El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo este martes su proyección para el crecimiento de la economía chilena este año a 1,4% desde el 1,6% estimado en julio, debido a la debilidad de la inversión fija privada, la producción minera y el consumo público.
Sin embargo, el organismo elevó su previsión para el 2018 a una expansión de 2,5% desde el 2,3% pronosticado previamente.
Dicho repunte se explicaría “gracias al afianzamiento de la confianza, el alza de los precios del cobre y los recortes de las tasas de interés realizados en los últimos meses”, dijo el FMI en su informe Perspectivas de la Economía Mundial.
El organismo prevé la cuenta corriente anote un saldo negativo de 2,3% del PIB este año y de 2,8% el próximo.
En cuanto a América Latina el organismo subió levemente su proyección para el crecimiento de la región este año 1,2% desde 1% y destacó la importancia de que la mayor economía de la región, Brasil, siga priorizando el ajuste de sus cuentas públicas.
El FMI elevó su proyección de crecimiento económico mundial para 2017 en 0,1 puntos porcentuales, a 3,6% y a 3,7% para 2018, con respecto a sus estimaciones de abril y julio.
“La reactivación notable de la inversión, el comercio internacional y la producción industrial, sumada a la mejora de la confianza de las empresas y los consumidores, está apuntalando la recuperación. Los niveles de crecimiento registrados en el primer semestre de 2017 superaron en general las expectativas, lo cual ha llevado a revisiones al alza generalizadas, por ejemplo en la zona del euro, Japón, China, las economías emergentes de Europa y Rusia”, dijo el FMI .
Añadió que dichas cifras compensan holgadamente las revisionesa la baja de las economías de Estados Unidos, el Reino Unido e India.
Sin embargo, advirtió que la recuperación no es total. “Aunque las perspectivas de base son más alentadoras, el crecimiento sigue siendo débil en numerosos países. Las perspectivas de las economías avanzadas han mejorado, sobre todo en la zona del euro, pero en muchos países la inflación sigue siendo débil, lo cual revela la existencia de capacidad ociosa por eliminar, y las perspectivas de aumento del PIB per cápita se ven empañadas por la débil expansión de la productividad y el aumento de los coeficientes de dependencia en la vejez”, indicó.(La Tercera)