Luego de retornar de sus vacaciones, el aterrizaje del diputado Giorgio Jackson a la contingencia fue abrupto, dada las controversias de los últimos días con complejas situaciones vinculadas a la relación entre el dinero y la política, un tema del que el legislador RD ha hecho una de sus batallas. Así, a las horas de conexión con el debate público, Jackson tuvo que informarse de la renuncia del hijo de la Presidenta, Sebastián Dávalos, tras conocerse la gestión de un crédito con el vicepresidente del Banco de Chile para un negocio inmobiliario. También de la arista Soquimich del caso Penta, que involucra a dos personeros de la Nueva Mayoría y, a horas de lo último, la intervención del Ministerio Público en la investigación del fiscal Carlos Gajardo
“El desplazamiento del fiscal Gajardo es una señal que es difícil de entender. Genera suspicacia que justo en el momento en que se ven involucrados dos personeros de la Nueva Mayoría, se produce este cambio”, reflexiona el ex dirigente estudiantil.
Precisamente se critica la oportunidad del cambio de fiscales a cargo de la investigación del Caso Penta.
No quiero desmerecer las competencias del fiscal Andrés Montes para abordar el caso pero, por el momento político, por supuesto que levanta una duda razonable. El mismo fiscal tiene que pronunciarse si tiene inhabilidad, dado el vínculo de su padre con un partido político. Él sabrá mejor que nosotros si le complica tomar este caso y ser tan firmes como el fiscal Gajardo para ver el caso Soquimich.
¿Es un retroceso para la investigación?
Siempre empezar con alguien nuevo va a ser un retroceso, porque no es quien ha llevado minuciosamente la investigación.
Anteriormente, el hijo de la Presidenta, Sebastián Dávalos, renunció a la Dirección Sociocultural de La Moneda por gestionar personalmente un millonario crédito. ¿Cómo manejó el gobierno este caso?
La posición en la que puso Dávalos a su madre, la Presidenta, fue una situación absolutamente incómoda. Sin duda faltó audacia y agilidad en los tiempos. Sentí que se vio forzado a renunciar, más que él tomar la iniciativa desde el primer día para dejar el cargo. Hubo demora en la toma de decisiones y hubo resistencia de Dávalos para tomar el paso que dio, totalmente forzado por Peñailillo, quien a través de la prensa lo empujó a tomar la decisión.
¿Es un simple “problema entre privados”, como dijo el gobierno en su minuto?
En absoluto. La política no se trata sólo de lo legal, sino que también de lo ético y cuando alguien tiene una reunión con el vicepresidente de un banco, no es para hablar de la vida, sino para hablar de negocios. Y cuando se traspasa el límite de lo ético, opera el tráfico de influencias. En este caso, la situación entera era inaceptable, porque se está haciendo negocios con especulación inmobiliaria cuando todos sabemos que genera desregulación de los suelos, inflación de la tierras, todo lo contrario a lo que supuestamente quiere hacer el gobierno con las políticas urbanas. Hay una inconsistencia tremenda.
La Nueva Mayoría fue entusiasta para criticar a la UDI por su vinculación al caso Penta, conducta que distó para pronunciarse por la situación de Dávalos.
No actuaron con la misma vara. Tenemos que ser todos lo más enfáticos posible para condenar lo que haya que condenar. No se debería estar aprovechando estas instancias para sacar una ventaja política.
¿El caso Dávalos afectó la imagen de la Presidenta?
Por supuesto que la afecta, pero creo que solo explicita que existe una buena relación entre gran parte de la Nueva Mayoría y los máximos empresarios del país. Para nadie son desconocidos los vínculos entre Andrónico Luksic y dirigentes de la Nueva Mayoría, por lo tanto, lo explicita de una manera tan impresentable que lo transforma en un escándalo político.
Hasta ahora, Bachelet no ha dado ninguna explicación.
A mi me parece que va a tener que dar explicaciones y nadie sabe si va a tomar una postura de madre o de Presidenta, donde tendrá que ser enfática en decir que son cosas que no querrá que vuelvan a pasar en su gobierno. Me gustaría que se pronunciara poniéndole suma urgencia en marzo, tal como se comprometió, al proyecto de financiamiento de la política. Me gustaría que subiera los estándares de transparencia de los patrimonios de las personas que están en el aparato público. Esperaría que se pronunciara también sobre las políticas de especulación inmobiliaria y desarrollo urbano.
¿El proyecto de financiamiento de la política hubiera solucionado estos hechos?
Por supuesto que una reforma de financiamiento facilita el buen comportamiento, pero estos hechos abren la pregunta: ¿Estamos legitimados los parlamentarios para hacer una nueva Constitución?
¿Y están legitimados?
Hay varios que hicieron trampa y vulneraron la ley de financiamiento para obtenerlo. Y para hacer una nueva Constitución, se necesita mayor legitimidad que el haber salido con los votos en una elección binominal. Por eso insisto en la asamblea constituyente.
¿Deben renunciar los parlamentarios UDI vinculados a Penta?
No pueden renunciar, ese es un problema. Pero la solución tiene que ver con un tema ético de ellos; que se inhabiliten en las causas que tengan que ver con el grupo Penta hasta que se esclarezca todo.
¿El diputado Roberto León y el senador Fulvio Rossi deben inhabilitarse en votaciones sobre minería, dada la arista SQM?
Me parece que enaltecería sus credenciales a la hora de ejercer con alturas de miras el cargo. Si ellos tomaran esa inicativa, yo la aplaudiría, porque demostraría que no tienen miedo a la investigación.
Su madre, Carmen Gloria Drago, fue criticada por su trabajar en el directorio de Junji. ¿Cuál es su explicación?
Se produjo una confusión con información errónea del portal de transparencia de la Junji y unos 20 tuiteros me trolearon. Pero se aclaró que había postulado por alta dirección pública y quedó en la terna final. Ella renunció a una planta funcionaria en un cargo de jefatura en la Municipalidad de Maipú para irse a un cargo a contrata. No conozco a nadie que haya hecho ese cambio, por lo que cuenta con toda mi admiración. (La Tercera)