La vaina tres veces más cara que el sable-Tomás Flores

La vaina tres veces más cara que el sable-Tomás Flores

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El Mecanismo de Estabilización de precios de los Combustibles (MEPCO) fue creado en julio de 2014 con la finalidad de establecer un sistema de estabilización de los precios de venta internos de gasolina automotriz, del petróleo diesel, del gas licuado de petróleo y del gas natural comprimido, ambos de consumo vehicular. Este mecanismo opera a través de incrementos o rebajas a los impuestos específicos a los combustibles.

Este mecanismo contiene en su diseño original un subsidio máximo a otorgar de US$500 millones, de manera tal que si los egresos superan dicha cifra, se desconectan las rebajas de impuestos y los precios internos deben reconocer el alza del precio internacional y/o el tipo de cambio nominal, que son los dos determinantes del precio doméstico. Pues bien, entre 2014 y principios de este año, el subsidio total se mantuvo en dicho rango y, de hecho, durante la baja mundial del precio, producto de la pandemia, permitió cobrar impuestos transitorios que consiguieron recuperar los gastos previos.

Esta realidad comenzó a cambiar radicalmente en los últimos meses dada el alza internacional del precio de los refinados así como la devaluación de nuestra moneda, lo cual ha llevado a que el subsidio mensual haya subido desde US$146 millones en febrero pasado a cerca de US$500 millones durante mayo. Este sustancial cambio ha obligado a elevar el techo del subsidio en dos oportunidades y hoy día probablemente el ministro Marcel anunciará un nuevo incremento de entre US$$1.000 y US$2.000 millones, lo cual al ritmo de gasto actual no alcanzaría para llegar a fin de año.

En la actualidad, la gasolina 93 octanos tiene un impuesto específico de $340 por litro y recibe un subsidio de $410 por litro; es decir, por cada litro de gasolina 93 que se vende hoy en Chile el gobierno entrega un subsidio neto de $70 por litro. La gasolina 97 octanos tiene un impuesto específico de $340 por litro y recibe un subsidio de $462 por litro; es decir, por cada litro de gasolina 97 que se vende hoy en Chile el gobierno entrega un subsidio neto de $122 por litro. El petróleo diesel tiene un impuesto específico de $85 por litro y recibe un subsidio de $328 por litro; es decir, por cada litro de diesel que se vende hoy en Chile el gobierno entrega un subsidio neto de $243 por litro. Eso es tres veces mayor que el impuesto permanente.

Los mercados futuros anticipan nuevas alzas para el petróleo crudo y los refinados, por lo cual a pesar de un traspaso paulatino de cerca de $7 por semana, estamos ante un desequilibrio sustancial que requerirá probablemente, en un contexto de estabilización mundial, más de un año de impuestos adicionales para recuperar la magnitud de recursos involucrados en esta contención de precios. No será fácil, para el mundo político, permitir impuestos adicionales y altos precios internos en un contexto en donde los precios mundiales estén a la baja semana tras semana.

De esta manera, el anuncio de una nueva millonaria inyección de recursos solo posterga el problema y genera una distorsión de precios que se hace cada vez más significativa. Al ocultar el verdadero costo de oportunidad de los recursos escasos, no genera los incentivos para optimizar el consumo y darnos cuenta de que al final la vaina nos está costando hasta tres veces más cara que el sable. (El Líbero)

Tomás Flores

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