Los malos resultados electorales en materia parlamentaria y la irrupción del Frente Amplio con una fuerza inesperada en el Congreso generaron un escenario en el que, en la práctica, la Democracia Cristiana con su pequeña bancada amenaza con convertirse en la fuerza que termine desequilibrando las votaciones en la Cámara.
Y es que a pesar que la disidencia de la colectividad quería evitar tener que implementar la tesis del partido bisagra, los porfiados hechos parecen estar dándole la razón a quienes levantaron la candidatura presidencial de la senadora Carolina Goic para que el falangismo se midiera en solitario.
El Consejo Nacional del lunes constituyó un termómetro de la crisis que está atravesando el mundo democratacristiano tras la estrepitosa derrota electoral que lo asoló en todos los frentes.
Entre los consejeros hubo desde los que plantearon alianzas con el Frente Amplio hasta los que propusieron que el partido, a fin de asegurarse alguna presidencia de la Cámara de Diputados, se incline hacia un acuerdo con la derecha. Algo que, por cierto, ya ocurrió una vez en este ámbito en específico.
Por otro lado, en el almuerzo de bancada del martes cundieron las recriminaciones entre quienes sacaron en cara a unos no haber apoyado con fuerza la candidatura de Goic y los que de vuelta acusaron a los otros de no haber trabajado con energía por Alejandro Guillier para el balotaje.
Y aunque entre los pro reformas se resisten a la posibilidad de aliarse con la derecha, en lo concreto es un diseño que no se descarta si no se logra acuerdo con los frenteamplistas en materia de mesa y comisiones de la Cámara Baja. Y si bien recién ha habido conversaciones informales sobre el tema en la Cámara Alta, el temor de que el Partido Socialista y el PPD aliados pretendan pasar por encima de la DC hace que algunos no descarten un acuerdo con la hoy oposición si éste les produce una mejor ganancia.
Eso en un aspecto meramente pragmático. Pero el 27 y 28 de enero la DC realizará una Junta Nacional en la que deberá definir su política de alianzas y es allí donde se enfrentarán los que insisten en que ya quedó demostrado, con los magros resultados parlamentarios, que la colectividad no puede quedarse sola, sino que debe apostar por la unidad en una alianza que trabaje no sólo para hacer oposición de manera fortalecida, sino también para aspirar a volver a La Moneda.
Y, por otra parte, están los que plantean que la DC debe recorrer sola el camino de la oposición durante el próximo período, lo que significaría, en concreto, poner en práctica la tesis del partido bisagra, porque sus votos –sólo tendrá 14 diputados- podrían inclinar la balanza hacia un lado o el otro.
Estos últimos están poniendo el acento en que el clima político no es adecuado para que el falangismo pueda compartir en un conglomerado en que permanezca el Partido Comunista.
Las diferentes posturas tienen tensionado al partido de cara a la junta.
En este sentido, el subjefe de bancada, diputado Gabriel Silber, sostuvo que “los partidos ‘isla’ en política están destinados al fracaso” y agregó que la colectividad debe incorporarse a una coalición con “sello progresista socialdemócrata” que se diferencie del FA en la forma de hacer oposición. Para ello plantea recuperar la relación histórica que siempre ha tenido la DC con el PS.
Respecto a las declaraciones de la senadora Goic -quien descarta una alianza con el PC-, Silber afirmó que se trata de un debate que se debe resolver en la junta y que los dichos de la excandidata muestran que ya se han logrado acuerdos programáticos con el PC.
“Ni la DC es la de los años ’60 ni el PC es tampoco el de aquella época”, destacó el parlamentario junto con apuntar que “hay cierta miopía” en la visión política de la senadora.
Y concluyó con la dramática advertencia de que si la DC “no hace un giro sustantivo, al partido le quedan dos o tres vueltas, desde el punto de vista electoral”.
BORIC: «TORPEZA» NEGOCIAR CON LA DERECHA
Mientras tanto, en lo que respecta a las negociaciones por la presidencia de la mesa de la Cámara de Diputados y las distintas comisiones, el diputado Gabriel Boric adelantó que su sector no sostendrá acuerdos «instrumentales» con la derecha. Pero, al mismo tiempo, aclaró que las negociaciones con la Nueva Mayoría deben sustentarse en la lógica de que «estamos hablando entre iguales y no de una fuerza subordinada a otra».
Sin embargo explicó -a título personal- que «yo creo que sería ideal evitar que la derecha presida la Cámara, particularmente porque tenemos una agenda que es totalmente contraria y la derecha no tiene, hoy día, mayoría ni en la Cámara ni en el Senado. Entonces, facilitarle eso sería una torpeza de parte de quien quiera intentarlo».
Y destacó que «sería lamentable» que la DC negociara con la derecha las comisiones y la mesa. (DF)