Ninguna de las tres primeras jerarquías de la Conferencia Episcopal -ente que congrega a los obispos de Chile- asistirá el sábado a la toma de posesión de Juan Barros Madrid, designado en enero por el papa Francisco para liderar la Diócesis de Osorno.
«Por una actividad comprometida con anterioridad, no va a asistir» el cardenal Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago y presidente de la Conferencia Episcopal. Así lo confirmó al diario La Tercera el Arzobispado de Santiago.
Alejandro Goic y Cristián Contreras, vicepresidente y secretario general de la CECh, respectivamente, tampoco estarán presentes en el acto, que se realizará a las 11:00 horas en la Catedral de Osorno.
Goic estará a esa hora en la ordenación de dos diáconos en Rancagua, mientras Contreras inaugurará el año pastoral en Melipilla. «Se trata de compromisos religiosos pactados con anterioridad», dijeron desde la Iglesia al matutino.
El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal emitió ayer una declaración pública en la que manifestó «adhesión, en espíritu de fe y obediencia, al Papa Francisco, quien ha nominado a Mons. Barros como obispo de la diócesis de Osorno».
Sí estarán presentes el arzobispo de Puerto Montt, Cristián Caro, y el arzobispo de Concepción y actual administrador apostólico de Osorno, Fernando Chomalí, quien recientemente se reunió con el papa Francisco y le comentó la situación de Barros.
Desde la Diócesis de Osorno también se confirmó la presencia del nuncio apostólico, Ivo Scapolo, a quien muchos señalan como responsable de la llegada del cuestionado obispo formado por Karadima a la Región de Los Lagos.
AUTORIDADES CIVILES
Según destaca La Tercera, son también varias las autoridades civiles de la zona que decidieron ausentarse de la ceremonia religiosa.
«Por motivos familiares este fin de semana estaré fuera de la ciudad. Lo había avisado con anterioridad», explicó el gobernador de la Provincia de Osorno, Gustavo Salvo.
«Nosotros, como Gobierno, representamos un Estado laico y respetuoso de todas las instituciones chilenas. Por lo tanto, no podemos intervenir en las nominaciones de la Iglesia en cuanto a sus obispos. Queremos tener las mejores relaciones con el mundo religioso. No podemos intervenir, con opiniones personales ni de Gobierno, que puedan ocasionar más daño a lo que está sucediendo en Osorno, porque el ambiente es agitado», comentó Salvo.
El discípulo de Karadima asumirá como obispo de Osorno en medio de manifestaciones ciudadanas y el rechazo de parte de la comunidad religiosa local. (Foto: Iglesia)
Tampoco estará presente en la asunción Jaime Bertin, alcalde de la ciudad, y quien hace pocos días advirtió que existía «mucha inquietud» por el arribo del actual obispo castrense.
«No voy, pero no por esta situación, sino por motivos de agenda, por los cuales presenté oportunamente mis excusas ya hace dos semanas, cuando me llegó la invitación», dijo Bertin a La Tercera, que no logró obtener una versión del intendente Nofal Abud para saber si asistirá a la ceremonia.
MANIFESTACIONES
Religiosos, laicos, parlamentarios y los denunciantes de Karadima son parte de los actores públicos que han manifestado rechazo a la llegada de Barros a Osorno y han pedido su renuncia.
A sólo días de que se concrete la asunción Peter Kleigel, párroco de la Iglesia de los Sagrados Corazones de Osorno, comentó que «de verdad una gran mayoría de los sacerdotes está disconforme, y nuestros diáconos van a demostrar su disconformidad este sábado en no ir a la ceremonia».
«Tenemos que expresar nuestra disconformidad, porque no entendemos esta decisión que viene del Vaticano», señaló.
Una mirada distinta expresó el párroco osornino Bernardo Werth, quien cree que hay que escuchar y respetar a Barros: «Si bien todos los creyentes católicos formamos la Iglesia, estamos llamados a orar, a vivir conforme al sermón de la montaña, las bienaventuranzas», planteó.
El movimiento de laicos de Osorno se manifestó esta semana en Santiago y espera hacerlo el sábado frente a la catedral de su ciudad. Su vocero Juan Carlos Claret, criticó la actitud mostrada ayer por la Conferencia Episcopal en su declaración.
«Ellos dicen: ‘Bueno, si el papa decidió, estamos con el papa. Es bueno que se haya transparentado su posición, pero su posición no nos deja satisfechos», indicó. (Cooperativa)
