“Entre los años 2010-2011, llegó a la sucursal doña Anita Pinochet, acompañada de un oficial de Ejército (no recuerdo su nombre, pero según tengo entendido actualmente se encuentra fallecido), quien me comentó que era el edecán y ella la esposa del Comandante en Jefe del Ejército General (Juan Miguel) Fuente-Alba . Se dirigieron directamente a hablar conmigo, toda vez que tenían conocimiento que anteriormente (desde el año 2005 en adelante y dos veces al año) personal del Ejército (oficiales) habían sido atendidos por mí, con el fin de venderles relojes y lápices de la marca Mont Blanc, para ser regalados a diferentes oficiales de la Institución. Sin embargo, esta visita era con el fin de buscar regalos específicamente para las señoras de los oficiales” declaró ante la Policía de Investigaciones Patricia Díaz Anabalón, ex vendedora de la joyería HBC Briones.
Las consultas sobre la cónyuge de Fuente-Alba Poblete, quien detentó el cargo de Presidenta de la Fundación de Señoras del Ejército mientras su pareja era el mandamás castrense, apuntan a uno de los temas que podría complicar a Ana María Pinochet Ribbeck: la adquisición en la boutique de Alonso de Córdova, donde se comercializan relojes y lápices de lujo de marcas com Mont Blanc, Cartier, IWC y Pameray, de regalos que fueron pagados en efectivo, recursos cuya procedencia se desconoce y que eran utilizados por la secretaria ejecutiva y administrativa que lleva más de cuatro décadas sin realizar labores remuneradas. Las eventuales responsabilidades de Anita en la indagatoria por lavado de activos que sigue el persecutor de la fiscalía Centro-Norte, José Morales Opazo están siendo analizadas y se podrían levantar cargos en su contra aseguran fuentes de la investigación. Ella ya ha declarado en calidad de imputada y ha mantenido la versión respecto de que los recursos que manejaba en la cuenta bipersonal que mantenía con su marido eran aportados por éste sin tener ella mayor incidencia.
Díaz Anabalón en su testimonio entrega, sin embargo, datos clave. Afirma que tras la visita de la mujer, que se define como dueña de casa, su chofer acudió a retirar muestras de posibles obsequios. “Días después, se presentó este mismo edecán quien realizó la respectiva compra, consistente si bien recuerdo, en aproximadamente 30 lápices de la marca Mont Blanc, por valores aproximados de $200.000 cada uno, cuyo monto fue pagado en efectivo y en moneda pesos por este señor, dinero el cual lo traía en sobre cerrado”, dijo.
La profesional detalla que posteriormente no mantuvo contacto con Pinochet Ribbeck, pero que sí se relacionó con oficiales castrenses a los que, por encargo de Fuente-Alba Poblete les vendió aproximadamente 60 relojes por un monto de $350 mil cada uno.
La pista de los dineros en efectivo gastados por la esposa del General –pero a los que no habría tenido acceso directo, ya que sólo ordenaba su consumo- aparece también en la declaración de Rodolfo Hidalgo Fariña, quien se desempeñó como oficial de órdenes de los Fuente-Alba-Pinochet y que recibía $10 millones para que fueran destinados a todos los gastos de mantención de la casa fiscal donde vivía el matrimonio, monto que era aparte de todos los consumos básicos, como luz, agua, gas, internet, que eran pagados por la institución. “Habitualmente doña Anita me solicitaba que le comprara algunos regalos para amistades como pañuelos y/o echarpes en Hermes de Alonso de Córdova, comuna de Las Condes, PINEDA COVALIN en el Hotel W, o insumos de cocina (…) Estos gastos eran de $600 mil aproximadamente. Además, me solicitaba que le comprara maceteros, plantas, entre otras que no recuerdo, pero eran para la casa fiscal. Nunca doña Anita me pidió dinero en efectivo”.
Cuánto sabía Anita Pinochet sobre las irregularidades en el uso de gastos reservados que se le imputan a su marido es uno de los temas a clarificar, pero no el único. La serie de compra-ventas de propiedades de la Fundación bajo su mando es otra de las aristas que están en la mira. Entre 2011 y 2013, según consta en la indagatoria, vendió a través de una corredora de propiedades tres inmuebles (dos en Las Condes y uno en Providencia) que habían sido donados previamente por el fisco por más de $920 millones. Uno de ellos, ubicado en El Trombón 7557 se transó en $236,8 millones. Según publicó Ciper en un reportaje sobre estas compra-ventas, el avalúo fiscal de ese inmueble era de $407,8 millones. Durante el mandato de su esposo, ella, que no registra fondos propios, adquirió dos departamentos.
En diversos interrogatorios se ha abordado la compra-venta de la Fundación y la forma en que esta organización se mantenía. Al exdirector de Finanzas (Periodo 2014- 2015 Y 2016), General Jorge Rojas Meissner se le consulta acerca de cómo se financian la institución y detalla que “los recursos que el Ejército de Chile como Institución destina a la Fundación de Señoras del Ejército son asociados únicamente a la fuente de financiamiento de fondos internos y de aportes voluntarios vía descuento por planilla del personal. El resto de los aportes los desconozco por no ser parte de mi función. Aclaro según mis conocimientos que, desde ninguna otra fuente de financiamiento del Ejército se destinan dineros a la Fundación de señoras del Ejército, puesto que es una entidad privada distinta al Ejército y autónoma. Por lo anterior, no se destinan dineros asociados a Gastos Reservados ni menos recursos presupuestarios u otros”.
El Coronel de Ejército, Sergio Vásquez Undurraga, de Finanzas, es quien más explaya sobre este asunto, ya que colaboró directamente con Pinochet Ribbeck en la Tesorería de la Fundación hasta 2012. Recalca que su función específica fue “ordenar la documentación contable y bancaria de la fundación como sucede al comenzar con una administración” y que en ese contexto, Anita le instruyó “gestionar el cierre de la cuenta corriente existente en el Banco ITAU y aperturar una nueva cuenta para la fundación, a través del Banco de Chile. Lo anterior según me indicó la propia señora Pinochet, era porque esta última entidad tenia mejores condiciones” y que estaba al tanto de la intención de la esposa de Fuente-Alba de “vender las propiedades que pertenecían a la Fundación (no recuerdo cuantas), toda vez que, el costo de las contribuciones era demasiado alto. Su idea principal era venderlas y generar intereses a partir de los respectivos depósitos a plazos”.
Según Vásquez Undurraga, durante su periodo se concretó una sola venta respecto de la cual asegura que “no hubo sobreprecio. Pienso que era el valor de mercado. Además es menester señalar que doña Anita se manejaba en dichos temas de corretaje, incluso en el proceso de dicha venta también había otras personas en conocimiento, como la directiva y abogado”.
La Tercera/Agencias