Como la “última oportunidad” de superar los bochornosos y fallidos intentos de recuperar el control de la Cámara de Diputados. Así definen en la centroizquierda el objetivo de las conversaciones que han mantenido este año, con el fin de impulsar nuevamente una censura a la mesa liderada por Diego Paulsen (RN) y concordar una mayoría para administrar como oposición la testera este último año de gobierno.
Por ello pese al receso legislativo, los diálogos se han incrementado durante estos días y ya se perfila el diputado Manuel Monsalve (PS) como un nombre de consenso. De hecho, el parlamentario ya manifestó públicamente su disponibilidad para asumir ese desafío. “Si mi nombre contribuye a la unidad estoy disponible”, sostuvo el jueves 4 de febrero a Diario Concepción.
Desde que en abril de 2020 este bloque se anotara una derrota, cuando el sector no hiciera valer su mayoría y el candidato a presidir la testera, Gabriel Silber (DC) fuera vencido por su par de RN, en la centroizquierda han intentado en distintas ocasiones volver a tener el control de la Cámara Baja.
La última vez fue el primero de diciembre del año pasado, ocasión en la que por 68 votos a favor, 69 en contra y las abstenciones de los diputados Pamela Jiles (PH); Florcita Alarcón (PH); Renato Garín (Ind.) -hoy candidato a la convención constitucional-, Félix González (PEV); y la socialista Jénny Álvarez, no pudieron imponerse frente a ChileVamos. El fracaso terminó por dar por “desahuciado” el acuerdo administrativo del sector y dejar bajo llave cualquier intento de reimpulsar otra censura.
Cabe recordar que no existe ninguna obligación en los estatutos de la Cámara de que la testera deba renunciar en cada legislatura anual, sino que solo ha sido una tradición. Entonces, si la mesa encabezada por Paulsen no renuncia -como así lo ha comentado entre sus cercanos-, la oposición debería presentar un voto de censura para provocar el cambio.
Con eso en miras, antes del inicio del receso legislativo, algunos jefes de bancada, como el de la DC, Daniel Verdessi y el del PS, Luis Rocafull, han sostenido conversaciones informales con sus pares del sector para ver si hay agua en la piscina para provocar otra censura sin el bochorno de la anteriror. En ese sentido, según fuentes de las bancadas opositoras, hoy habría “voluntad” en la centroizquierda para retomar esa negociación y volver a la presidir la Cámara Baja en el último año de esta legislatura.
Para esto, no obstante, en el sector reconocen que deben limar ciertas “asperezas” y “desconfianzas” que se profundizaron luego de los episodios del año pasado, particularmente al interior de la Democracia Cristiana. A esa colectividad le correspondía ocupar la presidencia durante el año pasado, situación que no se logró, acusan ellos, debido a los votos del comité Humanista y de algunos parlamentarios del Frente Amplio.
En ese sentido, en la centroizquierda sostienen que en marzo retomarían la negociación formal por un nuevo acuerdo administrativo, que como primer punto tendría el resolver la duración de la nueva testera. Hay varios caminos que se han barajado en los acercamientos de estos días.
Hubo una primera idea de proponer un sistema mixto en el que la DC tuviera la presidencia por seis meses y el PS por los otros seis restantes, que no logró mucha aceptación entre sus pares bajo el argumento que el “desafío político es ser un contrapeso a la derecha y tomar iniciativa en la agenda legislativa” y no abrir una disputa interna sobre cuánto tiempo le corresponde a cada uno, señala una fuente legislativa cercana a estas negociaciones.
La otra alternativa sería un acuerdo por todo el año con el PS liderando la mesa y la DC con una vicepresidencia.
Para ambos casos, dice el jefe de bancada democratacristiano, están disponibles. “Naturalmente que si Diego Paulsen renuncia a la presidencia se estrecha el sistema y nos obliga a ponernos de acuerdo. A nosotros nos correspondía la mitad que no se cumplió el año pasado y estamos disponible o a compartir la presidencia durante el año 2021 o a apoyar al PS en la presidencia y que nos dejen una vicepresidencia a nosotros para todo el año. Las dos posibilidades las contemplamos, estamos disponibles”, asegura Verdessi. Y agrega: “No vamos a tener problema en apoyar a un socialista, si es necesario para la presidencia, con las compensaciones que corresponden”.
En tanto en el PS mencionan al diputado Manuel Monsalve como la carta que se estaría perfilando para ser candidato a presidir la Cámara. Su nombre, aseguran fuentes del sector, concitaría el apoyo del Frente Amplio y del Partido Comunista, aunque otras fuentes socialistas, agregan que el nombre de Monsalve aún no sería el definitivo.
También se ha conversado la posibilidad de compensar con presidencias de comisiones considerando que hay varios cambios que no se concretaron durante 2020, ya sea por la distancia dentro del bloque opositor o por la pandemia que, por razones administrativas, obligaba que el titular estuviera presente en Valparaíso para las sesiones telemáticas.
De cualquier forma, para asegurar el éxito de la iniciativa, la centroizquierda necesitaría alcanzar la mayoría simple, es decir, 78 votos en el caso de que estén los 155 parlamentarios presentes. Asimismo, en el sector aseguran que hoy tendrían un nuevo voto a su favor: la salida de Garín de la Cámara, quien será reemplazado por alguien que defina RD y que votaría en forma más colectiva. (La Tercera)
