Imperfecciones en el mercado laboral chileno-Andrés Montero

Imperfecciones en el mercado laboral chileno-Andrés Montero

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Chile seguirá enfrentando serios problemas en el mercado laboral. Las razones de esta afirmación tienen que ver con el desconocimiento que existe en el gobierno, los parlamentarios y muchas veces en la academia y los centros de estudio, de cómo funciona el mercado en la realidad. Mencionaré algunas situaciones prácticas, no consideradas por las autoridades a la hora de legislar.

1- El salario mínimo, que sube periódicamente. Lo que no se dice, es que la mayoría de los trabajadores entiende el salario mínimo como líquido y no como bruto, que es lo que corresponde. En el campo y en la mayoría de las empresas se paga el líquido por sobre el mínimo. Además, se deben pagar las gratificaciones legales, lo que al final la idea de que el salario mínimo es algo más de 500 mil a partir de este mes, no se ajusta a la realidad. Es al menos un 20% más.

2- Se ha reducido la jornada laboral a 40 horas, sin reducción de salario, lo que implica un aumento en el costo laboral de las empresas, pues ha quedado más que claro que no ha habido aumentos en la productividad.

3- Extrema dificultad y costos para despedir a alguien. Si la persona hace el trabajo lento, no es posible despedirla por esa causal. Muchas veces el trabajador provoca el despido, para acceder a la indemnización por años de servicio.

4- La informalidad creciente ha sido gatillada, entre otras cosas, por la inmigración ilegal y mafias detrás del abastecimiento de productos. Constatar que alrededor del Congreso Nacional, se vende todo tipo de cosas de manera ilegal, da cuenta de la inoperancia de la autoridad respectiva. Esta realidad es un atentado al empresario formal.

5- El chileno está cada vez más flojo. Hablo en general. Siempre hay excepciones. Lo afirmo tras 45 años de ejercicio profesional en distintas actividades productivas y de servicios. No hay interés por sacrificarse, por ahorrar y por perfeccionarse más, para ser más productivo. El celular ha pasado a ser un “ladrón de tiempo laboral”, pues estimo que no menos del 20% del horario laboral es usado por los trabajadores para temas domésticos, ajenos al trabajo.

6- El teletrabajo, aunque en disminución, ha sido un enemigo de la productividad, aunque algunos opinen lo contrario. Mi impresión es que cuando los trabajadores no tienen “jefe a la vista”, trabajan menos.

7- El Estado ha sido otro cómplice del trabajo ineficaz. En efecto, los permanentes bonos otorgados sin mayor análisis han generado en la población, una sensación de que el Estado -en realidad los contribuyentes- deben resolver los problemas de cada uno.

8- El aumento exponencial de los empleados públicos es otro drama, pues a la hora que asuma un gobierno responsable, el tamaño del Estado tendrá que achicarse, con los consecuentes efectos en el empleo.

9- La educación básica y escolar en Chile es cada vez peor. Esto lo han mostrado todos los indicadores locales e internacionales. En este contexto, el chileno común que ingresa al mercado laboral no será exitoso, pues no está preparado para las exigencias de un mundo global y competitivo. O se arregla la educación, o seguiremos empantanados.

10- El nuevo costo en discusión, en que se aumentará en 6% el aporte del empleador es otro motivo para ser pesimistas. A Chile le falta flexibilidad laboral, productividad y mayor confianza del Estado en la responsabilidad de cada uno en su futuro.

Si el Estado, representado por el gobierno de turno, va a seguir ofreciendo beneficios a diestra y siniestra, nunca se modificará la tendencia decreciente de nuestra productividad. Los jóvenes están sobreprotegidos por sus padres y eso a la larga es quitarles herramientas para enfrentar un mundo que es complicado y lo seguirá siendo. Finalmente, si las parejas jóvenes quieren tener perros en vez de hijos, seguiremos inundados de extranjeros de baja calificación, con los consecuentes efectos en la competitividad de nuestra economía. (El Líbero)

Andrés Montero