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Italia, la cuarta economía por tamaño de la Unión Europea, se apresta a vivir este domingo una jornada decisiva que puede marcar no solo su destino, sino también ser incidente en la suerte de este bloque de naciones del viejo continente.
En efecto, este 4 de diciembre tendrá lugar un referendo que nominalmente sanciona una reforma constitucional que redefine la arquitectura parlamentaria tanto en número de integrantes como en rol y peso, pero que políticamente sellaría la suerte de la administración que encabeza Mateo Renzi, quien dijo que en caso de perder, renunciaría.
El evidente error político de Renzi ha transformado este hito administrativo constitucional en uno que podría poner término al que hasta hoy se anota como el cuarto gobierno más longevo de Italia en los últimos 70 años (en los cuales ha habido 63 administraciones distintas), abriendo la opción para que asciendan movimientos como el 5 Estrellas que lidera Beppe Grillo, con clara vocación anti Unión Europea.
Un escenario como este, se subentiende, generaría un clima de incertidumbre superlativa no sólo para ese país, sino que para la UE, que ya está sometida a tensiones relevantes en numerosas naciones que la integran. (DF)
Equipo editorial DF
