La crisis de natalidad y las FFAA-Roberto Astaburuaga

La crisis de natalidad y las FFAA-Roberto Astaburuaga

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Como ya es sabido, Chile se encuentra en una grave crisis de natalidad y del envejecimiento de la población. Cada año nacen menos niños que el año anterior, mientras que cada año aumenta la cantidad de adultos mayores. Un invierno demográfico producto de un invierno cultural. No hay aspecto de la vida personal y social que no se verá afectado.

Si bien hoy se habla de distintas crisis (seguridad, economía, política), vale la pena revisar su significado: “Cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación, o en la manera en que estos son apreciados.” (RAE). En este sentido, los efectos de la crisis de natalidad se pueden prever si se compara con la pandemia del Covid-19, en cuanto a sus efectos transversales -a nivel personal y social-, a la profundidad del cambio de vida cotidiano y a que el impacto se percibe de forma más directa.

Los efectos más nombrados por la crisis de natalidad son la disminución de la población y de las familias, la insostenibilidad de los sistemas de salud y de pensiones, la reducción brusca de las matrículas escolares, etc. Quisiera abordar el efecto que traería en las Fuerzas Armadas: ¿Cómo afecta la crisis de natalidad el funcionamiento de las Fuerzas Armadas y la protección del territorio nacional?

Menos nacimientos implican menos integrantes de las Fuerzas Armada. ¿Volverá el servicio militar obligatorio, bajará su edad de ingreso y extenderá su duración? Si volviese, ¿sería compatible con la necesidad de contar con una fuerza laboral joven capaz de mantener a una gran cantidad de adultos mayores? Si disminuye la cantidad de militares, ¿cómo afectará la protección de las fronteras? ¿m¿Más pasos fronterizos sin custodia, más millas náuticas sin vigilancia naval a merced de los buques extranjeros? ¿Podrían comenzar a vaciarse las ciudades y regiones completas queden despobladas?

Si la población chilena se reduce y en grandes extensiones de tierra nadie iza el pabellón nacional, ¿no seremos vulnerables a una invasión extranjera? Muchos podrán creer que la guerra es cosa del pasado… pero los ucranianos pensaban lo mismo. Otros podrán decir que no es cuestión de cantidad de efectivos, sino de la calidad de los mismos, pero es más fácil resolver el problema de calidad que el de cantidad. Además, a nivel local, de las siete comunas chilenas en las que más ha bajado la natalidad, cinco son de las regiones de Tarapacá y Atacama. Iquique, Copiapó y Antofagasta son las ciudades con mayor descenso. El norte concentra la mayor fuente económica de Chile y nuestra historia está unida a la minería, siempre bien mirada por nuestros vecinos.

En el ranking mundial de tasa global de fecundidad (midiendo según la tasa de reemplazo de 2,1 hijos por mujer), de 236 países o territorios, para 2023, Chile se encuentra en el Nº 222 (con 1,16 hijos promedio por mujer). Mientras tanto Bolivia se encuentra en el Nº 80 (con 2,55 hijos promedio por mujer), Perú en el Nº 116 (con 1,98 hijos promedio por mujer) y Argentina en el Nº 171 (con 1,5 hijos promedio por mujer).

¿Cómo enfrentan los países vecinos sus respectivas crisis de natalidad? ¿Acaso no existirá la tentación, en algunas décadas, de que Bolivia logre su salida al mar o que Argentina controle el Estrecho de Magallanes y mucho más? Esto no quiere decir que nuestros vecinos no tengan crisis de natalidad. De hecho, los números, tendencia y razones pueden tener algunas similitudes. Pero Chile, numérica y culturalmente, es el peor posicionado.

Mientras más baja sea la tasa de natalidad y más pronunciada será la caída, más “revolucionaria” debe ser la respuesta y más profundo debe ser el cambio. Hasta el momento, ningún país ha logrado revertirla, sino solo retrasarla. ¿Qué pasaría si, en un muy mal escenario, Chile no logra ralentizarla, mientras que sus vecinos sí?

La protección y fortalecimiento de la familia (5º y 6º deber del Estado, por mandato del artículo 1º de la Constitución) requiere de su revalorización, de la promoción del matrimonio y de apoyo para la llegada y educación de los hijos. En la crisis de natalidad se juegan muchas cosas y, entre ellas, literalmente, el futuro de un país. Las Fuerzas Armadas no son ajenas a esta crisis ni ajenas a sus efectos. (El Líbero)

Roberto Astaburuaga