuente laboral. Y por ello se ha producido en el partido un relativismo ideológico. La DC se ha ido alejando de su línea histórica. Ya no me siento representado por las ideas que están predominando en la DC», afirma, junto con señalar que buscará impulsar esas ideas fuera de la colectividad.
«Me siento depositario de la DC que pudo generar el reencuentro de los demócratas, liderado por el mejor presidente de nuestra historia, Patricio Aylwin, que logró no solo reconciliar al país, sino fundar un modelo social y económico que ha logrado el desarrollo. Y algunos en la DC se avergüenzan de ese período; yo me siento orgulloso», indica.
Eso sí, no se compromete a sumarse al movimiento de centro de Gutenberg Martínez. Por ahora escribirá un libro con «una visión crítica de que la DC tuvo un auge y una caída, por la pérdida de una cultura política». «La derecha tiene cultura política, la izquierda tiene cultura política y en la DC renunciamos a una rica cultura humanista cristiana», dice, reclamando que el partido haya desconocido, a su juicio, las conclusiones del V Congreso Ideológico, que lideró junto a la ex ministra Mariana Aylwin, bajo la directiva de Alvear.
En los últimos días hubo otras renuncias en la tienda, como la del vicepresidente del Tribunal Supremo, Gonzalo García -cercano a Alvear- y de miembros del «Cardumen», sector vinculado a la senadora Carolina Goic. De ese grupo ya abandonaron el partido Alberto Larraín y Nicolás Muñoz. (El Mercurio)
