Más de 7.000 vacas lecheras procedentes de Chile desembarcaron hoy en el puerto de Tianjin (noreste de China), en lo que supone la primera partida de ganado exportada por el país a la segunda economía mundial.
Cuando se cumplía un mes de su embarque, el pasado 28 de diciembre, en Puerto Montt (sur de Chile), las vacas llegaron a Tianjin y ahora serán examinadas por las autoridades sanitarias chinas antes de ser trasladadas a sus destinos finales.
Valorado en unos US$ 16 millones, este envío es el primero de vacuno vivo que Chile, que ya exportaba vino, fruta y pescado, realiza a la potencia asiática y se espera que en próximas remesas el total ascienda a alrededor de 30.000 cabezas de ganado vivas durante este año.
Las vaquillas, de entre 200 y 300 kilos de peso y de raza Holstein, se destinarán a la producción de leche en siete empresas chinas distribuidas en seis provincias: Hebei (centro), Shandong (este), Heilongjiang (noreste), Shanxi (noreste), Gansu (noroeste) y Qinhai (oeste).
De los 7.157 ejemplares que partieron de Puerto Montt, desembarcaron en Tianjin un total de 7.140, puesto que once fallecieron durante la travesía transoceánica y otras seis fueron retenidas en el barco por enfermedad, detallaron las autoridades chinas.
Las vacas llegaron a bordo de un buque especialmente acondicionado y durante el trayecto fueron atendidas por unos cincuenta trabajadores.
China es un país deficitario en leche y, desde el escándalo de la leche infectada con melamina de 2008 (que provocó la muerte de seis bebés, afectó a otros 300.000 y creó un pánico nacional del que el país no se ha recuperado completamente), muchos de sus ciudadanos prefieren que ese producto sea extranjero.
Australia y Nueva Zelanda son los principales exportadores de leche a China.
Sin embargo, se espera que, con la llegada de las vacas chilenas, aumente la competencia en el sector y se fortalezca así la industria láctea china, explicó a Efe Dou Shulong, subdirector de la división de control de animales de la Administración General de Supervisión de Calidad, Inspección y Cuarentena del país asiático.
Además, añadió Dou, el hecho de que las vacas procedan de un país lejano contribuirá a mejorar la salud de la generación que nazca de su emparejamiento con ejemplares locales.
«Esto es un paso muy importante, porque indica la calidad del material genético de nuestra masa de vacunos en Chile y también las muy buenas condiciones sanitarias que existen y que han permitido este intercambio», destacó a Efe el embajador chileno en China, Jorge Heine, quien se desplazó a Tianjin para recibir este particular envío.
Heine señaló que esta partida, acordada en septiembre de 2014 por las autoridades chilenas y chinas, contribuirá a que se materialice la aspiración de Chile de situarse entre las diez primeras potencias exportadoras de alimentos del mundo, desde la decimosexta posición que ocupa en la actualidad.
El subdirector de la Administración General de Supervisión de Calidad, Inspección y Cuarentena de China, Wan Zuojia, destacó que «la llegada de las vacas chilenas es uno de los proyectos más grandes que se han realizado en el puerto de Tianjin». (DF)