Se viene “una guerra en la calle”. Así reaccionó el presidente de la Federación Regional de Pescadores Artesanales (Ferepa), luego que Radio Bío Bío diera a conocer la solicitud de espacio marítimo que realizó la Asociación de Comunidades Indígenas de Coronel.
El requerimiento, por el cual se invocó la Ley Lafkenche, fue presentado por el estudio jurídico que encabeza la exconvencional Amaya Álvez, quien participó en el área del derecho de los pueblos originarios durante el proceso constituyente
En conversación con La Radio, Hugo Arancibia, presidente de Ferepa, dijo que “se va a ver un conflicto, un conflicto que va a explotar pronto en la calle. Primero van a ser pescadores por esta seguidilla de actuaciones del mundo indígena (…) la Ferepa está apoyando este movimiento, porque no estamos disponibles para entregar estos espacios que han sido ocupados, para que hoy día se nos cobre un peaje”.
Sobre este tipo de solicitudes, dijo que primero fue la de comunidades lafkenche que exigió desde Coliumo hasta Tirúa, “sin tener un objetivo planteado al respecto”, añadió Arancibia, quien agregó que lo mismo ocurre ahora en Coronel, donde se viene una “controversia bastante fuerte, y una guerra que viene en la calle”.
En caso que la solicitud de concesión de espacio marino sea otorgada a la comunidad, esta no será exclusiva de ella, sino que deberá convivir con quienes ya estén establecidos en dicha zona, sin embargo, quedarán a cargo del uso y administración, para lo que deberán realizar un plan de manejo.
Respecto a esto, el presidente de Ferepa agregó que “no se cumplen con los objetos, porque el objeto es que juntos se haga un plan de manejo que determine cuáles son las actividades que va a recurrir cada uno de ellos. Hace poco tiempo atrás hubo un ataque de pescadores de Tirúa contra embarcaciones artesanales que estaban pescando en esa zona, o sea, esos son mecanismos evidentes que nos permiten ser cautelosos”.
Las tres comunidades que conforman la Asociación de Comunidades Indígenas de Coronel son Fotun Pu Lafken, Huenullanca y Marihuen. Esta última reconoció que no es de la zona y que fueron invitados a participar de la iniciativa. (Bio Bio)
