Intentaron mantener silencio, pero se les acabó la paciencia.
La salida de Marcela Sandoval del Ministerio de Bienes Nacionales, a raíz de la fallida compraventa de la casa de Salvador Allende, se ha convertido en un hito en la relación entre el Frente Amplio y el gobierno del Presidente Gabriel Boric. En la colectividad ha tomado fuerza la idea de que, pese a que la crisis involucró a varios actores -entre ellos a la ministra Maya Fernández y la senadora Isabel Allende, ambas socialistas-, fueron ellos los que pagaron los costos, a través de la salida de la militante frenteamplista.
En la colectividad consideran que esa dinámica se ha convertido en una costumbre durante la administración de Boric, y les pesa que, a la fecha, ya sean seis los secretarios de Estado de sus filas que han abandonado el gabinete. Por lo mismo, esta vez han decidido no dejarlo pasar.
Al interior del partido explican que durante los últimos días han decidido elevar el tono en respuesta al comportamiento que ha tenido el Partido Socialista (PS) en este asunto. Y es que esa colectividad se ha encargado de instalar que toda la responsabilidad radicaba en Bienes Nacionales -y, por lo tanto, en el Frente Amplio-, para intentar exculpar a las descendientes de Allende. Sin ir más lejos, la presidenta de los socialistas, la senadora Paulina Vodanovic, dijo la semana pasada que “la responsabilidad política el Presidente ya la ha ejercido”, en entrevista con CNN.
El primero en encender las alarmas fue el jefe de bancada de los diputados frenteamplistas, Jaime Sáez. El viernes de la semana pasada, en entrevista con La Tercera, el parlamentario sostuvo que “todas las personas que pusieron una mosca deberían estar asumiendo responsabilidad, porque esto no pasó solo por la ministra de Bienes Nacionales, pasó por más gente”
Si bien las palabras de Sáez no cayeron bien en un comienzo, e incluso fueron cuestionadas por algunos de sus pares en la interna, cada vez son más las voces que se suman a ese coro.
Sin ir más lejos, el asunto ha sido abordado por la directiva que encabeza Constanza Martínez. De hecho, ella misma explicitó que en este episodio hubo “responsabilidades compartidas”.
El domingo, en conversación con Mesa Central, de Canal 13, la timonel aseguró que la fallida compraventa “es un caso gravísimo” y que Sandoval “lo había hecho bien, a nuestro juicio (en el ministerio), pero también este caso es tan grave, que creemos que, más allá de que pueda haber responsabilidades compartidas, es importante que, como señal, en vez de que paguen siempre elementos más administrativos, haya una responsabilidad política, que creo que acá se ha asumido”.
La presidenta del Frente Amplio y exdelegada regional también admitió que ve necesario que Fernández haga “un análisis crítico respecto a que este tipo de situaciones no se pueda repetir”. Pero enfatizó que “las responsabilidades no me cabe a mí expresarlas”.
Además de las conversaciones de la directiva, el tema también ha sido abordado de forma informal por otros dirigentes. En esos diálogos han constatado que ese sentir es algo expandido y se ha concluido que, en consideración de las provocaciones del PS, es necesario salir a defenderse.
Esta mañana, en entrevista con CNN, el diputado Diego Ibáñez dijo que los “actores involucrados no debieron haber firmado el contrato” y que “fue un error grave de esa cartera (Defensa) no darse cuenta de que existe una prohibición explícita en la Constitución”.
En el partido destacan que ellos han asumido públicamente que es razonable que se cobrara la responsabilidad política por medio de Sandoval, pero que no están de acuerdo con que los demás responsables se desliguen. En especial, en consideración de la amplia experiencia y trayectoria política que tienen tanto Isabel Allende como Maya Fernández. En ese sentido, hoy la apuesta del Frente Amplio es hacer ver que las responsabilidades están distribuidas.
Además, más allá de este episodio en particular, en el Frente Amplio tienen una buena evaluación de Marcela Sandoval como ministra de Bienes Nacionales, cargo que asumió en agosto de 2023 y que dejó el pasado 6 de enero. Por lo mismo, consideran injusto que el PS intente manchar su imagen con tal de proteger a sus militantes.
Esta tarde, a la salida del comité político ampliado, en La Moneda, Martínez se refirió nuevamente a este asunto. “Cuando sale un ministro, se entiende que hay una responsabilidad política asumida por parte del gobierno. Lo que mencionamos tenía que ver con que como era un procedimiento donde había habido muchos intervinientes, más allá de esa responsabilidad política que estaba totalmente zanjada (la de Sandoval), era importante que se determinara cuáles eran los errores para que eso no volviera a pasar”, afirmó. (La Tercera)