Incendios: pérdidas forestales llegarían a US$ 350 millones

Incendios: pérdidas forestales llegarían a US$ 350 millones

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Los incendios forestales han consumido cerca de 370 mil hectáreas según los últimos datos de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) ocasionando graves daños a la actividad maderera.

Según el presidente de la Corma, Fernando Raga, los daños al sector forestal suman 70 mil hectáreas por un valor estimado superior a los US$ 350 millones.

El ejecutivo explicó que esta cifra involucra sólo el valor económico de las plantaciones, sin considerar el daño producido a las pequeñas y medianas empresas industriales, algunas de las cuales han sido completamente destruidas.

“No estoy hablando del daño aguas abajo, de pérdida de productos, plantas paradas ni tampoco del daño de pérdida materiales de las plantas”, precisó.

Según un catastro preliminar del organismo, los siniestros han afectado principalmente a pequeños productores, en bosques y aserraderos.

Otro sector que ha sufrido perjuicios ha sido el ganadero. Los animales afectados hasta ayer eran 2.433 bovinos, 665 equinos, 7.343 ovejas y cabras, más 3.817 colmenas según cifras de Indap. Los agricultores afectados ascendían a 2.017 hasta ayer.

IMPACTO ECONÓMICO

Aunque todavía es difícil cuantificar el daño de los incendios en el crecimiento económico, BCI estima que la experiencia internacional sugiere “un importante efecto negativo” a la actividad rebajando el crecimiento del primer trimestre.

La entidad afirma que los sectores agrícola y forestal de las regiones afectadas corresponde a cerca del 10% del producto total de Chile y que la experiencia internacional con siniestros de similar magnitud sugiere caídas de 10% para la agricultura en los meses venideros al evento.

El banco también advierte un posible impacto en el empleo del sector y efectos sobre la inflación.

“La extensión de los incendios forestales podría tener impactos en la cadena productiva del resto de los sectores económicos”, agrega el documento.

Angel Cabrera, economista y socio director de Forecast Consultores, afirma que los principales perjuicios los tiene el sector forestal. “Estamos viendo una destrucción de bienes de capital, destrucción de bosques”, dice.

José Ramón Valente, director ejecutivo de Econsult, sostiene que con estas catástrofes el país “pierde una parte de los activos que tenemos, por lo tanto somos más pobres”.

Sin embargo, destaca que la catástrofe podría generar una oportunidad de crecimiento. “La misma pérdida te hace reconstruir. Entonces el efecto crecimiento puede ser mayor o positivo. Se produce más actividad”.

Según datos de Conaf a las 19:00 horas había 119 focos de incendios, 50 controlados, 61 en combate y 8 extinguidos. En tanto, la superficie afectada en la actual temporada de incendios -1 de julio a 30 de junio- asciende a 557.299 hectáreas.

En tanto las personas afectadas por las llamas llegan 1.108 personas albergadas, 3.782 damnificados y 4.782 evacuados, con 1.012 viviendas destruidas. A esto se suma los 11 fallecidos que corresponde principalmente a carabineros y bomberos, y ahora último civiles.

El daño en vivienda se espera que vaya en aumento. Ricardo Chamorro, presidente de la Cámara de la Construcción de Talca, sostuvo que en el Maule, la más afectada, hay cerca de 1.550 viviendas dañadas. El dirigente explica que sólo para levantar Santa Olga, Los Álamos y Altos de Morán implicará una inversión público-privada hasta por $ 40 mil millones.

La presidenta Bachelet informó ayer que hay 19.437 personas en el combate de incendios, a los que se sumarán 600 brigadistas y expertos de Argentina, Brasil, Colombia, España, EEUU, Francia, Japón, México, Panamá, Perú, Portugal y Venezuela.

TERRENOS PODRÍAN PERDER 40% DEL VALOR

Más de 300 mil hectáreas han sufrido daños con los focos de incendio que están afectando al país. ¿Pero cómo repercutirá esto en el valor del suelo? Aunque es muy pronto para tener una constatación real, ya que no se han producido transacciones, Teodosio Cayo, gerente general de Arenas & Cayo, realiza un análisis de la situación. Primero, dice que los suelos protegidos o no explotados económicamente tienen un daño en relación a la vegetación que los compone y el ecosistema asociado a ellos. En ese sentido, «se espera una renovación natural del suelo en un plazo de 4 a 5 años sin contar las plantaciones». Entonces, para conservar el valor de estas tierras, es «fundamental protegerlas adecuadamente de la erosión y esperar una recuperación normal de la flora y fauna», dijo Cayo. Los suelos rurales para uso habitacional no correrían la misma suerte. «Estos fueron los casos más afectados, no por el suelo, sino por los costos de reconstrucción», dice, lo que conlleva a una pérdida de interés por parte del mercado directo y se traduce en que el dueño, por falta de liquidez, acepta la venta de su propiedad a un 40% bajo el valor, esto «ante una nula o escasa demanda por zonas afectadas bajo condiciones similares». En este marco, Cayo dice que «si se destinan los recursos necesarios para la reconstrucción de las áreas pobladas y se realiza una reconversión de las fuentes laborales, podríamos ver un periodo activo del punto de vista económico para la zona, sin embargo esa situación a la luz de otras catástrofes, podría no ser el resultado esperado y muy por el contrario, ver empobrecido y sin mayor demanda los lugares afectados».

En el ámbito forestal, Cayo afirma que el mayor daño está en «los productos terminados o bosques que pudieron estar listos para la explotación». Un bosque de 15 años de antigüedad son 15 años de espera para lograr obtener un producto. «El daño en el suelo (forestal) no cambia respecto a zonas no explotadas, más bien serán suelos que deberán ser nuevamente plantados para recuperar en el más breve plazo dichas plantaciones». Si bien habrá una necesidad de mano de obra para poder plantar estas zonas, al final solo resta esperar. Cayo afirma que como no se puede reforestar todo de una vez, el tiempo para volver a la normalidad podrían duplicar el periodo de una cosecha. (DF)

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