El viernes de la semana pasada, en el entretiempo del partido de fútbol entre Chile y Perú, Fuad Chahin tomó una decisión que reflexionaba hace tiempo. Renunció a Demócratas, el partido fundado por exmilitantes de la Democracia Cristiana (DC) que, así como él, estuvieron por el Rechazo en el plebiscito constitucional de 2022.
Lo hizo en medio de una intensa discusión por el respaldo que él y el senador Matías Walker dieron a Claudio Orrego (independiente) en su carrera por la reelección en la Gobernación de la Región Metropolitana, sin acoger la decisión institucional de apoyar a Francisco Orrego, la carta de Chile Vamos.
Para el extimonel de la DC, que alcanzó a estar un año y nueve meses militando en la colectividad, esa fue la gota que rebasó el vaso. Pero hay más motivos. “Escuché a altos dirigentes que no tenían ni siquiera problema en tener que pactar con el Partido Republicano, de tal manera de alcanzar el gobierno. Eso me empezó a incomodar”, sostiene.
Demócratas ha evidenciado fuertes tensiones en los últimos días, a raíz del apoyo que usted y Matías Walker dieron a Claudio Orrego. ¿Cuál es el estado del partido?
Lo que subyace a esa discusión tiene que ver con un debate más profundo, que se ha dado soterradamente dentro del partido, que es cuál es el camino que tenía que seguir Demócratas. Aquí había dos tesis: transformarse en un eje articulador del centro, liderar ese espacio, apostar a representarlo. Y hay otros que creen que el camino más rápido es subsumirse con Chile Vamos, ir en una lista con ellos en las elecciones parlamentarias, pasar a ser el cuarto partido de la coalición. A mí no me seduce seguir ese camino. Yo no me fui de la DC, y dejar de estar en un partido que había asumido ser vagón de cola de la izquierda, para militar en un partido que sea el vagón de cola de la derecha.
¿Se los está comiendo Chile Vamos?
Por supuesto. Chile Vamos siempre ha hecho lo mismo: lo hizo con Chile Primero, lo hizo con el PRI. La derecha tiene la lógica empresarial de diluir al accionista minoritario. No de ser aliados pares, sino de absorberlo. Si Demócratas sigue ese camino, yo visualizo que va a desaparecer.
¿Ha puesto en evaluación su militancia en Demócratas?
Tomé la decisión de renunciar a Demócratas. El día viernes lo hice en silencio.
¿Por qué?
Porque dejó de representarme el proyecto político. Además, esa camotera pública que se le salió a dar a Matías Walker me parece absolutamente impropia. Yo no escuché a ningún dirigente de Demócratas, ni a la presidenta, que dijera algo a Evelyn Matthei por haber incumplido el pacto por omisión que firmó Chile Vamos en poquitas comunas, como Palmilla. Una comuna pequeñísima, y ni siquiera ahí Chile Vamos tuvo la voluntad de cumplir. A Matías Walker, respecto de un liderazgo que es de centro, como el que representa Claudio Orrego, lo salieron a reprender como si fuera un cabro chico. Eso me violentó muchísimo. Lamentablemente, una parte de la directiva está absolutamente entregada a Chile Vamos y a Evelyn Matthei.
Entonces, la discusión de los Orrego solo rebasa el vaso, pero usted lo viene pensando desde antes…
Por supuesto. Y no es solo malestar con Chile Vamos. Veo que el proyecto político al que yo entré a militar ya no existe. Yo entré a un partido que se paraba en el centro, con carácter, con personalidad, para lograr dar equilibrio y gobernabilidad a nuestro país. En la negociación municipal empezaron a aparecer mis dudas respecto de para dónde íbamos. Escuché a muchos altos dirigentes que incluso no tenían ni siquiera problema en tener que pactar con el Partido Republicano, de tal manera de alcanzar el gobierno. Eso me empezó a incomodar. El proyecto político extravió completamente su horizonte. Además, esa decisión (sobre apoyos en segunda vuelta) se tomó sin consultarles a las bases.
¿Informó al partido de su decisión?
Solo a algunos militantes. Avisé a los diputados Joanna Pérez y a Jorge Saffirio.
¿Se va muy decepcionado?
Tenía mucha ilusión, mucha esperanza de que el partido pudiera ocupar el espacio que había abandonado la DC, entre otros. Veo que se desperdició una oportunidad. Me voy un poco frustrado. No dolido, porque no me hicieron nada en términos personales. Me voy tranquilo de un lugar en el que ya no me sentía cómodo, y profundamente decepcionado.
Dice que hay dirigentes de Demócratas que se abren a pactar con republicanos. ¿Se refiere a la senadora Rincón?
No solo a ella. Yo le tengo afecto personal a Ximena. Pero me sorprenden algunas de sus declaraciones y decisiones del último tiempo, naturalmente. Con su empuje, su tenacidad, que fue el factor determinante para lograr constituir el partido, me parece extraño que no se cuide el partido. Parece que aquí está primando el pragmatismo absoluto. El mismo que vi en la DC, donde se perdió toda identidad y todo amor propio, por ocupar espacios de poder. Hay algunos que están más preocupados de ver cómo les puede llegar algo de la repartición del poder en caso de que Evelyn Matthei llegue a gobernar. No es solo Ximena Rincón, lamentablemente son muchos dentro del partido.
¿Ella ha tenido un liderazgo negativo?
No. Yo creo que ella debió de cuidar más todos los liderazgos del partido. Yo he hablado con varios parlamentarios y tengo la certeza de que muchos de ellos están absolutamente incómodos con algunas de las decisiones del partido.
¿Qué planes tiene ahora? ¿Quieres mantenerse como independiente?
A mí me interesa la política, pero no hay ningún proyecto político hoy día que me motive. Mientras eso no ocurra, no siento la necesidad de militar por militar. Estoy muy tranquilo en el ejercicio de la profesión, dedicándole mi energía a la familia. (La Tercera)