El FMI completó la calificación de Chile en el marco del acuerdo de la Línea de crédito flexible. La entidad destacó que el país tiene “muy sólidos fundamentos económicos y marcos de política institucional, así como de un historial sostenido de políticas macroeconómicas muy sólidas”. Eso sí, advirtió que aún hay riesgos.
“Tras los desequilibrios macroeconómicos acumulados en 2021-22, la economía chilena se acerca al final de su ciclo de ajuste hacia un crecimiento más sostenible y una menor inflación en un contexto internacional complejo. Las autoridades están implementando políticas decisivas para preservar la estabilidad macroeconómica y reconstruir el espacio fiscal. El Gobierno tiene planes de reforma para aumentar los ingresos fiscales, reducir la desigualdad, reformar las pensiones y la salud pública, así como fomentar una economía más verde”, indicó el organismo en un comunicado.
Luego agregó que “la economía chilena sigue expuesta a elevados riesgos externos vinculados a una posible desaceleración mundial brusca y a un fuerte endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, lo que podría provocar un descenso y una mayor volatilidad de los precios de las materias primas y una disminución de las entradas de capital”.
Por otro lado, también puntualizó cuáles son los riesgos internos, donde destacó la seguridad y el sistema de salud.
“Los riesgos internos han disminuido en gran medida con la reducción de la incertidumbre en torno al proceso de reforma constitucional, aunque persiste el riesgo de descontento social por las demandas insatisfechas y el deterioro de la seguridad, así como la incertidumbre relacionada con el sector de la salud. Sin embargo, los muy sólidos fundamentos económicos y los marcos de política institucional de Chile -anclados en el marco de objetivos de inflación, la regla fiscal estructural, un tipo de cambio flexible y una regulación y supervisión financiera eficaz- respaldan la resistencia y la capacidad de Chile para responder ante choques”, señaló el FMI.
Por último el directorio del organismo reafirmó la continuidad de la calificación de nuestro país, para acceder a los recursos de la Línea de Crédito Flexible. El actual acuerdo fue aprobado a fines de agosto de 2022, por un monto de 13.954 millones de DEG (800% de la cuota, alrededor de US$18.500 millones), según consignó el organismo internacional.
“la Línea de Crédito Flexible (LCF) continuará proporcionando un valioso amortiguador frente a riesgos extremos e impulsará la confianza del mercado al reforzar las fortalezas políticas e institucionales de Chile. Las autoridades siguen comprometidas a tratar el acuerdo de la LCF como precautorio y salir gradualmente dependiendo de la evolución de los riesgos externos”, puntualizó el FMI. (Pulso)