Un tenso momento se vivió esta tarde en la comisión de Salud de la Cámara de la Cámara de Diputados, que terminó con el diputado Hernán Palma (IND) llorando en uno de los salones del Congreso Nacional tras un altercado con la legisladora María Luisa Cordero (IND-RN).
En medio de la tramitación del proyecto de ley corta de isapres, el diputado Daniel Lilayu (UDI) enlistó una serie de enfermedades que podrían colapsar el sistema de salud público si es que quiebran las aseguradoras, aludiendo al estudio que hizo el Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Desarrollo, cuya directora era la ex subsecretaria Paula Daza.
En ese contexto, el parlamentario mencionó la esquizofrenia y dijo que en estos casos, una irrupción del tratamiento, podría aumentar en 4,2 veces el riesgo relativo de suicidio.
Tras lo planteado por Lilayú (UDI), la diputada Cordero (IN-RN) tomó la palabra y señaló: «Decirle a la doctora Daza que yo le hago clase de psiquiatría. Si hay alguien que no se suicida, son los esquizofrénicos, los que se suicidan son los papás que los tienen que aguantar«.
Inmediatamente el diputado Palma (IND) interrumpió la sesión y le respondió a la legisladora: «Yo tengo una hija esquizofrénica y créeme que no tengo que suicidarme, doctora Cordero. No lo puedo soportar. Su ironía no me hace ningún chiste (…) este espacio ha llegado a límites insostenibles», y se retiró de la comisión.
«Yo me siento tocado a lo personal porque tengo un caso extremadamente cercano, conozco el dolor que produce una condición así, pero también no hablo solo a título personal, hablo por los miles de personas que se pueden sentir condolidas con una expresión como esta que una vez más demuestra que la doctora Cordero no escarmienta en el sentido de que no reflexiona ni cambia su costumbre de hacer estos comentarios tan bizarros, tan fuera de tono y que me resultan del todo indolentes», señaló posteriormente el diputado.
En ese contexto no descartó enviar a la legisladora a la comisión de Ética, «lo estoy hablando con mi comité, con mis compañeros y compañeras de bancada (…) creo que este es un espacio que se está tornando violento, bizarro y donde se están permitiendo cosas que me parece que están rayando en la inmoralidad».(Emol)