Gran reapertura de Notre Dame tras 5 años de restauración

Gran reapertura de Notre Dame tras 5 años de restauración

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Notre Dame no es un templo cualquiera. En Francia, es como una especie de santuario nacional. Probablemente por eso, Emmanuel Macron se dirigió de inmediato a la conmocionada nación el 16 de abril de 2019, un día después del incendio que la arrasó. El presidente francés prometió que la célebre catedral gótica iba a ser renovada y reconstruida en solo cinco años, y que luciría aún «más hermosa que antes».

Sin tropezar prácticamente con obstáculos burocráticos, se ha invertido mucho dinero en el «proyecto nacional». Finalmente, Notre Dame se reabrirá con una ceremonia festiva el 7 de diciembre. Macron pronunciará un discurso en presencia de numerosos jefes de Estado y de Gobierno. Al día siguiente, el arzobispo Laurent Ulrich celebrará una primera misa solemne, durante la cual se consagrará el nuevo altar.

VIEJA IGLESIA, NUEVO ESPLENDOR

Cualquiera que recuerde el Notre Dame anterior a la época del incendio se sorprenderá. Las paredes se han limpiado de la suciedad y el hollín acumulados durante siglos. Las ventanas limpias dejan entrar más luz que antes, permitiendo que brillen los colores y el pan de oro de los murales. También se han limpiado las 2.300 estatuas y los 8.000 tubos de órgano. Hace poco, fueron instaladas 1.500 sillas nuevas, no sin antes bendecirlas. Hubo que montar 2.000 toneladas de andamios y volver a desmontarlos. Casi 250 empresas y estudios han participado en la restauración.

Virgen en mármol blanco y corona en la cabeza, con su hijo en brazos.Virgen en mármol blanco y corona en la cabeza, con su hijo en brazos.
La Virgen de París se salvó milagrosamente del incendio que asoló el templo en 2019.Imagen: Jeremy Paoloni/ABACA/picture alliance

¿Quién iba a pensar que la basílica, construida entre 1163 y 1345, volvería a convertirse en la «obra del siglo»? Los costos hasta la fecha ascienden a 700 millones de euros. Gracias a una campaña de captación de fondos sin precedentes, se han recaudado unos 840 millones de euros. El dinero restante servirá para abordar la restauración del ábside y los contrafuertes. Las obras comenzarán después de la reapertura y durarán tres años.

«EL MILAGRO DE NOTRE DAME»

Han pasado cinco años desde el catastrófico incendio que causó horror en todo el mundo. Los bomberos lucharon durante cuatro horas hasta que pudieron contener el fuego en la armadura de madera del tejado.

El alcance de la destrucción no fue tan grande como se temía en un principio. La torre del crucero se derrumbó y, con ella, tres tramos abovedados. En el coro se abrió un enorme boquete. Pero la Virgen de París permaneció intacta, a pesar de que la torre del crucero se derrumbó junto a ella. Barbara Schock-Werner, experta alemana en catedrales, calificó en aquel momento este hecho como «el milagro de Notre Dame».

«Había un gran peligro de que toda la iglesia se derrumbara», recuerda a DW Schock-Werner, «habría bastado una tormenta y los daños habrían sido inmensos». Pero París tuvo un golpe de suerte. El «problema del plomo» tuvo un efecto mucho más devastador. Cayeron láminas del techo de plomo de Notre Dame, otras se fundieron. El polvo de plomo tóxico lo cubrió todo. Los trabajos de construcción se hicieron más difíciles. «Fueron retos muy grandes», destaca Schock-Werner.

¿DEMASIADA HUMEDAD AÚN?

Junto con Armin Laschet, entonces representante cultural franco-alemán, Schock-Werner, antigua maestra de obras de la catedral de Colonia, coordinó la ayuda alemana. Gracias a ello, cuatro claristorios de la basílica fueron liberados del polvo de plomo y reparados en el taller de construcción del templo colonés. Por otro lado, los badajos de las campanas de Notre Dame fueron suministrados por una empresa familiar de Anzenkirchen, en la Baja Baviera.

La rápida restauración de Notre Dame inspira un gran respeto a la experta alemana, aunque la presión de tiempo y dinero tiene su lado negativo: «En realidad, el edificio todavía está demasiado húmedo», advierte la arquitecta y experta en catedrales. Las maderas frescas de roble para las cerchas del tejado habrían necesitado más tiempo para secarse. «Normalmente, se deja el roble hasta que está seco y sólo entonces se utiliza. Pero eso se debió, por supuesto, a la premura de tiempo. Y sólo cabe esperar que salga bien».

«UN ÉXITO FRANCÉS»

Aún no está claro cómo piensa hacer frente París a la previsible avalancha de visitantes a Notre Dame. La ministra francesa de Cultura, Rachida Dati, quiere cobrar entrada, pero la Iglesia católica se opone. La ciudad de París estudia convertir el aparcamiento subterráneo frente a la catedral en un centro de visitantes.

Según el Palacio del Elíseo, el presidente Macron, que atraviesa dificultades internas, considera la hazaña de Notre Dame un «éxito francés». La catedral brilla con nuevo esplendor, y muchos de los cerca de 3.000 invitados, entre ellos 50 jefes de Estado y personalidades, quieren disfrutar de ello el fin de semana de la inauguración. El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, viajará a la capital del Sena, al igual que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, también anunció su asistencia a través de la red social Truth Social. (dw)