En el primer encuentro del Presidente electo, Sebastián Piñera, con la Presidenta Michelle Bachelet, la reforma constitucional tomó un lugar protagónico en la conversación luego de que la Mandataria le informara que enviará el “proyecto de una nueva Constitución”, ya que “es importante respetar ese proceso donde participaron más de 200 mil personas”.
Piñera le replicó que la Constitución debe ser “perfeccionada pero siempre haciéndolo en un clima de unidad, de colaboración”, porque “debe ser un gran marco de unidad y no de división, de estabilidad y no de incertidumbre”.
Ese proyecto de nueva Constitución anunciado por Bachelet se suma a la reforma constitucional de Bachelet que propone modificar el Capítulo XV, que fija la forma en que se puede cambiar la Carta Magna y propone una convención constitucional como alternativa que debe plebiscitarse.
El proyecto sigue adelante con su tramitación y está siendo analizado en la comisión de Constitución del Senado. Aunque no tiene urgencia legislativa, los parlamentarios esperan la prioridad que le pondrá el Ejecutivo.
Las miradas contrapuestas del gobierno y el comando de Piñera sobre la agenda legislativa
La reforma constitucional es apenas uno de los cuatro “fierros calientes” que Bachelet pretende dejar como su legado político antes de entregar el gobierno en marzo de 2018, pero que podrían tensionar el traspaso de mando.
Este posible conflicto lo advirtió tempranamente Andrés Chadwick, coordinador político del comando de Piñera, quien pocas horas después del triunfo del domingo, en entrevista con el programa En Buen Chileno, de Canal 13, le pidió a la Mandataria “terminar su mandato con grandeza”, “saber escuchar” y “tener la prudencia de que en su agenda legislativa en los temas mas relevantes y significativos debiera esperar el próximo gobierno y, sobre todo, el próximo Congreso. Se ha elegido un nuevo Congreso con un sistema proporcional distinto al binominal que siempre se reclamó”.
Pero el ministro de la Segpres, Gabriel de la Fuente, dijo ayer que “estamos en el período presidencial de la Presidenta Michelle Bachelet. El país conoce que parte de su programa debe concretarse mediante proyectos de ley y que muchos de ellos aún están en trámite”.
Los “fierros calientes” que dejará Bachelet antes de entregar el gobierno
Además de dichas reformas constitucionales, la Mandataria continuará la tramitación legislativa de proyectos emblemáticos como la reforma a la educación superior, que instaura la gratuidad en la educación superior; y el de las universidades estatales, que ha recibido fuertes críticas por su diseño ideologizado que privilegia arbitrariamente a las universidades estatales.
Además, continuará con la reforma al sistema de pensiones, que incorpora un Consejo de Ahorro Colectivo, un nuevo marco regulatorio para las AFP y exigirles a las empresas aportar 5% para la cotización previsional. El cuarto proyecto corresponde a la agenda de infancia, que propone la creación de una Subsecretaría de la Niñez.
A ello se suma la suma urgencia que le pondrán al proyecto de Ley de Identidad de Género, que lleva cuatro años tramitándose en el Congreso, y se espera también la urgencia legislativa al matrimonio igualitario.
El ministro de la Fuente insistió en que “nuestra agenda sigue porque dice relación con el cumplimiento del programa (…). Esa agenda contiene proyectos prioritarios, que son la médula del gobierno, como son educación superior y gratuidad, y de universidades estatales”.
El Líbero/Agencias