Entre 2006 y 2015, más de un millón de menores de 18 años salieron de la pobreza, según los resultados de la encuesta Casen 2015 sobre niñez y adolescencia dada a conocer por el Ministerio de Desarrollo Social. Según la medición, la pobreza por ingreso afecta a un 18.2% de los menores de 18 años, esto equivale a una baja de 20,2 puntos porcentuales desde 2006, año en que el 38,7% de ellos vivía en pobreza. En términos absolutos, este descenso de la pobreza por ingreso significa que 1.034.737 niños y adolescentes dejaron de ser pobres entre 2006 y 2009. Pese a esta disminución sostenida, la tasa de pobreza en este grupo vulnerable, sigue siendo mayor al promedio nacional de 11,7%, lo que abre un desafío en materia de políticas públicas, señaló el ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza. “Nos ponen de manifiesto la importancia de tener una nueva institucionalidad en materia de niñez, por ello estamos legislando la ley de garantías de derechos de la niñez, la Subsecretaria de la Niñez que estaría en el Ministerio de Desarrollo Social, y el Defensor de los Derechos del Niño, y prontamente vamos a ingresar los dos proyectos de ley que reemplazan el actual Sename por un servicio de protección especializada en el Ministerio de Desarrollo Social, y un servicio de reinserción juvenil en el Ministerio de Justicia. Los vamos a presentar en los próximos días” precisó Barraza.
Lo mismo ocurre en términos de pobreza multidimensional que incluye factores como acceso a la Educación, Salud, Vivienda, Trabajo y Seguridad Social. En esta dimensión la pobreza en menores de 18 años también bajó en 7,7 puntos porcentuales, pasando de 29,8% en 2009 a un 22,2% en 2015. Sin embargo, al igual que la pobreza por ingreso, la tasa es superior al promedio nacional (20,9%), una brecha de desigualdad que se visualiza en varios ámbitos. En el caso de malnutrición, los niños del quintil más pobre presentan un 20,5% de malnutrición, casi el doble que el quintil más rico (11%), en tanto en un 18,3% de los hogares con niños, estos se han visto discriminados, principalmente por su nivel socioeconómico, apariencia física, discapacidad, o el lugar donde viven. “En los hogares donde hay niños, hay un porcentaje más elevados de adultos que no cotizan, y en los hogares con niños con menos ingresos hay mayores situaciones de discriminación, lo mismo pasa con la malnutrición para lo cual se creó la ley de etiquetados. En el uso de internet tenemos un alto porcentaje de acceso, que disminuye en niños socioeconómicos más bajo, por lo mismo es tan relevante el programa de entrega de computadores para niños de séptimo bajo” precisó Barraza.
Entre las mejoras más destacados está en aumento en el acceso a educación parvularia que llega a un 90,1|% en los niños de 4 y 5 años, y un masivo ingreso a los controles de salud durante la primera infancia que llega al 73,9% en el primer año de vida, impulsado por el programa Chile Crece Contigo que beneficia a los niños entre cero y 5 años, y que por sus buenos resultados será ampliado hasta los 9 años de edad.
CHILE EN EL CONCIERTO INTERNACIONAL
La representante de la Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) en Chile, Hai Kyung Jun, destacó los avances de Chile en materia de protección infantil, pero reconoce que hay mucho por hacer, tomando en cuenta que uno de cada cuatro niños es pobre en Chile, muy lejos del promedio de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) en que sólo uno de cada diez niños lo es, según el último reporte de 2015. “Las cifras demuestran que hubo un avance tremendo, pero como miembro del OCDE Chile puede y tendría que ser más ambicioso para con sus niños. El ministro hizo referencia a los distintos proyectos de ley que están en el Congreso para establecer un sistema de protección integral para los niños para que puedan desarrollarse en su potencial completamente” señaló Kyung Jun.
Consultada sobre la situación del Sename y el proyecto de reestructura y dividir la atención entre niños infractores y niños vulnerados en sus derechos, la representante de Unicef reiteró que la recomendación siempre ha sido la división de las funciones. “Dentro del Sename hoy las funciones están divididas, sin embargo es importante que el país invierta en la prevención, en acompañar a las familias, para que tengan las herramientas suficientes para que los niños no terminen en esas situaciones. Es evidente que estos niños necesitan un servicio de atención profesionalizado, independiente de las capacitaciones que se dan dentro del organismo. Son profesionales que tienen que tener una expertiz al ingresar al servicio” puntualizó Kyung. (La Tercera)