La Asociación de Isapres emitió una declaración en la que critica duramente la ley corta, que el Gobierno ingresó esta semana al Congreso, para resolver el fallo de la Corte Suprema que ordenó a las aseguradoras regirse por la tabla de factores de 2019, y restituir los cobros en exceso desde entonces.
«El proyecto que ha ingresado al Congreso es un engaño: no tiene factibilidad alguna y conduce por la fuerza a un monopolio estatal, dañando el acceso a la salud de todos los chilenos», se lee en el texto emitido por el gremio.
La entidad que preside Gonzalo Simon además afirmó que «la propuesta denota una indolencia absoluta con los usuarios del sistema de salud, los beneficiarios de isapre y en particular con los enfermos«.
«Promete rebajas de precio y devoluciones falaces, que jamás llegarían a concretarse, pues su mera aplicación hace imposible cumplir con los contratos, dejando a casi tres millones de personas en la indefensión», añaden.
Tras ello, la asociación menciona que «la iniciativa disfraza un cierre por secretaría del sistema isapre y el traslado obligado de las personas al Fonasa, que no da abasto para atenderlas. Creemos que las posturas ideológicas no pueden ser impuestas a expensas de los afiliados y del acceso a la salud. Los pacientes no son herramientas políticas».
«Hemos sobrevivido una cruenta pandemia, combinando los esfuerzos públicos y privados. Esperamos que el Congreso evite una nueva y mayor emergencia sanitaria, y el desmantelamiento del sistema privado de salud«, cerró la Asociación de Isapres.
Cabe recordar que el texto ingresado por el Senado señala que serán las propias aseguradoras las que delinearán el plan de pago, otorgándoles un plazo de seis meses para aquello y en que deberán detallar los contratos afectos, las cantidades a devolver, el plazo máximo y las modalidades.
Según reveló ayer la Superintendencia de Salud, se analizaron 1,8 millones de contratos, de los cuales 725.878 se podrían ver favorecidos con una reducción de cobros –por la adecuación a la tabla única de factores– y la devolución de excedentes. Lo anterior, representa el 39% de los contratos estudiados.
En tanto, el monto total que las isapres deberían devolver a los afiliados asciende a $1,1 billones (más de US$1.400 millones), un monto que da cuenta del peor de los escenarios que esperaban la industria privada de salud. (Emol)
SITUACION DE LA INDUSTRIA
A continuación, revise el detalle de los montos que deberá restituir cada isapres según lo expuesto por la Superintendencia de Salud, que calculó que las aseguradoras deberán devolver una cifra equivalente a US$1.400 millones, lo que para diversas voces expetas es algo «imposible de asumir».
LOS GRUPOS DETRÁS DE LAS ISAPRES
Según los registros de la Superintendencia de Salud, actualmente existen siete isapres abiertas en Chile: Banmédica, Colmena, Consalud, Cruz Blanca, Esencial, Nueva Masvida y Vida Tres.
De estas, hay dos que tienen el mismo dueño: UnitedHealth Group, conglomerado estadounidense controlador de Banmédica y Vida Tres. Este holding ha hecho noticia en el último tiempo, pues mediante una carta formalizó su solicitud de iniciar la primera fase de un potencial litigio internacional -a través de los mecanismos de resolución de controversias establecidos en el Tratado de Libre Comercio– por lo que califica como falta de certeza jurídica para las isapres.
Otro grupo extranjero es el inglés Bupa, dueño de Cruz Blanca, una de las empresas en el ojo del huracán debido a las millonarias pérdidas que mantiene, el incumplimiento del contrato con Clínica Indisa por reajuste de los valores de servicios según el IPC, y los masivos despidos que efectúo hacia fines del año pasado. A lo anterior se suma que se convierte en la isapre que tendrá que reintegrar la mayor cantidad de dinero a sus afiliados.
Desde 2017 que Nexus Chile, firma de salud ligada al fondo estadounidense Nexus Partners, controla la isapre Nueva Masvida, y pese a que intentó adquirir Colmena, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) prohibió la operación tras concluir que ella reduciría sustancialmente la competencia en el mercado. En 2013 Colmena, cuyo accionista mayoritario era Carlos Trucco, fue comprada por un fondo de inversión gestionado por LarrainVial y que entre sus principales aportantes se encontraba el holding Bethia.
Consalud, en tanto, es la isapre controlada por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), por medio de su brazo de inversiones ILC.
La última isapre abierta que entró al mercado lo hizo en enero de 2022. Se trata de Esencial, vinculada con la Corporación Chileno Alemana de Beneficencia (CCAB), que aprobó un aumento de capital por un monto de $24 mil millones, operación que realizó a través de Grupo Alemana, la división que reúne a sus actividades en el área de la salud. (Emol)