Afganistán “probablemente” caiga en una guerra civil. Eso dijo un alto jefe militar estadounidense, advirtiendo que esas condiciones podrían permitir un resurgimiento de grupos terroristas en el país.
A medida que las tropas estadounidenses se retiraban, los talibanes tomaron control de Afganistán en una campaña relámpago, y solo la provincia septentrional de Panshir resiste a los islamistas radicales.
“Mi estimación militar (…) es que es probable que se den las condiciones para una guerra civil”, dijo este sábado a Fox News el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Mark Milley.
Milley expresó dudas de que los talibanes, que aún deben formar un gobierno, serán capaces de consolidar el poder y mantener una gobernabilidad efectiva.
“Pienso que, por lo menos, hay una muy fuerte probabilidad de una guerra civil” que podría conducir a “una reconstrucción de Al Qaeda o a un crecimiento de ISIS (el grupo Estado Islámico) o de otros grupos terroristas”, dijo.
“Es muy probable que veamos un resurgimiento del terrorismo proveniente de esa región en general dentro de 12, 24 o 36 meses”, añadió.
Estados Unidos invadió Afganistán y derrocó al primer gobierno talibán en 2001 tras los atentados del 11 de septiembre conducidos por Al Qaeda, que era protegido en ese país.
Gobiernos occidentales temen que Afganistán se convierta nuevamente en un santuario para grupos extremistas determinados a lanzar ataques en su contra. Estados Unidos afirma que será capaz de contrarrestar cualquier amenaza a su seguridad en Afganistán.
NUEVAS NORMAS PARA UNVERSITARIAS
Según un decreto publicado por el régimen talibán en la víspera de la reapertura de las universidades privadas, las estudiantes afganas no podrán mezclarse con hombres en las aulas y deberán llevar una abaya negra y un niqab que les cubra el rostro.
Además, el decreto fechado el sábado y publicado por el Ministerio de Enseñanza Superior, precisó que quienes estén matriculadas en esos establecimientos, tendrán que salir de clase cinco minutos antes que los hombres y esperar en una sala hasta que estos últimos hayan dejado el edificio.
El escrito también señala que por su parte, las universidades deberán «contratar a profesoras para las estudiantes» o intentar contratar a «profesores mayores» cuya moralidad haya sido probada.
Durante el primer mandato del movimiento islamista (1996-2001) la prohibición de las clases mixtas impidió que casi todas las mujeres pudieran estudiar. En aquel entonces, era obligatorio el uso del burka, cuyo velo cubre completamente el cuerpo, de la cabeza a los pies, con una redecilla a la altura de los ojos.
La abaya, que deberán llevar las alumnas de centros privados, es un largo velo que cubre todo el cuerpo. El niqab, por su parte, cubre el rostro pero deja los ojos a la vista.
La comunidad internacional espera expectante a ver qué trato dan los talibanes a los derechos de las mujeres, tras su toma del poder el pasado 15 de agosto. Desde entonces, el movimiento islamista ha querido ofrecer un talante más moderado.
Respecto al hecho de que las clases mixtas estén prohibidas, «será complicado desde un punto de vista práctico, no tenemos suficientes profesoras ni suficientes salas de clase para separar a las chicas» de los chicos, subrayó a la AFP un profesor universitario, quien pidió el anonimato.
«Pero el hecho de que permitan que las chicas vayan a la escuela y a la universidad es en sí, un paso importante y positivo», añadió. Cabe mencionar que antes del regreso al poder de los talibanes, las estudiantes afganas podían asistir a clases mixtas y a cursos impartidos por hombres. (La Tercera-AFP)